Hola hola...

Sé que he demorado pero aquí les recompensaré. Me he esforzado mucho ( casi una noche entera despierta, pero valió la pena).

Este capítulo estará dividido en dos partes, así es amores, dos partes.

Aquí les traigo el capítulo catorce, mis bellas criaturas.

Estaré actualizando de vez en cuando, ya que tengo problemas con la conexión.

Espero que les guste.

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No sabía que responderle, pero tenía que solucionarlo pronto.

— Andrea, te pregunté, que te pasó, ¿por qué tienes un golpe en la cara?.

— Nada mamá, me caí y me golpee con el filo de la acera.

— Cariño, hay que ponerte hielo.

— Si ya sé, pero, sobre qué hablaríamos.

— Quería disculpame, por la actitud que he tenido en estos últimos meses.

— Vale, pero no fue solo unos meses, desde que tengo dieciséis, cambiaste mucho mamá, no sé qué pasó —me siento en uno de los muebles—  además, escondes muchas cosas.

— Ya lo sé, prometo que te lo contaré.

— Está bien, eso espero.

— Todos están esperando para cenar, tu hermana está aquí con su novio.

— ¿Qué?, ¿ya están aquí?, no puede ser.

— ¿Sucede algo?, siempre has estado con tu hermana y se han llevado bien.

— Nada mamá, no es nada, mejor vamos a cenar.

Con pasos lentos fui caminando, iba detrás de Ruth, tratando de esconderme, pero fue en vano. Todos vieron mi enorme morado en mi ojo .

— Pero que te ha pasado —preguntaron a coro .

— Nada, me caí, ya saben lo torpe que soy. Ahora déjenme darle un abrazo a mi hermanita.

Amanda se levanta y nos abrazamos muy fuerte. Saludo sin ganas a Aarón, el cual no me quita los ojos de encima, por mucho que lo disimulaba, yo me daba cuenta.

Objetivo: ignorarlo.

Así es y lo logré, logré distraerme con la comida. Una cena maravillosa, mi hermana contaba sus anécdotas en su viaje a Punta Cana.

Amanda, mi querida Amanda, les contaré sobre ella.

Amanda y yo, no éramos hermanas carnales, ella nació del primer matrimonio de mi padre.
Karla, la madre de mi hermana y nuestro padre se divorciaron cuando Amandita tenía cinco años. La única relación que se afectó fue la de su madre y la de Robert (mi padre), llevaron por años una relación amistosa frente a mi hermana, para crear un buen ambiente. La herida de la separación nunca cicatrizó en el corazón de Karla.
Amanda se fue al extranjero desde los doce años con una tía materna. Vivió en España hasta los catorce y regresó a Estados Unidos cuando yo tenía doce y ella diecisiete. Mi padre iba a visitarla siempre, nunca se apartó de ella, estuvo pendiente todo el tiempo. Desde que la conocí, somos muy unidas y las mejores hermanas, aunque hemos tenido nuestros problemitas. Su madre enfermó a sus dieciocho años y murió, desde ese entonces vivió con mi padre hasta sus veintiuno, Amanda nunca siguió las reglas religiosas y mi padre jamás se las impuso.
Actualmente tiene veintitrés y decidió casarse con Aarón hace dos meses, si con ese estúpido. Ella y Ruth llevan la mejor de las relaciones y ahora está aquí a mi lado, hablando de casamiento y luna de miel. De pensar que puedo arruinar esa ilusión que se ve en sus ojos me mata, pero también estaría salvándola de ese infeliz.

¿Qué debería hacer?.

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Terminamos de cenar, y todos se fueron a sus respectivos aposentos.

A veces me sentía sola y este era uno de esos momentos, no sabía nada de Iván, Rubén actuaba raro y no me ha llamado para saber de mi y de mi abuela, y tampoco sabía nada de Julia. No recordaba donde había dejado el teléfono antes de irme a casa de la bruja, asi que me decidí a buscarlo.

Después de cinco minutos de intensa búsqueda lo encontré bajo la cama, al parecer se había caído. Me senté con el cel en la cama y recordé que lo había dejado encima de la mecita de noche.

¿Cómo fue a parar el cel ahí?.

