Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6~"¿ORGANIZARÍAS MI BODA?"

Me levanto a las doce del día, no recuerdo haber dormido tanto en mucho tiempo, ni siquiera por ser domingo. Tengo tantísimo trabajo acumulado tras la boda de ayer, un cuerpo sumamente agotado y una mente algo turbada. Cuando somos niños soñamos con crecer, tener nuestra independencia, nuestro dinero y una vez logrado, deseamos volver a la niñez, a esa etapa donde todo es fácil y solo nos preocupa divertirnos hasta caer agotados.

Antes solía organizar dos bodas al día, aunque pronto comprendí lo difícil de hacerlo. Los recursos no lo permiten y el trabajoso preparativo para cada evento nos supera con creces. Por eso tenemos las bodas una tras la otra casi, aunque siempre dejo, aunque sea un mes de por medio. Por ejemplo: estamos en abril, este mes han sido hasta ahora dos bodas contando la de ayer. Dejamos de descanso mayo para la preparación de las ceremonias y volvemos a la carga en junio. Las vacaciones son a principios de julio y no volvemos a trabajar hasta septiembre.

Me pongo manos a la obra con la casa, tengo que dejarla reluciente pues a saber cuándo podré volver a hacerlo con tantas complicaciones. Estoy tendiendo la ropa y recogiendo un poco cuando me llaman.

— Buenas tardes Alanna, ¿cómo estás? — me pregunta Rob.

— Bien y tú — le respondo con una sonrisa amable.

— De maravilla.

— ¿Lograste el tan ansiado perdón?

— Más o menos, digamos que probablemente estoy muy cerca— dice con una sonrisa de lado y saca, como no, unas rosas con una nota.

— ¿Y eso? — pregunto asombrada.

— Vamos Al, no me digas que tienes amnesia y olvidaste a tu admirador secreto.

— No, no lo olvidé, pero hoy es domingo no miércoles — le recuerdo.

— Lo sé, también me sorprendió. Al parecer no pudo esperar tanto tiempo — dice entregándome todo.

— Esto es sorprendente, nunca creí que podría ocurrirme algo así.

— Eres hermosa, divertida y una gran persona. Los hombres simplemente caen rendidos ante tus encantos — vaya esas son palabras muy bellas.

— Gracias, eres muy amable al decir eso — le digo y se encoje de hombros entregándome el recibo.

— Lo cortés no quita lo valiente. Además, siempre hay que ir con la verdad por delante, adiós — se despide con la mano, le correspondo. Si esa chica no le perdona su falta estará perdiendo un tesoro irremplazable. No todos los días nos topamos con hombres tan capaces de expresar sin pena o temor sus sentimientos y pensamientos. Hombres así valen su peso en oro, como suele decir mi madre.

Volviendo al anterior tema no me lo puedo creer todavía, no entiendo lo de adelantar la entrega; no comprendo el propósito. Me encojo de hombros pensativa, a lo mejor sabe que las recibo y cuánto me gustan o algo por el estilo. Esta vez fueron dos rosas blancas rociadas también con mi perfume preferido como las otras, la nota dice:

Podría mirarte sin cansarme por la eternidad,
podría besarte sin prisa hasta mi muerte
eres el mejor regalo que ha existido jamás.
Si mi cobardía no fuera más grande que mi amor,
podría sin temor mostrarme ante tí
y expresarte frente a frente,
cuán profunda es esta llama que arde en mi corazón.
Solo espero que cuando ese día llegue
me permitas demostrarte los sinceros
que son mis sentimientos.

No tengo palabras de nuevo, no entiendo su miedo. Si es alguien conocido debe saber que no lo lastimaría, pero tal vez sea eso. Tal vez tema a mi rechazo y mi petición de ser solo amigos, pues a veces, eso es simplemente más devastador. En realidad, no sé bien cómo proceder, nunca antes me había pasado algo así. Suspiro, mejor no me rompo el coco con esto, lo que tenga que ser será. Todo pasa por algo y si no, es porque simple y llanamente no debe ocurrir.

Almuerzo algo sencillo, no tengo ánimos para cocinar. Incluso estoy pensando en cenar lo mismo. A las seis por fin termino, no me encuentro tan exhausta como cría al principio, por lo tanto, decido pagarle a Santiago por las molestias ocasionadas el día de ayer. Busco su número en mis contactos y le marco. Un timbre, dos, tres...

— Hola Alanna — me saluda su melodiosa voz al otro lado de la línea. No sé bien cómo explicarlo, al oírlo mi corazón dió un giro en mi pecho.

— Hola Santiago, ¿haces algo en la noche?

