Por fin he tomado una decisión. No fue nada fácil hacerlo, pero seguir engañándome no me lleva a ninguna parte. Lo mío con Daniel terminó aquella catastrófica noche. El amor que sentí por Dani se esfumó y en su lugar nació el cariño de la amistad. Un cariño que él ha sabido ganarse en esta última semana. Mañana regresará a Florida y nuestra relación se basará solo en la amistad. Estoy cansada de luchar por sentir algo que no puedo obligar a nacer. El amor no se puede forzar, o lo sientes o no; así de simple, doloroso y complicado en muchas ocasiones son los sentimientos. Esta noche terminaré aquello por lo cual nos esforzamos en conseguir y sin embargo, jamás pasó.

- Al, cariño ¿estás en casa? - pregunta mi madre desde la puerta. Su visita me sorprende, no esperaba verla hoy.

- Hola mamá, qué alegría verte- digo abrazándola con fuerza. En estos momentos es cuando más necesito el amor de mi madre. Puede que su opinión sobre lo mío con Dani no me guste en lo absoluto, sin embargo, eso no cambia que su deseo solamente sea mi felicidad.

- Vine porque sé que hoy es el día en que todo termina o empieza- dice sonriéndome con cariño.

- Gracias, no sabes lo feliz que me hace tenerte conmigo en este momento- le digo con lágrimas en los ojos. Mi madre siempre ha estado a mi lado. Me ha apoyado, aconsejado, pero, sobre todo, gracias a ella soy quien soy hoy.

- Sentémonos un rato. Mi propósito aquí es distraerte de las preocupaciones y el sufrimiento- dice tomando mis manos y guiándome hacia la sala- Estoy comprometida- eso, eso si no me lo esperaba.

Me le quedo mirando atónita, con la boca abierta y los ojos desorbitados. Sabía que mi madre tenía una relación con un hombre e incluso lo conocí. Me cayó muy bien, es amigable y una buena persona, pero de ahí a comprometerse van dos pasos. No creí que escucharía alguna vez de los labios de mi madre esa palabra.

- ¿Tú, comprometida? - no soy capaz de asimilar tal notición.

- Sabía que te sorprendería. Es normal que no esperes algo así de mí- se rió sin descanso de mi cara - Sabes que tu padre fue mi gran amor y con él te tuve a tí.

- Por supuesto, no se cansan de contar esa historia- le respondo recordando la infinidad de veces que me la han repetido. Incluso Olivia la relata en ocasiones sorprendida por cómo acabó todo.

- Pensé que después de él no volvería a enamorarme. Lo que tuve al lado de Mauricio fue especial y mágico. Nuestro amor fue de telenovela, no obstante, acabó en una amistad única que hoy en día todavía perdura. Marcos y yo estamos juntos hace seis meses ¿recuerdas?

- Sí, me ha sorprendido que duraran tanto. Me cae bien, es un buen hombre y te trata de maravilla. Aun así, de ahí a casarte, tú que rehúyes de las complicaciones, imposible.

- También estoy sorprendida, pero cuando el día de nuestro aniversario me lo propuso, me sentí muy feliz. Reconozco que al principio estuve tentada a negarme- dice riéndose- sin embargo, me di cuenta de que lo amo como no he amado a otro hombre en mucho tiempo. Me comprende y cuando estoy a su lado me vuelvo una gelatina. Es agradable volver a estar enamorada, solo espero que esta vez sí sea para siempre.

- Estoy feliz por tí mamá. Te mereces lo mejor y estoy segura de que a su lado serás muy dichosa. Te puedo asegurar que esta vez será para siempre- digo abrazándola.

Continuamos hablando un rato más y me contó al detalle la pedida de mano. Ojalá alguien se me declara de esta forma, preferiblemente Santiago. Aún sigo desconcertada por este repentino cambio de actitud. Ella ha tenido sus relaciones y ninguna la ha hecho plantearse el matrimonio, no obstante, es cierto que desde el inicio de su relación con Marcos estaban destinados a estar juntos y por suerte, a pesar de al principio no llevarse bien con mi padre, ahora son grandes colegas y amigos.

Cuando llega Daniel gracias a la agradable charla con mi madre estoy relajada, con un poco de nervios, pero relajada a la vez.

- Hola mi flor de primavera ¿Qué hacemos aquí? Nuestro último día deberíamos pasarlo en otro lado- pregunta entrando.

- Lo sé y lo haremos más adelante si todavía quieres hacerlo- le digo cerrando la puerta- Antes me gustaría que habláramos.

- Tú dirás- dice sentándose, hago lo mismo- Estoy seguro de lo que dirás, pero aun así te escucharé- tomo aire para empezar hablar. Ojalá no tuviera que hacer esto.

- Desde el inicio te dije que pondría todo de mi parte para hacer resurgir lo que una vez tuvimos. Lo hice, di todo de mí para lograrlo, pero no fue suficiente. Me divierto contigo, pasar el rato juntos es agradable y eres un hombre excepcional. Sin embargo, no pude volver a enamorarme de ti.

- Quieres que deje de insistir y seamos solo amigos- dice con una sonrisa y mirada triste.

