♤ Capítulo 01 | Una mente maestra
Dos días después del asesinato
La tensión podría sentirse desde una sana distancia, la sala en completo silencio decorada por varias miradas angustiadas, confusas y llenas de pensamientos estancados.
Namjoon ojeaba de vez en cuando hacia nuestro sofá, en el que nos hallábamos sentados Jungkook, Hyuna y yo, todos en silencio. En el de enfrente se encontraba Yoongi entretenido con su teléfono móvil y, a su lado, Hoseok con rostro pálido. Mientras, el sofá en el que se alojaba Namjoon se encontraba junto a Sunhee y Hye Yin.
— No puedo creerlo y, ustedes, tienen que ser capaces de no hacerlo del mismo modo —musitó Jungkook mientras salía de su bucle de pensamientos, frotando su sien con sus dedos y suspirando pesadamente—. Sabéis perfectamente cuanto amaba a Jimin, jamás sería capaz de hacerle daño, mucho menos matarlo.
— Concuerdo contigo —afirmé desde mi lugar, dejando su mano en su muslo para tranquilizar el tic nervioso que alojaba en esa extremidad a causa de la ansiedad—. Aquí todos sabemos que no serías capaz de hacer algo así, ni con Jimin ni con nadie más, esos agentes lo han dicho por ir descartando candidatos.
— Es tu hermano, Taehyung —Hoseok señaló, alzando a verle—. El oficial que lleva el caso es tu hermano, nos conoce a todos y, aunque sea mayor que nosotros por algunos años, no nos cree capaz de hacer tal gamberrada como cuando éramos pequeños y matábamos cualquier bichito.
— Está en su primera licenciatura como oficial, estoy seguro de que se le han subido los cojones a la garganta —afirmó muy seguro Namjoon, mordisqueando la uña de su pulgar—. Imagínate ser uno de los primeros nuevos agentes en entrar al cuerpo de investigación y que ocurra un asesinato a los pocos meses. Peor aún si se trata de un chico al que has visto crecer de la mano de tu hermano menor.
Asentí comprendiendo, relamiendo mis labios y suspirando.
— Ellos afirmaron que el asesino está entre nosotros —comencé—. Pero ninguno aquí podría hacerlo, no es lógico —señalé a Yoongi—. Él preferiría matarse a matar a alguien más, aunque no creo que lo logre por pereza —señalé a Hoseok—. Hoseok literalmente llora cuando pisa una flor por error —suspiré, pasando mi dedo a Hyuna—. Hyuna va a su ritmo, es la que menos tiempo tiene de todos por la universidad y su trabajo a medio tiempo, no le gustaría entrometerse en algo así —miré a Sunhee y más tarde a Hye Yin—. Si realmente ellas hubieran matado a Jimin no podrían vivir con la culpa de que su perfecta manicura se manchó de sangre o cualquier otra cosa —rodé los ojos, mirando a Namjoon—. Él ni siquiera sabe en el día en el que estamos, Jimin siempre ha sido como un hermano pequeño para él, incluso tuvieron algo en secundaria.
— ¿No puede considerarse venganza por el rencor acumulado? —avisó Yoongi mientras apartaba el teléfono de sus manos para verme.
— Déjame de marrones, gato —bufó—. Yo soy un tío pacífico y que olvida todo, amo a Jimin como mi hermano de sangre —besó sus muñecas—. Hasta el fin de los tiempos será mi brother, siendo fantasma o un trozo de carne podrida.
— Lo hemos pillado —suspiró Sunhee—. No hace falta que continúes.
— Siguiendo con el análisis... Jungkook es el que menos posibilidades podría tener de haber cometido esto —aclaré—. No he visto persona que más ame a Jimin que él, es imposible que esto haya ocurrido por su cuenta —suspiré—. Sólo quedo yo, su mejor amigo y alma gemela, hemos crecido juntos, en la vida podría hacerle algo como eso, antes me suicido yo a dañarle un solo pelo.
Todos asintieron de acuerdo a mi análisis, quedándose alguno que otro pensativo y el resto con mirada expectante y confusa.
— El asesino no está entre nosotros y, eso, debemos ponerlo a prueba antes de que los oficiales lo hagan por nosotros y elijan al que a más pruebas haya sido sometido —miré a cada uno de los presentes—. Y, con eso, quiero decir que nosotros tenemos que encontrar al asesino de Jimin.
— ¿Quién mató a Jimin? —musitó Hoseok a un lado, suspirando frustrado.
— Esa es la pregunta que no me deja dormir en las noches —Jungkook se entrometió—. Ninguna noche desde entonces.