— Pues no, los domingos cierro al mediodía ¿Tienes alguna proposición interesante para hacerme? Estoy abierto a recomendaciones.

— Sí, tengo una muy interesante ¿Te parece ir al cine conmigo?

— Claro, dime la hora y te recojo.

— A las ocho. Podemos cenar en mi casa y luego dirigirnos hacia allí.

— Bien, nos vemos en tu casa — ahora me pongo nerviosa. Cómo se me ocurre decirle que yo cocino, no sé cómo proceder. Lo mejor es decantarme por algo sencillo, nada trabajoso, complicado o exagerado. Con esa idea en mente me encamino hacia la cocina.

A las siete y media ya estoy arreglada. Opté por un pantalón, un par de botines negros, una blusa con escote recto y una manga en el hombro derecho. El pelo me lo recogí en dos trenzas chinas, un maquillaje suave: delineador de ojos, pestañas, un poco de colorete y un creyón mágico rojo en los labios. Cuando suena el timbre estoy muy nerviosa.

— Buenas noches, estás preciosa — me saluda tendiéndome un ramo de rosas blancas.

— Oh gracias, ¡rosas blancas!, mis favoritas — digo aceptándolas con una radiante sonrisa.

— Lo sé — me dice siguiéndome hacia la sala.

— ¿Lo sabes? — le digo deteniéndome en seco y volteando a verlo ¿Cómo puede saberlo?, es impo... a no ser, ¿será mi admirador secreto? Si lo pienso bien, con frialdad, no es una idea tan disparatada si contamos su invitación el día de la fiesta a bailar juntos, su coqueteo incesante y atrevido, su inminente aparición en mi empresa para llevarme el almuerzo... — ¿Cómo lo averiguaste?

— Una de tus socias me lo dijo, si no me equivoco fue Alizandra. Hablamos de muchas cosas mientras la ayudaba con el cake. Le pregunté cuál era tu flor preferida y me lo dijo, no sin antes interrogarme exhaustivamente sobre mis intenciones — dice destornillado de la risa seguramente recordando las locas preguntas de mi amiga. "Ah, era por eso". Saqué conclusiones erróneas y precipitadas, sin embargo, no puedo evitar sentir un pinchazo de decepción en el corazón.

Si Santiago fuera mi admirador secreto sería algo extraordinario. Cuando me toca me hace sentir especial, con solo una mirada suya mi razón parece esfumarse para dar paso a lo irracional.

— Y dime ¿cuáles son tus intenciones? — le digo arqueando una ceja arrogante y curiosa a la vez (no quiero que note cuánto me importa su respuesta)

— Conocerte mejor, formar parte de tu vida y ser tu amigo claro — dice mirándome fijamente. Otro pinchazo en las entrañas, no quiero ser solamente su amiga.

— Te salvaste, estuve a punto de llamar a mis guardaespaldas y no son pocos — digo riéndome para disimular mi desencanto; él se me une poco después. Nos sentamos a cenar, dice que cocino muy bien y alaba mis habilidades. Después nos dirigimos al cine, elegimos ver una película titulada 27 Bodas. Lo sé, una locura. Esa película me encanta, es una de mis preferidas. Al decírselo eligió verla, ¡por mí! Es un detalle gigantesco de su parte, cosa por supuesto nada sorprendente viniendo de él. Puede que lo conozca solo desde hace pocos días, pero he podido notar cuán detallista, atento, cariñoso, comprensivo y buena persona es.

La película trata de varias personas: de Jane, su jefe George, su hermana Tess y un reportero llamado Kevin. Jane y su hermana se enamoran de George. En una boda Jane conoce a Kevin quien estaba haciendo un reportaje sobre esta. Tess le miente a George haciéndole creer que les gusta las mismas cosas, un tiempo después anuncian su compromiso. George quiere contratar a Kevin para llevar el reportaje de su gran día y así es como él y Jane empiezan a conocerse mejor. Sin embargo, este empieza un artículo en secreto para su periódico a partir de la agenda de Jane. Kevin le entrega todo a su jefe pidiéndole un poco de tiempo para arreglarlo, pero este lo publica sin comunicárselo provocando la pelea de ambos. Al mismo tiempo se incrementan las tenciones cuando Jane se da cuenta de los cambios hechos por su hermana al vestido de novia de su madre. Para vengarse de Tess muestra fotos de ella haciendo cosas de las cuales dijo nunca haría.

En fin, todos se separan y al final Jane se queda con Kevin y Tess con George, felices por siempre, ¿gracioso no? Es una lástima que en la vida no haya un guión para seguir al dedillo en el cual sabes los pasos para dar y a la vez conoces el tan maravilloso final aguardando para ser rebelado.

