Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19~"POR LO MENOS LO INTENTAMOS"

Es jueves y cuatro días han transcurridos desde mi reconciliación con Dan. Me he esforzado por volver a sentir cosas por él, por volver a enamorarme perdidamente una vez más ¡Nada! ese ha sido el resultado. Todo es por culpa mía pues Dani ha puesto su mayor empeño. Ojalá pudiera dejar de compararlo en cada ocasión que tengo con Santiago. Si dejara de hacer eso podríamos avanzar algo.

Lo he intentado, Dios sabe que sí, pero no he podido. Mi amor por Santiago le gana al cariño que siento por Daniel. En cuanto a la boda, todo está quedando impresionante. El salón de la fiesta es una verdadera obra de arte, me quedé encantada con el resultado. Amanda ha confirmado que tanto el vestido de novia como el de las damas de honor están casi terminados. Todos los invitados ya confirmaron su asistencia (excepto la novia, claro).

No solemos trabajar los domingos, sin embargo, como es para alguien especial hicimos una excepción y realizamos hora extras. No he vuelto a recibir ni una nota ni rosas. Daniel suele darme flores cada día, pero no es lo mismo. Supongo que me he vuelto demasiado dependiente de ellas, de la alegría y euforia de recibirlas. No entiendo su decisión de dejar de enviarlas al haber conseguido su propósito.

Hoy iremos a ver una película, cenar, pasear por el Malecón, será genial. Hace tiempo que no lo hacemos. Me pongo un vestido sencillo sin adornos en forma de tubo, tacones altos y el pelo suelto, solo tengo que esperar a que mi cita aparezca. Cuando llega nos encaminamos a nuestro destino. Me gusta estar en su compañía, es gracioso y un gran acompañante.

— La película estuvo de maravilla— le digo una vez salimos del cine. Luego de cenar nos dirigimos hacia aquí y me sorprendió con una comedia romántica.

— Me alegra que te haya gustado. Es de las mejores de esta semana— me dice cogiendo mi mano y entrelazando sus dedos con los míos.

— No me sorprende. ¿Sabes? Me divierte estar contigo.

— Aún no he logrado enamorarte ¿verdad? — me detengo en seco y lo miro. Sus ojos destilan tranquilidad y su sonrisa es muy sincera. Miro hacia la oscuridad del mar, ya hemos llegado al Malecón.

— No Dan— le digo con honestidad— te tengo mucho cariño, sin embargo, no puedo decir que te ame.

— Está bien Al— dice cogiendo mi rostro para que lo mire— todavía me quedan unos días aquí.

— Ya, no sé si serán suficientes.

— No me importa si no lo son. Por lo menos me permitiste volver a formar parte de tu vida. ¿Y qué si no te enamoras de mi otra vez? Por lo menos podremos ser amigos.

— Por supuesto, seremos amigos pase lo que pase. Ahora que has vuelto a formar parte de mi vida no planeo dejarte marchar, así como así.

— Por lo menos lo intentamos. Con eso me es más que suficiente— dice sonriendo.

— Por lo menos lo intentamos— repito— Pero no te rindas todavía, eh. Nos quedan varios días por delante.

— Puedes estar segura que no me daré por vencido. Ya llegué hasta aquí, no pierdo nada con seguir adelante— seguimos caminando un rato más. Al perdonarlo, un gran peso se liberó en mi pecho. Daniel es un hombre excepcional y estoy segura, aunque no quiera decírselo por el momento, de que yo no soy esa otra mitad de su corazón. Por más que él se empeñe en creerlo, no lo soy.

— Lo malo...— dice de repente sacándome de mis pensamientos— es que no pude ayudarte a olvidar a Santiago. Será lo único que lamente de todo esto.

— Hay cosas que son imposibles de conseguir— digo suspirando— Mi historia con Santiago es rara y aunque sufro por amarlo me alegro mucho de haberlo conocido.

— Eso es porque eres una persona muy especial. Tú no eres capaz de odiar a alguien.

— A ti te odié por un tiempo— le recuerdo.

— Llevas razón— dice riéndose— sin embargo, en el fondo seguías queriéndome. Creo sinceramente que esa fachada de odio era solo para ocultarlo y evitar que volviera a dañarte.

