Y los terribles vientos de julio parecían entender todo, incluso ilustraban la mirada de aquella chica a través de la niebla de la noche.

Julio ahora deja de ser un mes más para convertirse en recuerdos, de risas, llantos, canciones, miradas, besos, mensajes... y un poco más.

Surgen en la noche pensamientos suicidas, ganas de terminar con la agonía causada por recuerdos de un pasado que se fue, un presente que se forja y un futuro incierto lleno de esperanzas.

Mientras ella divaga tristemente, las estrellas tiritan como para animarla, pero ella ni siquiera se da cuenta. Para ella es una noche más, como una de todas esas noches antes de que él apareciera en su vida, ahora que todo empezó a cambiar y la vida a verse a color, se acabó, él se ha ido.

Ella lo ha dejado ir con la esperanza de que él e arrepienta y regrese a su lado él por su parte se ha marchado con la esperanza de crear una nueva historia junto a Valquiria y a su hija.

Los días han pasado lentamente y al ver que sus planes nos salieron como se lo esperaban, ella sufre más, él en cambio ha empezado a olvidarla. Ella empieza a creer que nunca hubo nada, pero de pronto como magia, surge de sus ojos alegría y en sus labios se dibuja una sonrisa. ¿A qué se debe aquello? Se debe a lo que muchos llaman esperanza. Y es que cuando dos deciden alejarse, siempre queda uno con la esperanza de que algo puede cambiar, mientras la otra persona está decidida a superar.

Y de repente la invaden una ráfaga de pensamientos que van más allá de lo que cualquiera imaginaría, piensa en que si ella fuese menos indagadora, no terminaría descubriendo cosas que le duelen. Su curiosidad es la que hoy marca el inicio de la peor de sus pesadillas "el adiós".

Ahora está convencida de que hay cosas que es mejor no saber, porque cuando las sabes, te lastiman. Así que no todo conocimiento te construye, a veces, como ahora, solo te destruye, se lleva todo de ti.

"Casualidad", ella no conocía esa palabra antes de que él entrara a su vida, o si la conocía, no le daba importancia, era una palabra como una de las tantas que encuentras sepultadas en diccionarios o libros electrónicos que hablan de sucesos impredecibles. ¿Este amor lo era? ¿Es que esto que surgió hace un tiempo es sólo casualidad?

¿Qué significa para ella casualidad? Para ella ahora, no es más que el sinónimo de él, de su amado, de su nombre, de todo lo que fue, de ese espejismo mágico que era toda su persona. Le hubiese gustado poder conservarlo como se conserva un perfume y así poder gastarlo poco a poco hasta ella verse convertida en ello, pero no en aromas, sino de frases, de esas frases que a ella cree tan bonitas, de cumplidos que la hacían sentirse más bella.

Una de sus palabras bastaba, su amado sabía que le encantaban, por eso incluso se robaba fragmentos libros o estrofas de poemas de autores como Neruda o Benedetti, porque a ella le gustaban, él sabía que le gustaban. De pronto un día va a una reunión y termina olvidándose de ella. ¿Acaso nunca hubo?

Aprendió a cómo hacerla sonreír, como quitarle el mal genio que ella siempre traía encima, ella era el fuego y él era el mar, por eso siempre sabía cómo controlarla, sabía también cuando dejarse abrigar, también él sabía cómo quitarle sus miedos y darle seguridad. Ella aprendió a amarlo, y lo amaba tanto como amaba su libro favorito; "Los ojos de mi princesa", es más, a su lado ella se sentía uno de esos personajes y ahora parecía realmente ser uno de ellos.

Y hoy, hoy sentada en esa banca, ella se siente igual, solo que ahora ella cree encontrarse en la mitad de otra novela (que no ha leído y que puede llevar el título de uno de los nombres que ella inventaba) en la parte más trágica de la historia, porque ella no puede creer que este sea el final, ella no puede creer que esto haya terminado así. Porque ella no cree que el amor se acabe, ella confía, ella se fía de aquél hombre.

Ella crédula de tantas mentiras, trata de liberarse con cada lágrima que brota de sus ojos y resbala por sus mejillas, esas mejillas que sintieron su tacto.

Lo que no sabe es que tanto la felicidad como la tristeza no están hechos de lo que siente sino de lo que ella recrea en su mente, porque justamente ahora, está pensando, idealizando y recordando en qué libro ha sucedido algo similar para así poder calcular los años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos en que esto se resolverá, porque ella aún no vive la realidad, aún su mente está atrapada en una novela.

Y mientras ella calcula, en otro lugar de la ciudad, él y Valquiria se besan, en otro lugar del mundo dos se toman de la mano, en otro en cambio, dos personas expresan su amor de forma apasionada, pero ella no piensa en eso, piensa en él, en sus ojos, su mirada, sus labios, su sonrisa, su voz... y piensa que en algún lugar, él está ideando un plan para buscarla y volverla a enamorar, pero tristemente, eso no sucederá.

"El adiós" se prolongará por más tiempo del que ella pueda calcular, se hará infinitamente más largo...

Antes eran los kilómetros los que los separaban, hoy no es la distancia terrenal, es el sentimiento, es la cobardía lo que los aleja, hoy los separa algo más grande que el amor que supuestamente existía, pero uno nunca sabe, uno nunca imagina que pasará. ¿Será cuestión de tiempo? ¿Algo en su vida cambiará?

~Nota~

GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTÁN LEYENDO ESTA HISTORIA. Los adoro. ♥

Att: G }Ï{

SIENTO QUE ÚLTIMAMENTE DEJARÉ MUCHAS POSDATAS.

PD.1: Lamento si existen algunos errores ortográficos, es que aún estoy editando el libro.

PD.2: Si necesitan editores para sus libros, puedo ayudarlos, me escriben por interno y listo.

PD.3: No se olviden de leer mis otros libros... gracias :)