Viernes 4 de mayo de 2012

Todos creían que yo sería la salvación de la familia, que patético. Lamento haberlos defraudado, no fui lo que esperaban. El hecho de ser mujer hizo que mi vida sea mucho más difícil, he corrido verdaderos riesgos pero no me quejo porque yo misma me los busqué, yo decidí seguir este camino. Ellos nunca se enteraron de que cuando iba a fiestas, me emborrachaba tanto que me quedaba inconsciente, muchos de mis amigos terminaban tocándome con sus manos más arriba de mis muslos y cuando todo rebasaba el límite, me acostaba con todos los chicos que podía, estaba tan perdida, tan fuera de mí que ni siquiera me defendía, no sé si lo disfrutaba o sólo dejaba que pasara.

He tenido sexo en hoteles, en sillones, en muebles, en alfombras, incluso en sanitarios. Cuando decía que me quedaría a dormir en casa de una amiga, en realidad estaba con ellos. Aunque no parezca raro he sido violada demasiadas veces.

Mi familia y yo hemos pasado por muchas situaciones difíciles, si me lo preguntan a mí, yo creo que todo eso sucedió porque tomamos decisiones que sabíamos que no eran las correctas. ¿Entonces por qué las tomamos? Uno es fanático de lo prohibido, por ello es que acaba mal, o al menos yo he acabado mal. Para quienes tienen creencias retrógradas, sin ofender a nadie, supuestamente esto sería culpa de la maldición de mi abuelo sobre mi madre.

Mi abuelo era un borracho y machista, mi abuela era una masoquista con una vida llena de tristeza y golpes. No diré demasiado porque con lo poco que diga ya sabrán cuanta desgracia ha caído sobre mi familia. Como decía, la historia de mis abuelos se remonta a unos 70 años atrás. Cuando mis abuelos se casaron, dicen que es porque los padres de mi abuela la pegaron por culpa de su hermana, fueron golpes que la dejaron inconsciente, entonces ella aceptó la propuesta de mi abuelo para poder irse de su casa y se casó tiempo después. No entiendo por qué se casaron exactamente, uno no se casa simplemente por un resentimiento con los padres, debe haber algo más, por lo general los seres humanos se casan por tres razones:

La primera es porque se aman y tienen planeado un futuro con el hombre o mujer que tienen como pareja, tener una casa, hijos, mascotas... la ven como la persona ideal para que los acompañe toda su vida. Se casan porque están cegados por el amor.

Otros se casan por interés, los bienes materiales a veces superan el amor. Los padres obligan a sus hijos para que se casen por conveniencia. Por eso nunca viven felices, porque creen que podían haber sido felices siendo pobres pero junto a quién amaba. Trágico y patético a la vez. Ese el costo de las decisiones que uno toma al azar.

El tercer grupo, aunque es más pequeño, está compuesto de personas desesperadas y de una edad que oscila entre los 30 y 40 años, sucede más en las mujeres. Creen que no encontrarán a su amor verdadero y por miedo a quedarse solas, escogen un pretendiente y se casan con él, por mala suerte tampoco encuentran la felicidad. Viven arrepentidas pensando en que debieron esperar y sus parejas se cansan de buscar maneras de hacerlas felices y no lograrlo.

Mi abuela se casó a los 35 años y sus padres poseían algunos terrenos. Así que las tres opciones son válidas. Nunca me atreví a preguntarle nada, quizá eso la pondría triste y seguro que la respuesta que escuchara no me sería satisfactoria. Siempre he pensado que hay cosas de las que es mejor no enterarse.

Bueno, lo de la maldición empieza cuando mi madre sale de la casa, había salido de su casa, obligada a trabajar a la edad de 11 años y ahora salía nuevamente. Mi abuelo se había enfermado y no había comida en su casa así que creyó conveniente salir de la casa. El padre le pidió que se quedara porque él estaba enfermo. Ella cómo respuesta le dijo "Estás enfermo porque eres un borracho y te odio porque por tu culpa vivimos así". A lo que su padre respondió "Maldita, vete y no regreses, ojalá pagues caro por esto que haces".

En pocas palabras, mi madre salió de casa, a los pocos días que estuvo lejos, la violaron. ¿Qué culpa tenía mi madre? ¿Quién imaginaría que al buscar días mejores encontrarán su perdición? ¿Quién podía salvar a una niña indefensa de las garras del mal? ¿Dónde estuvo Dios aquél momento?

Existen dos versiones acerca de la violación de mi madre:

La versión de la abuela.