— Siento mi comportamiento hacia ti— le digo algo apenada. Sé que se lo merecía por imbécil, no obstante, ha sido un gran apoyo cada vez que recordaba mi situación con Santiago.

— No lo sientas Alanna— dice deteniendo su andar y apoyándose en el muro antes de mirarme con intensidad y arrepentimiento— Me lo tenía bien merecido por haber sido un estúpido.

— No te voy a rebatir esa afirmación— nos reímos.

— Me alegra volver a tenerte en mi vida.

— A mí también me alegra tenerte en la mía— Le doy un corto beso y seguimos nuestro camino. El resto de la noche se nos va entre bromas, besos y cotilleos. Incluso como en los viejos tiempos jugamos a adivinar cuál es el oficio de las personas por como visten.

— ¿Salimos mañana otra vez? — me pregunta cuando llegamos a la puerta de mi casa.

— Me encantaría que saliéramos mañana. Recuerda que debe ser por la noche, pues por él día trabajo.

— No te preocupes, será al anochecer— me asegura.

— ¿A dónde iremos?

— Eso será una sorpresa— dice antes de darme un beso— Nos veremos— veo cómo se aleja. Está mal lo que diré, pero aun así lo haré: "Cómo desearía que fuera Santiago con quién estuviera haciendo esto".

Por un tiempo creí que lo estaba conquistando, que podría hacer crecer un amor hacia mí. Ahora ya ni siquiera me atrevo a imaginar algo imposible.

A la mañana siguiente tengo las energías desbordantes. La noche anterior fue una maravilla y me encuentro súper feliz. Mi móvil suena cuando estoy revisando algunas cosas para una boda de noviembre.

— Hola mamá— digo al contestar.

— Vaya, me alegra oírte tan contenta— me río de su respuesta.

— Oh mamá, que cosas dices. Yo siempre estoy así.

— Antes solías pasarte el tiempo entero de esa forma. Desde que te enamoraste de Santiago y empezaste a organizar todo lo de su boda, tu estado de ánimo ha sido como una montaña rusa— me río.

— Todavía me siento de esa forma— le confieso— Pasar tiempo con Daniel me ha hecho volver a sonreír y sentirme feliz conmigo misma.

— ¿Eso quiere decir que estás enamorada de él? — resoplo al oírla. Desde que le dije lo de mi intención en cuanto a Dani no ha dejado de preguntarme lo mismo, tanto ella como Olivia.

— No resoples y contesta la pregunta de tu madre— me quedo con la boca abierta al oír la voz de mi madrastra.

— ¿Estáis juntas? — pregunto sorprendida. Se supone que deben estar trabajando.

— Claro, estamos resolviendo unas cosas de suma importancia— me dice Olivia— No cambies de tema jovencita y responde.

— Vale lo haré— "¿De cuáles cosas hablarán?" pienso — No, no me he enamorado de él.

— Uf que suerte— oigo que le dice mi madre a Olivia bajito.

— ¿Por qué es una suerte?

— Ah..., ¿me oíste? — dice mamá sorprendida.

— Por supuesto que te oí. A qué vino eso.

— A nada hija, a nada— responde mi mom por ella— Solo que no creemos que ustedes hagan una buena pareja.

— Creía que ya no estaban molestas con Dani después de yo haberlo perdonado.

— No lo estamos— dice mi madre— simplemente creemos que vuestra felicidad no está entre ustedes.

— Y que aún no te hayas vuelto a enamorar nos lo confirma— dice Olivia— La felicidad de él está al lado de otra mujer y la tuya...— se detiene. Aquí hay gato encerrado.

— ¿Dónde está la mía? — la incito a continuar.

— Ay hija ya sabes lo que opinamos al respecto— dice mi madre. Resoplo nuevamente. Todavía siguen con eso.

— Ya les dije que no intentaré conquistar a Santiago y menos ahora estando tan cerca de su boda— les digo por enésima vez— Precisamente por amarlo deseo su felicidad. Prometieron intentar comprenderme.

— Lo hacemos... un poco— dice mi mom. Algo es algo ¿no?

— ¿Me llamaron solo para eso? — les pregunto cansada. Estoy harta de esta conversación.

