— ¿Oficial Cooper? —retrocede.

— Si, dígame —se acerca con intriga.

- Llama a otra ambulancia.

Varios minutos después, llega la ambulancia y los enfermeros cargan el cuerpo sin vida de Andrea. El forense empieza un extenso y complicado trabajo, ya que la persona que fue capaz de arrebatar la vida de una adolescente, de esa manera, había dejado todo tan limpio, que no existía huella alguna.
Llamaron al resto de familiares de las víctimas. En pleno peritaje llega Alex con una bolsa de donas, para su mejor amiga y al ver todo aquello se desploma.

— ¿Qué ha pasado?.

— Alex, mi hermana y mi padre han sido asesinados -dice entre sollozos.

— ¿Qué?. Yo salí un momento a comprar donas para recibir a mi mejor amiga y ahora me dices esto.

— Se como te sientes puedes creerme, tu dolor se que es igual al mío. Nunca imaginé perder a mi hermanita y a mi padre al mismo tiempo.

— No, no puedo creerlo.

— ¡Alex!.

El pobre joven se había desmayado por segunda vez, lo llevaron al hospital por golpearse la cabeza al caer al suelo con una roca del jardín. La hermana de Andrea se quedó a cargo del funeral de su hermana y de su padre. Al día siguiente todo estaba listo y...

Flores, muchas personas y vodka.
No, no es una fiesta, es mi funeral. Y ahí están ellas dos, mi madre y mi tía una sentada al lado de la otra, riéndose de todos en la casa, celebrando tal vez, su victoria. Alex permanecía al lado de mi ataúd llorando junto a mi hermana y mi abuelo, quién había sufrido tanto que era milagro que siguiese vivo. A pesar de todas las cosas, no sabía quién había acabado con mi vida, pero estoy segura que ellos, el grupo de Ruth y Roxana estaban involucrados. Comenzaron las investigaciones, el día después de nuestro entierro, transcurrió una semana, dos, tres, cuatro, dos meses, tres meses, cuatro meses, hasta cinco y aún no se sabía quién fue aquella cruel persona que me drogó, cortó las venas, degolló y como si eso no le bastara, dejó que mi cuerpo se hundiera en la bañera para llenar cada rincón de mis venas con aquel líquido incoloro. El detective a cargo de mi caso, el oficial López, hizo hasta lo imposible, pero el asesino era muy astuto e inteligente, solo se sabía que era mujer, pero... ¿quién?.
¿Ruth, Roxana, Yudith o Luisa ?. Yo tampoco sabía la respuesta, pues no recordaba nada en aquel entonces.

En aquella comisaría se escuchaba la voz de un policía, preguntándole al detective las consideraciones finales del caso.

— Entonces, detective, ¿qué hacemos?.

— Tendré que cerrar el caso, no hay pruebas, no hay nada, la investigación se ha estancado, no hay nada más.

— ¿Seguro que lo cerraremos?.

— Así es, ¡que impotencia no descubrir quién asesinó a aquella pobre chica! —golpea el escritorio.

— Lo informaré detective.

— Si, vaya oficial Devie.

Y así pasaron, dos semanas más, hasta que el abogado llamó a Ruth y a mi hermana para leer el testamento de mi padre. Se que se estarán preguntando, cuál testamento, si mi padre era joven. Pues lo que no sabíamos era que tenía una enfermedad terminal, cáncer, en un pulmón por fumar y de por eso que ofreció su vida sin miedo alguno. Por esta razón había dejado un testamento por si moría.

— Señoras, esposa e hija Jackson, a continuación leeré el testamento del señor Robert -aclaro su garganta- el veinte por ciento de mi fortuna, se la daré a mi esposa Ruth, por acompañarme todos estos años a mi lado, y a mis dos hermosas princesas, quiero que el dinero restante lo dividan a la mitad.

— ¿ Y que sucederá con la.parte de Andrea? -pregunta Amanda.

— Si que sucede con eso.

— Le corresponde a la esposa del señor Jackson. ¿Están de acuerdo con el testamento?.

— Si esa es la ley, no hay nada que hacer, al final el dinero no me devolverá a las dos personas que más amaba.

Al final consiguió lo que quería, estoy tan segura que algunas de ellas fue, pero joder, ¡quién!.

Al fi al la familia de Andrea, no se conformaron con la idea de que su asesinato no fuera resuelto, pero no podían hacer nada más, mientras que Aarón fue a presión por la muerte de Robert.

En algún aeropuerto de Estados Unidos, salía con una identificación falsa del país una mujer rumbo a Suiza.

— ¡Bienvenida señora Roxan, a Suiza!.

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Hola amigos ya acabó Andrea, llegamos al final de esta historia.

Así que díganme.

¿Escribo otra?.

¿Qué les pareció esta?.

¿Es muy obvio quién mató a Andrea verdad?. Para ustedes pero los personajes no saben quién fue y aún se preguntan...

¿Quién mató a Andrea?

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¡Hasta la próxima!.