- Lo siento, en verdad lo siento. Lo intenté, me esforcé, pero no pude. Te tengo cariño y me agrada tu compañía, pero amo a Santiago. Mi corazón le sigue perteneciendo a pesar de todo lo que sufro al verlo enamorado de otra.

- Alanna- dice llamándome por mi nombre por primera vez desde hace tiempo- yo siento lo mismo. Creí que te amaba, que todavía sentía ese gran sentimiento por tí. No lo hago, te tengo cariño y recuperar tu amistad me ha hecho muy feliz. Estoy seguro de que nada romperá este nuevo vínculo que ha surgido entre nosotros, no obstante, una relación depende de dos: de tí y de mí. De que los dos queramos lo mismo y está comprobado que ni tú ni yo, lo hacemos.

- Así es, para ser felices al completo debemos estar con quienes queremos en realidad, no con quienes nos esforzamos por querer. En mi caso es imposible, no puedo, aunque eso no quiere decir que me rinda. Esto que siento con el tiempo y el pasar de los años desaparecerá y un día conoceré a alguien con quien seré feliz o por lo menos eso espero lograr. Hasta entonces viviré mi vida y disfrutaré de la felicidad de mis seres queridos. Debes prometerme hacer lo mismo, no dejarás de buscar a esa otra persona que te completa.

- Te prometo dar todo de mi parte para encontrarla. Puede que tarde un poco, todavía me cuesta creer que no te tendré otra vez conmigo, pero lo haré, de eso no tengo dudas. Siempre tendrás un lugar especial dentro de mí. Te amé demasiado y espero que en el futuro cuando nos volvamos a encontrar, los dos seamos completamente felices.

- Yo también quiero eso- digo abrazándolo.

- Por cierto, he querido preguntarte algo desde hace un tiempo.

- Pregunta, responderé lo que quieras.

- ¿No te gustaron mucho mis postales con las rosas rojas, no es así? - pregunta con una sonrisa- Sé que no son tus preferidas.

- Si me gustaron y más las hermosas palabras que me dedicabas. Es verdad, no son mis preferidas, sin embargo, lo compensabas enviándome las notas y las rosas blancas- le digo riéndome.

- ¿Rosas blancas con notas? - preguntó sorprendido. No entiendo a qué viene tanta sorpresa.

- Sí, me refiero a las primeras que empezaste a enviarme antes de alternarlas con las postales. Quiero decirte que no me esperaba nada así y por eso me sorprendió.

- Alanna no sé de qué me estás hablando- dice muy serio- Yo no te envié ninguna rosa blanca en ningún momento- "me parece que esta es una broma muy pesada" pienso un poco molesta.

- Muy gracioso. No es justo que hagas bromas sobre esto- le digo muy seria también.

- No estoy bromeando Al. Yo jamás envié nada de eso.

- Me dijiste que tú eras quien me enviaba las notas- le recuerdo molesta. No puedo creer que Santiago tenga razón y todo este tiempo solamente estuvo fingiendo.

- Y lo hice. Te envié las postales unas semanas antes de aparecer para dar inicio a todo esto. Lo hice en el tiempo justo que me faltaba para venir a Cuba. No sé nada de rosas blancas con notas - con esas palabras me quedo helada. Primero por haberlo juzgado tan mal y segundo por... por... ¿Santiago habrá tenido razón en todo y eran dos admiradores secretos? Si es así ¿por qué dejó de enviármelas?

Le explico todo a Dani y como me lo temía, no procedían de él los otros envíos. Creía que Santiago estaba loco, pero no, llevaba razón. Supongo que el otro admirador dejó de insistir al verme en algo con Daniel. Al abrir la puerta para despedirlo quedamos en no perder el contacto. Santiago fue quien me recomendó insistir en no perderlo completamente una vez acabara con todo. Sus consejos fueron muy útiles para no desesperarme por no sentir amor. Cuando miramos hacia el piso nos quedamos sin habla. Hay una rosa blanca con una nota esperando para ser vistos ¿Cómo llegó esto aquí? ¿Cuándo la pusieron en la entrada?

- Al parecer nuestra ruptura ya se hizo pública. No esperaba que la noticia volara tan rápido- dice despidiéndose con una sonrisa. Decidimos que lo mejor es no salir, él debe preparase para el largo viaje que le espera mañana.

Recojo las cosas y entro en casa. Me dirijo a la privacidad de mi habitación y con la luz tenue de la lámpara de noche, leo la nota.

Quise renunciar a mi amor por tí, era lo mejor. Le darías una oportunidad a otro de conquistarte y en el transcurso me destrozarías el corazón. Lastimarte nunca fue mi propósito, pero mis acciones te hirieron más de lo deseado. Creíste que él era quien te enviaba las rosas y notas, sin embargo, no te conoce tanto como yo. Ha llegado el momento de revelar la verdad. Es hora de mostrarme ante tí y que descubras quien soy.

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Muy buenos días a todos. Sé que he estado muy alejada de Wattpad, pero aquí les traigo un nuevo capítulo. Muy, muy, muy pronto aclararemos los misterios. Que tengan un lindo día. Nos leemos💞