— Sí, solo te llamábamos para ver si ya te habías enamorado— dice Olivia.

— Pues ya les di una respuesta. Pueden volver a resolver sus "cosas de suma importancia" y dejarme tranquila.

— No te pongas arisca hija— dice riéndose mi madre— Gracias por respondernos con honestidad mi querida niña. Un beso y adiós— cuelga sin dejarme responder. No sé qué estarán tramando, pero nada bueno será.

Por la noche ya estoy lista para mi cita, espero con ganas la llegada de Dani. En la tarde hablamos y todo estaba bien; no pude sacarle la ubicación del lugar. Si alguien sabe guardar un buen secreto ese es él.

Cuando el timbre suena salgo apresurada, aunque me detengo al llegar a la puerta para coger aire. Por desgracia no es quien yo creía, pero no me desagrada la sorpresa.

— Hola, ¿cómo, tú por aquí? — le digo cerrando la puerta.

— Estaba por el vecindario y pensé en pasar a saludarte. Estás impresionante— me dice con una encantadora sonrisa.

— Gracias, voy a salir con Dani ¿De verdad te parece que voy bien? ¿No habré exagerado un poco? — le vuelvo a preguntar dando una vuelta sobre mí.

— No he visto a ninguna mujer más hermosa en mi vida— dice con cara de pillo. Me rio de sus tonterías.

— No sé dónde iremos por eso me encuentro tan nerviosa.

— Tranquila, seguro será un lugar fantástico.

— Gracias por no enojarte al saber de mi decisión.

— Yo siempre estaré para ti. No importa cuán equivocadas me parezcan tus elecciones.

— De todas formas gracias— digo riéndome. Si llego a perder su amistad me derrumbaría— Si estás aquí es porque algo querrás— insisto, no soy tonta.

— En realidad, si quiero algo— dice aproximándose para susurrar en mi oído— Una forma de reconciliarme con mi novia.

— ¿Te has peleado con ella otra vez? Venga ya hombre ¿Qué pasó ahora? ¿Cuál fue el detonante en esta ocasión?

— Dudé de si me amaba o no de verdad y...

— A pesar de que yo te dijera una y mil veces cuanto te ama y lo feliz que serán juntos.

_ No pude evitarlo, la siento distante ¿Y si todo esto no es más que un error? Tal vez deba echarme atrás.

— Eso ni lo sueñes. Si estás enamorado de ella, debes luchar. Si no tienes confianza ni fe en tu novia, entonces no la amas tanto como crees— y eso es justamente lo que me pasa a mí con Dani, ahora lo entiendo. No es solo la comparación, también es por no confiar abiertamente en él temiendo que pueda lastimarme en cualquier momento. Al parecer mi subconsciente solamente lo reconoce como un amigo y nada más. Ya no me fío de él como pareja, no obstante, como amigo soy capaz de abrirle mi corazón de par en par.

— Tienes razón, soy un imbécil. Pasé por mucho para que me aceptara, no puedo arruinarlo ahora— reflexiona para sí.

— Bravo, hurrraaaaa, por fin Cristian usa la cabeza. Es la primera vez en su vida— le digo burlándome.

— No me da gracia. Amo a Sthep, no puedo perderla, no lo haré. Please, help me.

— No puedo, solo tú lograrás reparar ese accidente.

— Pero ¿cómo? — preguntó súper temeroso. Ay que tierno es que quiera arreglar las cosas con Sthepania.

— Piensa en algo que le guste verdaderamente y la deje convencida. Debes impactarla.

— Siiii, tienes razón. Ya lo tengo, eres la mejor Al— dice y se va corriendo. Es un loco enamorado. Han pasado cinco minutos desde la hora en que quedamos Dani y yo ¿Dónde andará?

— Hola Al, vi la puerta abierta y por eso pasé— me dice otro individuo que no pensaba ver.

— ¿También tienes un problema con tu novia y quieres mi consejo? — le pregunto burlona. Santiago se ríe y niega con la cabeza.

— Para nada, vine acompañando a Cris— mira a su alrededor y sonríe— Por lo visto se fue sin mí. Estás impresionante.

— Gracias— le respondo sonrojándome.