Mi abuela me contó, hace muchos aquella historia, que al principio no creí, comenzó diciendo... "Hace algunos años tu abuelo enfermó y mi madre decidió irse a la ciudad, tu abuelo le dijo que no se vaya porque él estaba mal, pero ella respondió todo era culpa de sus borracheras y él la maldijo con un par de insultos. Elena me contó que aceptó algo de beber y luego un señor la violó y por eso te tuvo a ti"

Cuando me enteré tuve ganas de llorar. No fue una explicación clara, con lo que me dijo me había dejado varias dudas, pero preferí no preguntar. Mi madre, cuando yo era pequeña, me trataba mal y cuando supe la verdad, en mi corazón empezaba a formarse un sentimiento de rencor y odio hacia mi madre a la vez un poco de pena. ¿Qué culpa tenía yo? ¿Por qué yo tenía que pagar los platos rotos?

La versión de mi madre

Mi madre me contó esta versión un día en la cual por mi idiotez, siento vergüenza de admitirlo, le dije que ella no me apoyaba pero que si mi padre estuviese conmigo, él si lo haría.

Ese día le rompí el corazón en mil pedazos, lo sé porque al escuchar esas palabras cerró sus ojos, creo que no podía entender qué había hecho mal para recibir de mí un reproche de tal magnitud, siempre nos habíamos tenido la una a la otra, ella y yo éramos uno solo y lo que dije le dio a entender que yo ya no quería que fuésemos uno solo. Empezó a llorar y yo no sabía qué hacer, me sentía con la culpa de haber dicho eso, aun sabiendo la verdad. Pero las palabras se me escaparon y cuando quise enmendarlo, no tenía ni idea de qué decir.

Entre lágrimas mi madre me contó la versión más triste de su historia, hasta ahora no estoy segura si lo mejor fue enterarme... "Una noche mientras yo caminaba por la calle luego del trabajo, tres sujetos me tomaron a la fuerza y abusaron de mí, por eso no sé quién es tu padre, mi corazón, sé que no soy la mejor madre del mundo pero daría todo por ti. Pude haber tomado la decisión de abortarte y no lo hice, me duele que seas tan mal agradecida. También me arrepiento porque de pequeña no te trataba bien, sé que no tenías la culpa de nada, pero al verte me traías malos recuerdos y lo cual me producía cierto rechazo hacia ti. Aún recuerdo la carta que una vez encontré debajo de tu colchón, en donde le escribías a tu padre y no quería que sufrieras al enterarte de todo esto. Sin embargo me has pagado mal, me estás escupiendo en la cara"

Lo demás fue triste porque mi madre no quería verme por un tiempo, yo entendí necesitaba sanar sus heridas.

Al pasar los días me puse a pensar en la carta que yo había escrito de pequeña, cuando lo encontré me sentí mal porque mis palabras eran de cariño hacia él. Ahora lo único que sentía era rencor y odio hacia esos tipos. Ni siquiera quise saber quién era mi padre, tampoco quiero saberlo porque estoy segura que soy igual o peor que ellos, quizá a eso se refería mi madre cuando dijo que nos parecíamos.

La carta escrita por la dulce niña que ella dejó de ser hace mucho tiempo, decía lo siguiente:

Querido papá.

Primeramente quiero darte las gracias porque gracias a ti estoy aquí.

Sé que no te conozco y tal vez nunca te conozca. Tantas preguntas rodean mi cabeza; ¿Tendrás mis ojos o mi color de piel?

¿Sabes algo?... Mamá no me habla de ti, pero a pesar de ello nunca te echa la culpa de nada. ¿Qué pasó entre ustedes? ¿Qué le hiciste a mamá? ¿Por qué cada vez que le pregunto por ti, una lágrima cae por sus mejillas? ¿Dónde estás? ¿Realmente has muerto?

Al menos tengo un padrastro que me trata muy bien, también tengo una hermanastra que es mi razón de ser. Cuando mi madre se enoja son mi hermana, su padre la defiende. En cambio cuando mi madre me habla, debo callar y luego de que se le pase el coraje volver a sus brazos porque no tengo a nadie a quién recurrir. Quisiera saber qué se siente tener un padre o una familia que sea de tu propia sangre.

Te necesito, es cierto, hay tantas cosas que hubiese preferido contarte a ti y no a mi oso de peluche. Me duele escuchar cómo sus amigas hablan de su padre y cuando me preguntan si te conozco, les digo que no, parezco serena al responder pero por dentro me siento muy afligida. ¿Qué será de ti? ¿Sabrás que existo? ¿Por qué no estás aquí?