¿Quién habrá entrado?.

No lo sabía, pero estaba muy cansada para pensar y aún no me creía que había tenido sexo con Rebeca, estaba fuera de sí, cada vez más el sexo se apodera de mí. Repasé cada detalle acostada con mis manos detrás de la cabeza, mirando al techo y me quedé dormida.

Julia
Buenas noches amiga, disculpa si no te he llamado ,es que he estado liada con unas cuantas cosas con Rafael, nos hemos separado, el muy cabrón tenía otra, pero tranquila, por aquí todo está genial, lo más jodido es que Rubén lo sabía, a ese viaje de chicos Rafael llevó a esa pelandruja, según me confesó Rafael para cortar, ¿cómo está tu abuela?.
Por cierto, necesito mucho de tu compañía, tengo las fotos de ya sabes, aquí en la laptop. Buenas noches 🌜.

♪Annie are you okay?, are you okay Annie?♪.

♪♪♪♪♪♪♪♪

Michael Jackson me había despertado, con su canción Smooth Criminal (una de mis favoritas, por cierto), que no paraba de sonar en mi alarma de Miércoles.

Y si se lo están preguntando, si amigos, tengo una canción diferente para cada día.

Qué coincidencia, ¿no?, mi familia llevaba el mismo apellido de mi artista favorito.

Me levanté energética abriendo los ojos rápidamente, el paisaje era blanco, obviamente presenciaba el techo de mi habitación, al sentarme no pude creer lo que veía con mis ojos.

— ¿QUÉ HACES EN MI HABITACIÓN?, AYUDA, AYUDA...

Varios minutos después, Aarón, yo y mi hermana estábamos en el despacho con papá, aclarando el "incidente", de la mañana, si término usado por Aarón para justificar su verdadera intención.

— Espero que no suceda más, de acuerdo.

— Si señor Jackson, fue solo una equivocación, yo sería incapaz —infatiza en la palabra incapaz— de hacer algo así.

— Para la próxima más cuidado, ahora vamos a salir que ellas dos deben estar a solas.

En cuanto se fueron, me tiré sobre Amanda para abrazarla.

— No fui yo,  lo juro.

— ¿Por qué siempre pasa lo mismo?, ¿primero con Carlos, después con Luis y ahora con Aarón?, qué te crees. Piensas que por ser bajita y que mi cuerpo no sea como el tuyo, no puedo tener hombres guapos. No tienes  derecho a...

— ¡Qué no fue mi culpa joder!, ¿no me escuchas?.

— Lo siento Andrea, necesito pensar, gracias a Dios me voy hoy, has arruinado todo.

Se fue llorando, la entendía en cierto modo, sus novios siempre terminaban fijándose en mi y yo desde entonces me he sentido mal, mi hermana es una mujer maravillosa, no merece por lo que está pasando.

Ahora, odiaba a Aarón más que nunca, siempre ha hecho lo imposible para que mi hermana y yo nos separemos y ya lo ha logrado. Salí del despacho hasta mi habitación sin hablar con  nadie, busqué mi celular, ya que lo había dejado encima de mi al dormirme y al despertar lo había dejado encima de la cama, después de buscarlo locamente, al fin lo encontré. Estaba encima del tocador, al parecer Cleo al estirar la cama lo puso ahí. Al encenderlo vi que tenía de ayer, una llamada perdida de Julia y un mensaje suyo.

¿Por qué no lo viste antes?.

No lo sé, estaba tan cansada que no me fijé en eso, entonces le respondí.

Para Julia
Hola amiga, disculpa por no responderte ayer, pero estaba exhausta de veras. Mi abuela está bien, gracias. Por cierto, ¿estas segura de que estás bien?. ¿Sabes si Rubén llevó a otra chica?.
Ruth me ha pedido perdón, pero algo en mi desconfía de ella, para nada borres esas fotos, guárdalas bien Julia vale, estaré por tu casa mañana a las 17 hora, hija de puta.

Siento que llaman a la puerta, me incorporo y camino para abrirla.

— ¡Hola Andrea! —explota una burbuja de chicle en mi cara.

— Hola tía, ¿sucedió algo?.

— Tu papi que bajes, dice que quiere verte.