A las doce decidimos dar un paseo por el parque. A pesar de ser tan tarde aún hay personas sentadas y hablando en los bancos.

— ¿Te gustó la película? — le pregunto.

— Sí, creí que sería un tostón, no te lo voy a negar — dice riéndose y contagiándome - no obstante fue entretenida.

— Por películas como estas me ha gustado lo de preparar bodas. En ellas, sin saberlo o esperarlo, puedes conocer al amor de tu vida.

— No sabes cuánta razón tienes.

— ¿Por qué? ¿Has conocido a alguien especial en alguna? — le pregunto curiosa deteniéndome cerca de unos árboles y arbustos.

— ¿Quién sabe? — dice encogiéndose de hombros sin agregar nada más. Decido no insistir más sobre el tema, al parecer no piensa rebelarme ningún otro detalle ¡Maleante!

— Hasta ahora para mi desgracia no me ha pasado. Aunque perder la esperanza no es propio de mí— digo mirando al cielo y sonriendo antes de volver la vista a él— Soy una luchadora hasta el final.

— Lo sé, eres una gran luchadora y valerosa mujer— sus ojos tan hermosos y resplandecientes bajo el brillo lunar y su boca, oh dioses, esa boca tan tentadora en estos momentos tan próxima a la mía, se me hacen irresistibles. Me acaricia lentamente la mejilla.

— Eres el mejor hombre que he conocido en mi vida— digo emocionada— Gracias por existir y por estar aquí conmigo, por ser como eres y por hacerme sentir especial— digo a solo un suspiro de sus labios.

— Gracias a tí por existir Alanna. Eres una mujer muy especial, de gran corazón, carismática y luchadora. Si todos fuéramos como tú el mundo estaría repleto de bondad— dice con una pasión tan profunda, me derrito a cada segundo ¿Habré encontrado por fin a mi príncipe azul?, ¿será verdadero este sentimiento tan profundo en mi pecho o solo una ilusión?

Dirijo mi vista hacia la de Santiago y literalmente soy transportada al universo. En sus ojos hay un mundo entero, cien galaxias resplandecientes. No puedo hablar, la voz se me ha escapado.

— Vayamos a algún lugar a bailar, no quiero que la noche termine aún— digo con un poco de dificultad sin moverme un ápice. Si nos quedáramos así por la eternidad, con su mano en mi mejilla, su aliento entremezclándose con el mío y su aroma embriagándome hasta dejarme prácticamente inconsciente, no podría negarme a recibir tal placer.

— Tampoco deseo terminar la noche, sin embargo, concédeme solo un momento de este precioso instante— dice inclinándose más hacia adelante.

El aliento se me queda atascado en los pulmones mientras todo ocurre a cámara lenta delante de mí. Su mano libre va hacia mi cintura acercándome más a él hasta sentir su calor, erizando todo el bello de mi cuerpo ante tanta intimidad. Cierro los ojos y sus labios pasan cerca de los míos en un roce imperceptible encaminándose a mi mejilla para besarla tan tiernamente que hasta ganas de llorar me dieron.

Todos aquellos con los cuales he salido no desperdiciarían esta oportunidad para besarme a pesar de yo no querer, sin embargo, Santiago no, él es diferente. Provoca tantas emociones en mí, es tan maravilloso. Temo estar entrando en un terreno inestable del cual me será imposible escapar.

Nos dirigimos hacia "Baile de Salsas", un local en el Cerro. Juntos nos movemos al compás de "Valió la pena", "Muy dentro de mí", "Tu amor me hace bien", entre otras de Marc Anthony. A las tres me lleva a casa y se despide de mí depositando un suave y lento beso en mis nudillos. "Todo un caballero, todo un galán, todo un sueño" pienso suspirando al verlo alejarse y desaparecer en la oscuridad.

Me lo pasé muy bien, estar a su lado me gusta. Sentir su piel, oler su aroma, su cercanía hace a mi corazón latir como loco y a mi estómago contraerse. ¿Será amor?, ¿me estaré enamorando de Santiago?, ¿aceptará mis sentimientos? Ohhhhhh, esto es una agonía, quiero respuestas, quiero en este momento estar a su lado, oir su voz, sentir sus manos en mi cuerpo, sus labios en los míos apagando esta llama que me quema por dentro. Me confundo estando a su lado, una amistad más rara no he visto antes, pero ¿será esto una simple amistad o algo más?

👰🏻🌄👰🏻🌄👰🏻🌄
La canción de mi móvil me despierta a las siete de la mañana ¡Cuatro horas!, solo dormí ¡cuatro horas!