A pesar de que no te conozco, te quiero mucho, además estaba haciendo unos dibujitos sobre ti, una vez me dijo mi mami que me parezco a ti, no sé en qué sentido, pero hago un dibujo de nosotros, tú y yo tenemos el mismo color de ojos, de cabello y tu piel es mulata como la mía.

Sé que para los demás, yo sufro por cosas tontas, pero para mí no es igual, sé que ellos tendrán sus razones pero quiero que sepas que te quiero. Vuelve pronto.

Con cariño, tu hija.

Fue muy duro para mi madre afrontar lo de la violación, se llenó de coraje y determinación para luchar y no quitarse la vida, ella cree que fue culpa de la maldición, yo creo que con o sin maldición, por culpa de su padre, ella se expuso demasiado. Dicen que la maldición también cayó sobre mi tía, ella se casó joven, se embarazó, su marido fue al exterior, ella tuvo un hijo con otro hombre, ahora está sola y con dos hijas que cuidar.

Mi abuelo siempre fue machista, no me imagino la gran decepción que tuvo cuando se enteró de que uno de sus hijos era homosexual. Mi otro tío también vive solo pero tiene dos mujeres e hijos que mantener y vive una vida de soltero, toma y sale con otras mujeres, "se parece tanto a su padre" se oía decir los vecinos y de eso no cabe duda.

A cada uno de mis tíos les tocó sufrir demasiado en su niñez y aún siguen sufriendo. Por mala suerte, creo yo, todos llevamos la sangre de nuestros abuelos, heredamos esas ideas tan mediocres de mi abuelo y somos masoquistas como mi abuela.

¿Podía uno de nosotros romper esa cadena? ¿Podrá alguno de nosotros luchar contra sí mismo para cambiar su destino? ¿Caeremos todos en las redes de esa maldición? ¿Dejaremos alguna vez de culpar a terceros y ser mejores? ¿Quién romperá esa cadena?

Debo aclarar que soy la primera nieta y sobrina, así que mis tíos me trataban como una hermana más, pero yo me equivoqué y ahora pago cada error. Por ahora mi familia y yo estamos condenados a vivir el mismo infierno.

La confianza de ellos estaba puesta en mí, decían que tenía futuro, siempre tuve buenas calificaciones y era educada. Cuando crecí empecé a darle prioridad a cosas superfluas, prefería estar en la calle con mis amigas a pasar la tarde en la casa de mis padres y mi hermana.

Poco a poco me fui separando de ellos, empecé a tomar, fumar y drogarme, dejé la droga por completo, pero aún me complace tomarme una copa o dos de vez en cuando y fumar un cigarrillo cada mes. Trato de controlarme, aunque no cabe duda que me parezco a mi abuelo, si mi madre estuviese viva, estaría tan avergonzada de verme así.

Ella quería que siguiera una carrera y fuese profesional, ese era su más grande sueño. Lástima que nunca vio ese sueño cumplirse, luego del accidente en la carretera en donde ellos murieron, me fui de la casa y no quise saber más del estudio, no me gusta hablar de ello porque me siento mal. Era un viernes por la noche y estaban planeando irse de paseo, yo me negué a ir pero mi hermana estaba empeñada en ir así que se fueron el sábado por la mañana.

A eso de las cuatro de la tarde los llamé porque ellos no contestaban, escuché una voz nada familiar y me comentó que mis padres estaban muertos, hablé a mis tíos, ellos tomaron las medidas necesarias para que mis abuelos no se enteraran. Enterraron a mis padres y una semana después me fui de la casa, solo dejé una nota que decía "Estaré bien, los amo". Me enteré que mis abuelos murieron un mes después, lo más seguro es que se enteraron de mi desaparición y de la muerte de mis padres. Yo me fui con unas amigas y un amigo que fumaba demasiado, su madre era una prostituta pero era buena persona, una segunda madre para mí, ella sería la única que estaría orgullosa de mí, si es que aún viviera.

Concuerdo con las personas que piensan que los días pasan y no hacemos más que consumirnos viviendo una vida que tarde o temprano acabará, así que da igual si haces las cosas bien o mal, es tu vida y ya.

Algunas personas en cambio se dedican a vivir la vida de otros, en mi opinión eso es lo más rentable, no tienes que esforzarte demasiado para conseguir algo. Yo, por ejemplo, me aprovecho de los maridos insatisfechos que vienen a buscar en mí lo que no encuentran en su casa, pobres sus mujeres que de seguro están esperando a sus esposos y ellos les pagan con esto, malditos cerdos, maldita yo también por cometer el pecado de la carne, lo que me complace es saber que no soy yo la que los busca y los saca de sus casas, son ellos quién eligen si venir o no, yo solo cumplo con mi trabajo, aunque a veces creo que esa es una excusa barata para sentirme menos culpable.

