primer contacto
Recuperando la visión al desaparecer esa espesa oscuridad pude visualizarlos frente a mí, estaban sentados haciendo un triángulo rodeado con velas sobre un círculo blanco con los ojos cerrados y las manos puestas sobre un baso colocado en el centro de una tabla oüija repitiendo constantemente esa frase, pero lo que más me sorprendió y asustó por igual es que mi visión era diferente, podía ver un aura alrededor de cada uno de ellos, diferentes colores, distintas intensidades y un hilo muy delgado saliendo de sus cabezas, (su glándula pineal exactamente), ese cordón plateado veía por donde salía, pero no donde acababa perdiéndose en la inmensidad del universo.
Me acerqué donde estaba situada Noelia y por instinto llevé mis manos a su cabeza sintiendo en mis dedos ese hilo plateado, era como un modulador, podía sentirlo, notaba su esencia vital, ansiedad, dolor, lo podía sentir todo, solo tuve que pensar en estoy aquí, para que sus manos deslizaran el vaso hasta el de la tabla oüija.
En el momento que los tres sintieron el movimiento, la expresión de sus ojos cambió al instante, se miraron unos a otros juzgándose con la mirada.
-juro por mi vida que yo no lo estoy moviendo -susurra Jaime.
-No jodas, ¿en serio eres tu Michael? - Dice Noelia sorprendida.
-Mierda, esto no me gusta chicos -Dice Alex preocupado.
Varias de las velas de la sala donde nos encontrábamos los cuatro se apagaron de golpe entrando por puertas y ventanas un aire cortante y frío, lo pude notar cuando vi el vaho saliendo de sus bocas, os puedo jurar que no fui yo al igual que también os puedo jurar que si sé que lo provocó.
La estancia se estaba llenando de otros seres como yo, pero parecían desesperados, se arremolinaron alrededor de Noelia, Jaime y Alex estirando sus brazos hacia los hilos plateados de sus cabezas, me apresuré a decirles que huyan que se fueran ya deletreándolo en la oüija, sentía como me debilitaba por cada palabra que escribía, pero lo que me causó verdadero terror es cuando empecé a sentir tras de mi presencia muy negativa, gire la cabeza y pude verlos por primera vez, oscuros como el alquitrán con los ojos totalmente vacíos, susurrándome con un timbre de voz que parecían la mismísima muerte.
Espectros -Mátala, mátala, arranca su cordón y termina con su vida.
Sentía tal terror que se lo transmití a Noelia llegándoles mi mensaje de huir y estrellándose el vaso contra una pared.
Los tres se levantaron de un salto y salieron corriendo de la estancia totalmente aterrados, los seres que los rodeaban comenzaron a irse uno tras otro con la mirada totalmente perdida, sin un ápice de humanidad en ellos y los seres oscuros igual que aparecieron se esfumaron.
Salí al exterior pudiendo comprobar que ya estaban a salvo, pero algo era distinto, todo estaba más oscuro como en una película de Tim Burton, veía a los humanos con los cordones conectados a saber donde, pero también los veía a ellos, nosotros, bueno tú me entiendes a lo que seamos, ni yo mismo lo sé porque no estamos conectados a nada y eso me preocupa y mucho, ¿Dónde cojones estoy?
Anduve por la avenida principal observando todo mi entorno, almas de todas las índoles pululaban en todas las direcciones sin ningún destino definido, unas caminaban como yo hacía en ese momento, otras se acercaban a los vivos queriendo tocarles mirando los hilos brillantes de sus cabezas, a mi derecha en una de las calles un hombre escuálido con la piel en colgajos se metía un pico de heroína pudiendo observar que su aura y el hilillo de luz grisácea de su nuca parpadeaba como si fuese un semáforo en ámbar, ¿sobredosis?, quien sabe, pero estaba más muerto que vivo.
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