El silencio inundó la sala a partir de ese entonces, como al principio de la charla entre todos los amigos. Sólo podía escucharse el sonido del teléfono de Yoongi cada vez que le llegaba alguna notificación y poco más.
— Tengo una idea —musitó Namjoon desde su lugar, acomodándose bien en el sofá para exponer su hipótesis—. Desde pequeño siempre que había un caso sin resolver de esos canales en la televisión que todo el mundo veía sólo había dos opciones —pensó, haciendo memoria—. O el asesino había sido un familiar o vecino rencoroso, descartando en todo momento el suicidio.... O quien había sido el asesino era de su círculo cercano y sufría trastornos mentales.
Jungkook le miró dudoso, apretando la mandíbula y empujando la lengua contra su mejilla.
— ¿Me estás diciendo que, por ejemplo, mientras esperaba a Jimin me ha dado un brote psicótico y me han entrado ganas de matarlo y ya?
Namjoon asintió muy decidido ante su idea.
— Sí, tú o alguno de nosotros —miró a ambos—. Podemos tener algún tipo de enfermedad psicológica que nos hagan hacer cosas que no recordemos cuando nos encontremos conscientes.
— Es muy entendible —musité estupefacto—. Podría haber pruebas por el lugar, notas de un yo a otro en señal de victoria, siempre suelen dejar como una especie de diario para relatar los sucesos y que su yo consciente esté orgulloso.
— Lo creo, esa jodida teoría tiene sentido —afirmó Yoongi.
— ¿Y no han llegado a pensar en que Jimin se podría haber suicidado? —Sunhee rodó los ojos—. Oh, vamos, la carrera universitaria le exigía demasiado, el trabajo le cansaba de sobremanera e iba al psicólogo tres veces a la semana por su ansiedad.
— No creo, ¿no? —Jungkook musitó perdido en sus pensamientos—. Él no sería capaz de hacerse eso... era feliz, aunque sufriera diariamente con todo el estrés acumulado, siempre llevaba una enorme sonrisa porque cada vez quedaba menos para acabar la carrera y trabajar en lo que le gustase.
Entonces me levanté, con la mirada perdida y dando vueltas por la sala, ojeando a su alrededor pensativo.
— Jimin tenía un diario —musité, alzando a ver a Jungkook—. ¿Dónde está?
— En nuestro apartamento, creo. Si los oficiales lo han registrado todo puede ser que ya no haya nada, no me dejan entrar.
Justo en ese momento, mi teléfono se iluminó a causa de una llamada entrante, el nombre de mi hermano en ella. Lo tomé de la mesa y descolgué a la vez que dejaba el altavoz activado, dejándolo en su lugar de nuevo.
— Seokjin —musité—. Estoy con los chicos, ¿ocurre algo?
— Sí —fue impoluto tras la línea—. Os necesito ahora a todos en el apartamento de Jungkook, es muy importante.
— ¿Qué ha ocurrido? —Jungkook se levantó hasta quedar arrodillado ante el teléfono, con ojos preocupados y alarmados—. Seokjin, ¿qué mierda ocurre?
— Hemos encontrado algo, no puedo hablar mucho por teléfono, no sabemos si ese hijo de puta ha pinchado la línea o algo parecido para ir un paso por delante de nosotros —Jungkook asintió—. Os quiero aquí en diez minutos, si no venís doy parte a mis mayores y no podréis ver más pruebas.
Acto seguido, Seokjin finalizó la llamada y recogí mi teléfono para voltear y ver a los demás chicos, suspirando.
— Vamos, hay que ir antes de que vengan los demás oficiales en el caso —todos asintieron ante mi palabra, relamí mis labios y me acerqué a tomar una chaqueta—. No tengo ni idea de lo que puede ser, pero me siento ansioso.
Todos los chicos se levantaron tras mí, tomando sus respectivas cosas hasta que salieron de mi apartamento y pude cerrar con llave la puerta, poniéndonos en marcha hacia el apartamento que Jungkook y Jimin compartían.
Estábamos relativamente cerca, así que no había problema con ir todos caminando. Me acerqué a Jungkook y me puse a su lado mientras miraba a mi alrededor.
— ¿Has pensado en buscar otro apartamento por la zona? —musité, él negó.
— Estoy quedándome en la casa de mi hermano, pero vive en el campus de la universidad y estoy casi de forma ilegal alojado ahí —suspiró—. Esperaré a que esta mierda se resuelva para volver a Busan con mis padres, no puedo estar más aquí, toda la ciudad me recuerda a Jimin.
Asentí pensativo, mordiendo mis labios y alzando a verle mientras mi mano sostenía la suya y le ofrecía apoyo.
— Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites —musité mirándole a los ojos—. Puedes quedarte en mi apartamento mientras esto se resuelve.