El pago siempre es en efectivo, nada de cheques ni tarjetas, a los que tienen anillo de compromiso y a quienes son adinerados les cobro más que a esos que vienen con caras largas porque están estresados pero no son casados, solo quieren pasar el rato. Este es un trabajo complicado, aunque el dinero cae literalmente del cielo, quizá algunas que se dediquen a lo mismo lo disfruten, yo no, pero necesito el dinero y la forma de obtenerlo sin mayor esfuerzo es hacer esto. Si lo hago bien, gano bien.

Debo fingir, aquí no importa la edad o color de piel, da igual si en el cuarto de hotel tienes a un joven de 20 o a un señor de 40 años, sea blanco o moreno, el procedimiento siempre es el mismo, los besas en su cuello, algunos cuellos son suaves, otros arrugados y unos cuantos son ásperos, se siente asco pero hay que hacerlo. Una vez que has besado su cuello, ellos quedan encendidos, entonces besas sus labios, a veces los sientes salados, a veces dulce, unos con un aliento fresco y otros con un olor pútrido, por lo que prefiero besarlos en su cuello, esto es demasiado asqueroso, sentir su saliva dentro de tu boca, a veces fría, a veces caliente...

Si se ha logrado con éxito los pasos anteriores, el tercer paso será gemir, a veces despacio, con la voz baja y otras veces rápido, como si estuviese loca, sé lo que buscan por la manera en la que se dirigen a mí, su tono de voz, su forma de tocar. Si ellos lo disfrutan y tengo suerte, te pagan extra.

A veces en el silencio de mi cuarto, trato de encontrar la paz pero me parece escuchar sus voces decir "Gime por favor, ummm, un poco más, así, sí, así", me produce nauseas recordarlos, recordar sus rostros y sus gestos que a veces parecen muecas deformes.

Hablando del siguiente paso; se trata de fingir un orgasmo, es difícil, depende también del cliente, si lo logro en segundos, se irá pronto y si no logro que llegue al climax, debo esperar y ser utilizada a su antojo. No me hace gracia recordarles que algunos pobres hacemos cualquier cosa por dinero, peor si somos "ambiciosos", somos capaz de "lamer el zapato del patrón", obedecemos como borregos en el rebaño, para ellos somos animalitos, en este trabajo es igual, les das placer y vendes tu cuerpo por unos minutos que parecen una tortura eterna.

Antes esto era más fácil, cuando era joven e inexperta, solo me ponía un vestido corto y tenía muchos clientes, podía ser que en acto yo no dijera ni una palabra, igual me pagaban muy bien, lo único que querían era disfrutar de carne fresca y complaciente. Ahora no es lo mismo, da igual usar vestido, blusa escotada o pantalones pegados, lo hombres acude a mí porque les gusta la forma en que me porto y lo que les hago sentir, aunque yo no siento nada.

Algunos cuando entran preguntan mi nombre, siento que me invento un nombre distinto para cada cliente. Nadie sabe cómo me llamo realmente, es mejor así porque siento estar en el cuerpo de otra mujer y así no me da tanto asco, no me gustaría que mi nombre fuese pronunciado un sin número de veces por diferentes hombres. Pensándolo bien, me daría casi igual ya que tras unos cuantos tragos, ellos terminan diciendo cualquier otro nombre, quizá el de sus esposas o el de alguna amante. No me importa, no me pagan por preguntar, sino por hacerles olvidar o quizá por recordarles a alguien que se fue o a una mujer inalcanzable.

~Nota~

Hola a todos y todas. Otro capítulo un poco  largo en recompensa a que no he actualizado. Ya tengo internet en mi casa.

GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTÁN LEYENDO ESTA HISTORIA. UN SALUDO ESPECIAL A MI FAN Y BUENA AMIGA MACU POR LA CUAL ESTOY ACTUALIZANDO. NO SE OLVIDEN DE VOTAN Y COMENTAR.

Los adoro. Actualizaré el próximo fin de semana. ♥

Att: G }Ï{

Psdt: Sé que la trama de la novela es un poco fuerte por decirlo así. Por eso mismo tenía mucho miedo de publicar el libro, por miedo a lo que puedan pensar, pero bueno, si se pasan por la descripción del libro y la introducción del libro, recordarán por qué escribo.