"Estaba a punto de dejar una nota cualquiera en tu casillero, pero al intentar dejarla encontré una tuya.

No puedo expresar cómo me sentí, ¡te tomaste el tiempo para escribirme! Sin duda la guardaré para siempre, es impresionante cómo con una simple nota pudiste hacerme sentir tantas emociones al mismo tiempo. Me hiciste sonreír, me hiciste feliz.

Gracias, Chica, gracias por ser como eres y gracias por quererme a través de unas simples letras que me salen del corazón.

Sé que quieres conocerme, pero te prometo que mañana será el día. Ya fue suficiente sufrimiento, mereces conocer a este loco que traes colgando de un ala, enamorado y suplicando por una sonrisa tuya dedicada hacia él.

No ceses tu búsqueda, linda, quizá puedas descubrirlo antes de que yo te lo diga."

Chica y Foxy no podían creer lo que estaban leyendo, ¡estaban a un día de conocer a la persona misteriosa!

Chica estaba demasiado nerviosa, corría de un lado a otro buscando su mejor vestido, acomodándose el cabello y buscando artículos para humectar la cara, en fin, un millón de cosas de la que una chica tenía que preocuparse. Frenó en su incesante deseo por verse perfecta para él en cuanto reaccionó: Él veía sus virtudes, no su apariencia. Y él esperaba que ella viera las suyas también.

No tenía nada más que arreglarse. Él le había demostrado que la quería se viera como se viera, de igual modo él siempre la consideraría perfecta.

No había más opción que esperar al día siguiente con mucha paciencia. Sería el día de la revelación.