Martes 30 de Agosto de 2016 (Al día siguiente)

Por primera vez en su vida, ella despierta en los brazos del hombre que ama, se le escapa un silencioso pero largo suspiro, se siente deseada, protegida y su rostro refleja el mismo esplendor de cuando tuvo por primera vez en sus brazos a su pequeña hija. Sonríe mientras estira un poco sus piernas, vuelve a creer en el amor, en las probabilidades, en el destino y la casualidad, cree en todo lo que antes no creía porque quizá fueron esas cosas las que la llevaron a los brazos de aquél hombre o lo llevaron a él a sus brazos.

En todos sus años de trabajo nunca sintió lo que siente con él, ni siquiera con el padre de su hija. Ya lo había dicho ella, él era inconfundible, su pasión, su virilidad, su cuerpo, todo en él era perfecto. Era la tercera vez que los dos tenían un orgasmo producido por el otro, la primera vez que no fingían nada, solo se dejaban llevar por el otro.

Es una lástima que el placer sea solo de momentos, de instantes largos o cortos, pero son solo eso; instantes que forman momentos pero que se acaban en un abrir y cerrar de ojos, no es "eterno" como el verdadero amor.

Lo malo de los seres humanos es que no podemos diferenciar entre el querer, el amar y el placer o deseo. Creemos que amamos cuando en realidad sólo queremos. Y creemos que queremos cuando solo deseamos a alguien.

Es la primera vez que ella hace el amor con alguien en su cama. Se vuelve a ilusionar y está dispuesta a dejarlo todo por él. De pronto siente que sus manos se mueven y rozan su cintura.

- Buenos días.

- Buenos días muñeca.

- ¿Por qué sonríes tanto?

- Porque esto es lo que tenía pensado cuando éramos novios. ¿Recuerdas? Prometí que algún día íbamos a casarnos y despertar juntos. Que no habría persona en el mundo que pudiera separarnos.

- Lo recuerdo.

- ¿Sabes qué es lo más emocionante?

- ¿Qué cosa?

- Que por primera vez me sucede algo realmente bueno en mi vida y tengo la certeza plena de que este es un sueño.

- Pero nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo, para bien o para mal todo tiene que terminar.

- Lo sé, pero lo importante es que ahora estamos juntos.

Veinte minutos después, los dos están vestidos, ella con ropa cómoda y él con el mismo traje de ayer.

- ¿Nos volveremos a ver?

- Tenlo por seguro.

- ¿Puedo llamarte o venir a buscarte?

- Claro que sí, estaré complacida.

- ¿Irás a trabajar?

- Ya no, creo que tengo un nuevo motivo por el cuál estoy decidida a darme unas vacaciones eternas de ese trabajo.

Se sonríen mientras están en la puerta de salida, él se ha negado a desayunar con ella por no importunar, pero a ella le hubiese encantado por primera vez en su vida, desayunar en su casa con la persona que ama.

- Hasta pronto.

- Hasta pronto.

La escena parece ser la réplica exacta de la despedida la última vez que se vieron. ¿Esta vez será igual? ¿Se separarán? ¿Él volverá a buscarla?

Unos minutos después ella está preparando su desayuno y escucha que tocan a su puerta, su corazón se acelera. ¿Será él? ¿Se le habrá olvidado algo?

Va hacia la puerta con el alma en un hilo, abre la puerta y para su sorpresa es su amiga.

- Hola, vi salir un auto de esta casa y me asusté. ¿Estás bien?

- Estoy extremadamente bien.

- ¿Se puede saber a qué se debe esa felicidad en demasía? ¿A poco te has enamorado de uno de tus clientes y lo has traído a casa?

- Algo parecido. ¿Recuerdas que te había contado sobre mi primer amor?

- No me digas que... –ella se calla y lo entiende todo.

Empiezan a gritar juntas como las adolescentes tiernas que dejaron de ser la primera vez que un hombre tocó su cuerpo.

- ¿Cómo pasó? ¿Dónde se encontraron? ¿Cómo te reconoció?

- Es una larga historia, fue en busca de una mujer, por casualidad o destino me escogió a mí. Cuando iba a quitarme el sostén, me reconoció por mis lunares.

- ¿Y qué pasó luego? ¿Tuvieron sexo?

- No precisamente, bueno, me tocó y lo toqué pero no pasó a mayores porque le dije que eso no podía seguir y le pedí que se fuera.

- ¿Entonces qué hacía aquí?

- Mujer, déjame terminar de hablar, no me interrumpas.

- Es que tú te quedas callada un momento y yo estoy desesperada por saber qué es lo que ocurrió.

- Está bien, te conté que tuve una hija, n exactamente cómo pasaron las cosas pero lo sabe.

- ¿Por qué le contaste? No debiste hacerlo.

- Ya, por favor, déjame hablar.

- Continúa.

- Le conté de ella y yo me puse a llorar. Él se ofreció a acompañarme a casa aunque yo no quería, pero al final accedí. Llegamos acá y hablamos sobre nuestras experiencias en el colegio, las travesuras, las materias, los profesores... después me dijo si podía acercarse y le dije que sí, nos besamos he hicimos el amor, fue maravilloso.

- Tienes que contarme todo –le dice su amiga. Y ella acepta, le cuenta cómo es él y todo lo que le hizo sentir.

~Nota~

GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTÁN LEYENDO ESTA HISTORIA.

Los adoro. Actualizaré pronto. ♥

Att: G }Ï{

SIENTO QUE ÚLTIMAMENTE DEJARÉ MUCHAS POSDATAS JAJAJA LO LAMENTO.

PD.1: Lamento si existen algunos errores ortográficos, es que aún estoy editando el libro.

PD.2: Si necesitan editores para sus libros, puedo ayudarlos, me escriben por interno y listo.

PD.3: Necesito alguien dispuesto a crear un libro conmigo, trataría sobre algo amoroso. AÑO DE COLABORACIONES!!!

PD.4: TENGO NUEVOS PROYECTITOOOOS !!!

PD.5: No se olviden de leer mis otros libros... gracias :)