— Diga— respondo somnolienta.

— Hola Alanna, siento despertarte tan temprano— me dice Silvia, una de las novias. Se casa a mediados de octubre.

— No te preocupes ya estaba despierta— miento levantándome y dirigiéndome a la cocina a preparar café. Conecto el altavoz, así puedo escucharla mientras trajino encontrando las cosas.

— Me dijiste que hasta el día de la boda puedo hacer cambios ¿verdad?

— Sí, hasta cinco días antes de la boda— la corrijo.

— Bueno, resulta que quiero otro tipo de decoración y también otro vestido— Cuando acaba debo agarrarme a la meseta con mucha, mucha fuerza para contener un grito de frustración. Es la tercera vez que hace lo mismo. Volver a cambiarlo todo, venga ya, solo tenemos el final de este mes y el otro, luego salimos de vacaciones y al entrar tendremos todo acumulado y será un sin vivir.

— ¿En serio? — le digo con ironía— Dime tus ideas.

— Mira, aquí en Cuba nunca nieva, ni hace tanto frío. He pensado en decoraciones de invierno. Ya sabes copos de nieve, árbol de navidad, santa, esas cosas.

— Ah— es todo lo que atino a decir.

— Para el vestido lo quiero con mangas hasta los codos, ceñido a la cadera y con pliegues en vez de volantes. Guantes sencillos hasta las muñecas, un velo largo con encajes de flores. Mi madre está de acuerdo por eso pensamos en acudir a tí por ayuda— me dice, como si fuera tan sencillo.

— Vale yo me encargo.

— Gracias— dice colgando.

Tengo ganas de matar a alguien. De donde me saco yo las cosas para la decoración navideña, las cuales ni por asomo, pueden ser iguales a las de las novias que se casan en noviembre. Venga Alanna, inhala y exhala, necesito esa taza de café enseguida.

Unas horas después estoy en mi oficina. Me he tomado más de cinco tazas de café extra grandes. Estoy concentrada revisando papeles, poniéndome al día con las cuentas, los pagos, cuando unos súbitos golpes a la puerta me interrumpen.

— ¿Alanna puedo pasar? — me dice Analia.

— Claro entra, ¿cómo estás? — le pregunto dándole un beso y un abrazo— El sábado llegué corriendo y no pudimos hablar.

— Estoy de maravilla y tengo buenas noticias— me dice con una radiante sonrisa.

— ¿En serio? — le pregunto haciendo a un lado los papeles para dedicarle toda mi atención.

— Sí, ayer fue el aniversario de Orlando y mío, celebramos que hace cinco años estamos juntos ¿Te lo puedes creer? — suspira.

— Pues sí, ustedes hacen una pareja muy hermosa. Desde la escuela se supo que terminarían juntos.

— Gracias, bueno a lo que iba. Ayer fuimos al restaurante donde tuvimos nuestra primera cita y bueno...— dice mostrándome su mano.

— ¡Te propuso matrimonio! — exclamo incrédula.

— Si— dice asintiendo con la cabeza— no me lo podía creer. Siempre les ha tenido fobia a las bodas, pero dijo que desde el inicio de nuestro noviazgo su vida ha cambiado y que ya no concibe su futuro sin mí. Me propuso formar una familia juntos y todo.

— Me alegro por los dos, se merecen ser felices— digo abrazándola— No me lo creo todavía ¡Os casáis!

— Si verdad, estoy que me subo por las paredes.

— Deberías, estoy segura de que serán muy felices. Por mi parte os deseo lo mejor y que su matrimonio sea tan espléndido como lo son ustedes.

— Gracias Al, quería pedirte otra cosa.

— Dispara.

— ¿Organizarías mi boda? — pregunta algo tímida. Me emociono más; que mis mejores amigos confíen en mí para hacer de ese día el mejor es algo incomparable. Me llena de júbilo su petición y una creciente agitación de alegría me recorre completa.

— Eso ni lo dudes, tendrás la mejor boda del mundo.

👰🏻💗🤵🏻💗👰🏻💗🤵🏻
Jo con estos dos. Muy caballeroso Santiago, pero yo quiero acción, ¿a qué sí? Estos dos me van a volver loca, ¿Y a ustedes?

Por otro lado tenemos una espléndida noticia, ¡Orlando y Analia se casan!🎊👏🏻 Estoy contentísima por ellos y súper frustrada con Alanna y Santiago 😑. ¿Quién más pensó que se besarían? Yo les chillé un montón cuando no pasó.

Bueno, queda uno más para terminar este maratón, a disfrutarlo.
Mil besos 💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro