Continúa...

Por lo visto las cosas han cambiado demasiado para esta muñequita, ni siquiera parece tratarse de la misma niña inocente que años atrás tímidamente se descubría ante su primer amor, la niña dulce e ilusa se ha ido y ha dejado de remplazo a una mujer calculadora y con muy poco pudor. Todas las mañanas sale con su labial carmesí en su bolso, pinta sus labios de vez en cuando para que no se le note que ya no tienen color propio, se han marchitado con el tiempo. Mientras ella piensa y recuerda su pasado, se ríe a carcajadas. Pero más que reírse, pareciera que vomitara sutilmente esa felicidad inexistente en su vida. Finge a veces estar conforme con la vida tan asquerosa y deprimente que le tocó vivir, mejor dicho, la que eligió vivir.

Los fines de semana, ella tiene la costumbre de mirarse detenidamente al espejo y al observar que va envejeciendo, se queja, ahora su rostro posee una arruga más de las que tenía hace una semana, le molesta saber que el tiempo va pasando ante sus ojos y que aunque afuera parece que cada día es diferente, adentro, en su casa, la vida sigue siendo igual de miserable.

En su casa ella vive sola, sueña sola, duerme sola aunque en el cuarto de hotel siempre hay más de un hombre que la acompaña. Lo cierto es que se siente sola, esté con los que esté, así fuesen 4 hombres en el día, ella emocionalmente sentiría que no estuvo con ninguno. Cuando se siente así, siempre recurre a los recuerdos que tiene del primer hombre que recorrió su cuerpo y la hizo sentir como ninguno.

Tiene una amiga del mismo oficio que una vez le preguntó.

- ¿Alguna vez has enamorado?

- ¿Qué si me he enamorado? Claro que sí.

- ¿Fue hace mucho?

- Me enamoré como hace unos 12 años.

- Supongo que fue una bonita historia, por eso hasta recuerdas hace cuanto fue.

- No sé si fue una bonita historia pero comparado con lo que vivo ahora, creo que será la mejor historia de mi vida –dice ella mientras prende un cigarrillo.

- Anda, cuéntame.

- No, no vale la pena, no fue importante, es decir, ya pasó y no se volverá a repetir así que no tiene caso que te lo cuente –dice seria mientas suspira y fuma su cigarro.

- Si es que te ha hecho suspirar al recordarlo de seguro fue importante.

- Está bien, está bien... te contaré –se acomodan en el sofá y ella empieza a contar– en aquél tiempo yo no era tan hermosa pero era decente, no como ahora.

Y pensar que esa decencia le duró unos 6 añitos más y luego cayó tan bajo como pudo, por eso está aquí, divagando por las calles en busca de hombres infelices que buscan la felicidad más arriba de sus piernas o más abajo de su ombligo.

- ... él era alto, tenía el cabello castaño y unos ojos encantadores, sus labios eran delgados y suaves... nos enamoramos y tiempo después me propuso que fuera su novia, era tímido, poco a poco su timidez desapareció, sin embargo me seguí encantando... íbamos juntos a todo lugar jajaja parecía que nunca iba a terminar, un amor así no es de los que te encuentras en la esquina, era tan respetuoso...

- Hasta ahora todo me parece genial. Sígueme contando. ¿Tuvieron sexo?

- No, bueno sí, pero a esa edad creíamos que "hicimos el amor", que tontos, éramos tan inocentes...

- ¿Quieres que decir que tanto tú como él...?

- Si, exacto, los dos éramos vírgenes.

- Increíble, los dos se entregaron por primera vez.

- Sí, creo que las únicas veces que sentí éxtasis fue en esa etapa, cuando era adolescente y estaba con él, aunque hubo un tiempo en el que se portó como un idiota.

- Todos iguales, pero cuéntame. ¿Cómo fue tu primera vez? ¿Pasó una sola vez?

- No, digamos que recuerdo dos de ellas con exactitud, la primera fue bajo ese sol que me quemaba la cara y la segunda fue una noche oscura, en las dos ocasiones nos consumimos de placer. Fuimos a un bosque de pinos, nos desvestimos y nos acostamos sobre una cama improvisada y provista por la naturaleza. Nos amamos, nos amamos como se aman pocos, hicimos el amor, o más bien dicho, nos conocimos un poco más, aprendimos a ubicar exactamente cada parte del cuerpo, nos miramos, teníamos sed y no era de agua, era sed de poseernos un instante más en aquel tiempo que se hacía polvo.

- Parece que ensueño.

- Exacto, fue de ensueño, afortunadamente, tanto mi primer beso como mi primera vez, fueron con mi primer amor, el mismo niño se convirtió en hombre conmigo, y yo me convertí en mujer con él. Éramos confidentes, nuestras aventuras, nuestros secretos... todo fue mágico y trágico a la vez, digo eso porque se acabó, de pronto sentimos que ya no encajábamos, ya no éramos el uno para el otro.

Ese momento en el que le contaba esto a su amiga, sus ojos brillaban y en su mejilla resbalaba una lágrima, de dolor y amor a la vez, nunca volvió a ser tan feliz como lo era en ese entonces.

- ¿Y qué pasó después? ¿Lo volviste a ver?

- No pasó nada más, la noche que estuve con él fue la última vez que lo vi. Hicimos una promesa, pero nada más, no nos volvimos a comunicar, él tuvo una novia y yo quedé archivada en su pasado. Quién sabe si él sigue vivo o si ya murió o si ya ha por este cuarto de hotel sin que yo me dé cuenta, aunque eso es imposible.

- ¿Por qué sería imposible?

- Si él hubiese venido, me hubiese dado cuenta porque por más que pasen los años, uno no olvida las huellas que dejan los besos, no olvida el color de los ojos, los lunares o el tacto del ser amado y yo no me he vuelto a sentir así, por eso creo que no ha pasado por aquí. Créeme que lo reconocería aunque pasaran muchos años, de eso estoy segura.

- ¿Te gustaría volver a verlo?

- No lo sé. Trabajo en esto y si me viera...

- Solo dime. ¿Te gustaría volverlo a ver?

- Daría cualquier cosa porque eso sucediera.

~Nota~

GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTÁN LEYENDO ESTA HISTORIA.

UN SALUDO A MI FAN Y BUENA AMIGA MACU Y A ANGELITO, POR LOS CUALES ESTOY ACTUALIZANDO. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR.

Los adoro. Actualizaré pronto. ♥

Att: G }Ï{