Jungkook asintió ante mis palabras, mirando a su alrededor.
— No creo que ninguno de los dos sea el asesino, ¿no? —reí, Jungkook negó con la cabeza con una sonrisa—. Así que puedes confiar en mí.
— Está bien, lo tendré en cuenta.
Poco tiempo después llegamos, Seokjin se encontraba de brazos cruzados apoyado en la pared, su pierna haciendo equilibrio flexionada en la misma.
— Entren, hay algo que quiero que vean e identifiquen.
Los chicos entraron primero, yo me quedé más atrás para saludar de un abrazo a mi hermano.
— ¿Está siendo muy angustioso? —musité preocupado, acariciando sus mejillas—. Estamos haciendo hasta lo imposible para ayudarte, de verdad, incluso estoy proponiendo ideas y teorías para analizar el comportamiento de cada uno.
— Estoy seguro de que el asesino está entre ustedes —susurró—. Pero no podemos dar pruebas en vano.
Asentí comprendiendo.
— Te ayudaré, los enfrentaré y les sacaré toda la información que puedan tener —asentí convencido—. ¿No has pensado que, tal vez, alguno de ellos haya contratado a alguien más?
— Es imposible, hemos revisado las factoras e informes telefónicos de cada uno, incluso hemos seguido de incógnito a todos ellos a cualquier sitio al que hayan ido —me miró—. No hay nada sospechoso ni ahora ni por las cámaras de los locales cercanos días antes de lo sucedido. Salvo algo —tensó su mandíbula—. Namjoon fue a un callejón poco transitado un día antes del suceso, volvió con un chico enmascarado y llevaba algo en sus bolsillos, ese hombre también.
— ¿Quieres que compruebe eso? —Seokjin asintió—. Bien, sólo dame la ubicación.
Seokjin procedió a dármela en una pequeña nota que ya traía de la comisaría, cediéndomela.
— ¿Tienes el botón de emergencia activado en tu teléfono? —Asentí—. Pues eso es todo, entremos o sospecharán de lo que estemos hablando.
Asentí de nuevo, entrando delante de él al apartamento y mirando a los chicos a mi alrededor. Seokjin se acercó a nosotros y tomó de una pequeña mesa de la sala un cuaderno amarillo.
— Encontramos esto —confesó, paseando sus dedos cubiertos por los guantes de látex por toda la cubierta y hojas del mismo—. Parece ser un diario, hay muchos relatos en él.
— Es el diario de Jimin —habló Jungkook a mi lado—. Se lo regalé yo en su último cumpleaños.
Seokjin asintió, mostrando a todos como abría el diario y pasaba hoja tras hoja hasta detenerse en un trozo de papel de un tono más oscuro y vistoso.
— Un bonito regalo, todo en orden hasta llegar a esta nota —miró a todos—. El final del diario y de su vida, pues, aunque haya más hojas en blanco, Jimin no volverá a escribir en él.
Jungkook tensó su mandíbula, mordiendo sus labios y escuchando atento todo lo que Seokjin tenía que decirnos.
— Leo en voz alta —alertó—. "Este y otros diarios más podrían haber sido muy bonitos terminados por completo, una pena que no pueda ser así. H."
— ¿Qué mierda es eso? —habló Yoongi por primera vez en la conversación, mirando a su alrededor y a Seokjin en busca de respuestas. Éste sonrió orgulloso.
— Esto, amigos míos, quiere decir que el asesino sabe lo que está haciendo y que nos tiene a todos en la palma de su mano —le miré—. Conoce nuestros pasos y los sigue, tal vez para que seamos el siguiente o para asegurarse de que no será delatado. Está tan seguro de que no podremos con él que nos deja notas e iniciales para que acabemos esto más rápido.
— Impresionante —musité sorprendido, Seokjin asintió mientras me miraba.
— Una mente maestra. —habló Seokjin—. Y, a no ser que haya mandado a escribir la nota a alguien más, da la casualidad de que la letra escrita en ella coincide con la de Jung Hoseok para el formulario de su academia.
Todos quedaron en silencio, Hoseok abrió sus ojos en grande y negó efusivamente con la cabeza.
— Mantente en alerta, todos los ojos están puestos sobre ti —musitó serio, señalando después a Jungkook—. Y sobre ti.
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QUIEN MATÓ A JIMIN
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↳ Dudas, consultas, odio y palabras mal sonantes aquí
↳ Si quieren interactuar con los personajes, dejen aquí un comentario con la pregunta y el nombre [Ejemplo: Jungkook, ¿que hacías horas antes del asesinato de Jimin?]
↳ ¿Quién es vuestro sospechoso #1?
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