"Oye, verte arrugar esa hoja como si fuera cualquier cosa lastimó mis sentimientos. Puede parecer que no los tengo, debo admitir que yo mismo creía que carecía de ellos, hasta que te conocí. Despertaste cosas en mí que no creía que podía sentir. Creo que el solo mirarte, ya sea de lejos o de cerca, cambió mi vida de un modo que ni yo puedo expresar. Muchas gracias, Chica.
Por cierto, he cambiado el tipo de hoja si eso es lo que te molestaba, bonita."

¿Otra de esas notas? Bien, a Chica empezaba a parecerle que esto no era una simple broma, pero aún así, le costaba siquiera pensar que alguien pudiera expresarse así de ella, como si fuera alguien que estuviera enamorado.

Como la primera vez, admiró el papel que ahora era una hoja de libreta, sin los molestos y sucios hoyos de hoja de cuaderno de la carta anterior. Una y otra vez leyó, intentando descifrar el remitente, pero no logró identificarlo. Buscó por todos lados un nombre o firma, pero no había señal del escritor.

Iba tarde al ensayo con su banda, debía dejar de pensar en quién envió la nota y apurarse, ya se adentraría en la investigación después.