— Vale estaré ahí enseguida —cerrando la puerta, su mano entorpece concretar la acción.

— Mija, aunque sea gracias, ¿no?.

— Gracias, ¿ahora puedo cerrar?.

— Cómo no, es tu habitación.

Terminando de hablar cerré la puerta fuertemente en su cara. Antes de bajar decidí escribirle a Rubén, para preguntarle qué mierda le sucedía, pero no recibí ninguna respuesta. Opté por ignorar y bajé.

— ¿Dime papá?— todos estaban con los ojos brillantes, excepto mi tía.

— Dícelo Ruth.

— ¿Papá? —sonríe.

— Tranquila mi amor, escucha —dice mi abuelo.

— Vale, a ver hija, ya sabes que tu cumple es este Viernes y hoy es Miércoles y hemos decidido adelantarte unos regalos.

Mi padre mira a todos muy entusiasmado, ¿qué sería?.

Por la puerta entró un gigantesco oso blanco de peluche, acompañado de un ramo de príncipes negros ( mis favoritas ) y un post de MICHAEL JACKSON, enorme, alcanzaba para colocarlo en el techo de mi habitación, era del tamaño de mi cama ( la cual era una King size ). Luego entró el chófer con unas llaves y dos cajitas.

— ¡Ábrelas! —exclamó muy alegre mi papá.

— No, lo, puedo, creer.

— Así es, ¿crees que no sabía de tus gustos musicales?.

— Pero papá, el rock es considerado como algo satánico. Si las personas del condominio se enteran, será un escándalo.

— Mírame, mi niña, llevo piercings y expansores, ¿qué tipo de música crees que me gusta?, además —aclaró su garganta— no me importa la gente, solo quiero verte feliz.

— Así es mi querida nieta, pero anda, abre la otra caja.

— ¡Ay! —pegué un grito enorme— otra entrada para un concierto, esta vez no era de mi banda de rock favorita ESCAPE THE FATE, sino de Marc Anthony aquí en los Estados Unidos.

— Y ahora el momento que más hemos esperado.

Todos se levantan y salen hasta el jardín frontal de la casa, yo sin entender nada los sigo.

— ¡Leo por favor!.

— Enseguida patrón —se fue hasta la entrada del condominio— desde donde estábamos podíamos verlo, se monta en un LaFerrari FXX-K  y lo va conduciendo hasta nosotros.

— ¡Feliz cumpleaños, mi amor!.

— ¿QUÉ?, ¡NO PUEDE SER!.

— Este es tu coche mi amor, como ya sacaste la licencia para tus dieciocho pues te regalo este coche.

Lo abracé muy fuerte, a ese abrazo de unieron todos y reímos juntos. Entramos a la casa para desayunar, podía ver a los empleados subiendo mis presentes a la habitación y Leo se llevó el coche al aparcamiento.

— ¿No quieres probarlo?.

— ¿Que cosa mamá?.

— El coche mi amor.

— ¡El coche papá!, ¿puedo?.

— Obvio es tuyo —comenta mi abuelo tomándose una taza de café.

— Así es mi amor, es tuyo, así que cuando quieras puedes manejarlo.

Una enorme sonrisa se esbozó en mi rostro. Todos estaban contentos tomando su desayuno, mi madre y mi padre tomaban jugo, mientras la adicción hacia al café de mi abuelo, no le permitía probar otra cosa, yo en cambio, me preparé leche fría con chocolate.

Terminamos de comer, nos despedimos para nuestras acciones diarias. Mi padre se fue al trabajo, para pedir la baja y dedicarse a lo que realmente amaba, la música, ya que siempre una banda muy famosa lo llamaba para contratarlo y él se negaba, pero, aún así dejaron el espacio para él por si algún día se decidía, mi madre se fue a su joyería, hoy llegaría una carga de diamantes y ella debía estar ahí, mi abuelo se fue al hospital para ver a mi abuela y mi hermana se había ido desde temprano para su casa.

¿Te vas a quedar aquí sola?.

Puedes ir donde quieras con ese coche lujoso.

Y sí, mi consciencia tenía razón. Sin desperdiciar un minuto más, subí a mi habitación para vestirme y salí corriendo a buscar mi coche.