Martes 18 de Julio de 2017
(3:00 PM)

¡Maldita sea! ¡Otra vez me encuentro atrapada entre estas cuatro paredes! Y no sólo atrapada por las paredes físicas sino por las barreras mentales. Esto no puede ser posible, una vez más como hace 4 semanas atrás, me quedo aquí, pensando en él y en nuestra última conversación.
- ¿Qué ocurre?
- No sé a qué te refieres.
- Sabes muy bien de lo que hablo, hace dos meses que ya no eres el mismo, a veces ni siquiera llegas a dormir.
- Esta es mi vida, entiende eso, tú eres solo un agregado más, no puedes ni debes intentar controlarme. Si no llegué es porque estaba ocupado.
- ¿Ocupado? ¿Con quién?
- Muy bien, te lo diré para que me dejes en paz de una sola vez, estuve con otra mujer.
- Maldito imbécil. ¿Hace cuánto me engañas?
- ¿En verdad quieres saberlo?
- ¿Acaso vas a seguir ocultándolo?
- Tienes razón. Frecuento con ella desde marzo de este año. Y por mi mala o buena suerte la he embarazado, pero pienso hacerme cargo de mi hija y quiero que ella y yo vivamos juntos. Quiero casarme con ella.
- ¿Qué? Tú y yo podríamos tener un hijo y ser felices, dejemos el pasado atrás. Yo sé que aún sientes algo por mí. Ella es sólo un capricho.
- Por favor, deja de ser paranoica. Además no tendría un hijo contigo, ningún niño merecería tener una madre como tú, sentiría vergüenza. Así que por ahora lo mejor es que me largue de este infierno.

Hubiese preferido no enterarse de la verdad ese instante, siente una presión en el pecho que casi no la deja respirar, no sabe qué decir o qué hacer, él ha sido claro con ella pero ella no se permite creer que esto no sea un sueño, por lo que pregunta nuevamente para cerciorarse de que todo lo que escucha es cierto.

- ¿Te vas? ¿Por qué?
- Sabes, contigo no tengo ningún compromiso formal. Además ella es distinta a ti, es diferente, ella no es una… bueno, ya sabes.
- ¿Qué no es una qué?
- Tú eres… bueno, ella no es una zorra. ¿Entiendes la diferencia?

Yo no podía creer lo que está escuchando, el hombre que hace un año juró que no le importaba el pasado me estaba echando en cara cada error, me sentía herida, sus palabras se clavaban como dagas en el pecho y en mis oídos retumbaban las palabras “ella no es una zorra”. La conversación seguía empeorando y yo quería parecer fuerte, intentaba no llorar pero era imposible no hacerlo.

- Así que se trata de eso. Lamento recordarte que hace un año eso no te importaba, se supone que estarías junto a mí sin importar mi pasado. Decías que me amabas.
- ¿Amarte? No me hagas reír. Tu hija acababa de morir y te encontré sola y decidí hacerme cargo de ti para protegerte. Pero ahora que lo pienso, es mejor saber que tu hija no tuvo una madre cómo tú. Darse cuenta del tipo de madre que tenía de seguro la hubiese matado, así que ella sólo se adelantó y se libró de conocerte.
- No puedo creer lo que estás diciendo. No puedo creer que seas el mismo que regresó hace un año y prometió quedarse, tampoco el mismo hombre del cual me enamoré en mi juventud, tú no eres más que una faceta de él hablando como un loco. Di que me amas y que todo esto es mentira.
- Temo decirte que esta es la realidad. Acepto que cuando te vi, todo lo que habíamos vivido hace tantos años atrás volvió a mi memoria y quise recuperar el tiempo perdido pero me equivoqué, no puedo, ahora el tan sólo hecho de verte me da asco, me das asco, me repugna ver tu cuerpo lleno de estrías, mírate, estás gorda, fea y pensar con cuántos te acostaste… ¡Me das asco!
- Cállate, no sé si te das cuenta que me estás hiriendo. Eres cruel, conmigo que siempre traté de darte lo mejor de mí.
- ¿Y qué pretendes que haga? Que me quede contigo por pena y en las noches me vaya a dormir a mi casa o a casa de ella sólo para no tener que verte? ¿Quieres que te bese fingiendo que soy feliz mientras lo único que me gustaría ese momento es escupir, vomitar del asco y repugnancia que siento por ti?

Ese día toda mi fortaleza se fue al carajo. ¡Maldita sea! ¡Maldita ella y maldito él por enamorarse de ella! No fue fácil recuperar la confianza en mí o creer que yo tenía algún valor en este mundo. Cuando decidí estar con él, me enseñó que no importaba el pasado y que todos podíamos cambiar, sin embargo esas palabras se fueron junto con todos mis esperanzas, aún recuerdo lo que pasó esa noche, él tenía una maleta pequeña junto a él. Fingió mirarme y luego escuche su voz, solo dijo “Lo siento, tenía que terminar así”, pero yo pensaba que no habría final para lo nuestro. Fui tan ilusa, he vivido tanto y aún no he aprendido a pisar sobre la tierra, sobre todo con él que ya me había fallado tantas veces.
Quién diría que la misma puerta que una vez significaba “entrada al amor” ahora parecía tener un letrero que decía “salida al amor” y este cuarto se transformaba en una cárcel ante mis ojos, lleno de los recuerdos que me atormentan día y noche. Desde que salió por esa puerta no ha vuelto, llamó hace una semana para decir que hoy a eso de las 7 de la noche vendría por sus demás pertenencias y que no me hiciera ilusiones con que algo entre nosotros cambiaría.

Ella comprendió que él nunca le había mentido, al menos no tanto, cuando ella le preguntó si la amaba, él no respondió y sólo después de haber caído a este precipicio entendió que aquel silencio había sido la respuesta más coherente en ese momento. Ella fue quien se hizo demasiadas ilusiones. Lo más seguro es que para aquél hombre ella no era más que un segundo en una hora de su tiempo, tan insignificante, tan fugaz, tan nada, mucho menos para quién la desperdicia.

Hoy lo dejaré irse, no voy a oponerme, que se lleve todo, hasta los recuerdos porque no los quiero. Mi cuerpo agonizante de ilusiones, se desvanecerá mientras él esté pidiéndome que lo perdone. Lo sé.

~Nota~
Hola a todos y todas. Espero que disfruten de este primer capítulo. No se olviden que compartirla y de votar si es que les gusta.
Actualización de esta novela los días sábado y domingo de casa semana.
No se olviden de pasar por mis otros libros.
Saludos.
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