— ¿Vas a salir? ¿Si estoy deteniéndote me iré? — dice preocupado.

— No, no es...— el sonido de mi móvil interrumpió mi explicación, es Dan— ¿Dani, te encuentras bien? Habíamos quedado hace siete minutos.

— Lo siento mi flor de primavera. Te llamo para cancelar la cita.

— ¡Qué! — grité indignada llamando la atención de Santiago— ¿Cancelar y eso? Cuando hablamos esta tarde todo estaba bien.

— Mi hermana tiene fiebre muy alta. Su marido la va a llevar al médico ahora mismo. Tengo que quedarme en casa cuidando a mis sobrinos— vaya tela, genial.

— No te preocupes, otro día será.

— Lo siento— dice antes de colgar.

— Sencillamente maravilloso, vaya mierda— digo tirándome en el sofá.

— ¿Pasa algo? — me pregunta mi invitado. Se me había olvidado su presencia.

— Daniel y yo íbamos a salir hoy— resoplo por los planes interrumpidos— Le ha surgido un problema y no puede venir. Me puse tan linda por nada. Solo para quedarme en casa viendo la tele.

— Eso no es necesariamente cierto— me dice Santiago. Intrigada vuelco toda mi atención en sus palabras— Yo no tengo nada por hacer esta noche. Estoy aquí, tú estás espléndida y tengo una moto. Podemos pasar el rato juntos— me lo pienso. No pierdo nada por hacerlo, mi relación con Daniel ya llegó a un punto muerto del cual no saldrá. Nuestros intentos por salvar algo que ya estaba acabado fueron patéticos y no dieron resultado.

— Acepto. No tengo deseos de quedarme sola en casa— y así empieza una noche maravillosa. Cenamos en su restaurante una fantástica comida hecha por él, vemos varias películas (no puedo evitar sentirme mejor en su compañía que en la de Dani) y luego damos un paseo por el Malecón. Me siento algo rara al estar aquí con él. Ayer mismo Dani y yo paseamos por este mismo sitio hablando de nuestra relación y del siguiente paso a seguir.

— Gracias, si me hubiera quedado en casa estaría muerta del aburrimiento— le digo subiéndome al muro para sentarme.

— No fue nada, me lo paso fenomenal contigo— dice sentándose a mi lado.

— ¿Cómo está tu chica?

— Muy bien, no hemos podido hablar mucho en estos días, pero el consejo asombroso de una amiga me ayudó a no rendirme y no lo haré. Puedo asegurarte que Ana me ama— me duele saberlo. Todavía guardaba una pequeñísima esperanza en el fondo del corazón— ¿Qué tal tú con Daniel? No te he visto el pelo en cinco días.

— Bastante bien. Siempre me ha gustado pasar tiempo con él, sin embargo...

— ¿Qué? — pregunta. Suspiro antes de responder.

— Llegué a la conclusión de que esto no nos llevará a ningún lado.

— ¿Por qué lo dices? Lo han estado intentando a penas por poco tiempo. Me dijiste que lo amabas, eso debe contar ¿no?

— No lo amo Santiago— le digo mirando el vaivén de la gente y el correr de los carros— lo quiero, me divierto a su lado...

— Entonces, ¿cuál es el problema?

— Yo, yo he cambiado. Ya no soy la misma mujer que él conoció y no creo que me conociera tan bien en realidad.

— ¿A qué te refieres? — preguntó sorprendido.

— ¿Cuál es mi flor preferida Santiago? — le pregunto a mi vez.

— Las rosas blancas claramente— dice sin pensarlo siquiera. No puedo creer cuanto me conoce.

— Daniel al parecer no lo nota. Me ha regalado un sinfín de príncipes negros y muy pocas rosas blancas. Es solo... no sabe que no me gustan los animales, que prefiero salir, a pasar el rato en casa.

— Tampoco sabe cuánto te gustan las noches estrelladas de luna llena, como la de hoy_ vaya me sorprende que sepa ese detalle. Me quedo alucinada mirándolo— No me mires así, te conozco más de lo que crees— me rio ante eso. Puede que así sea, pero no me ama.

— A eso me refiero. Lo intenta y se esfuerza, no obstante, creo que no estamos hechos el uno para el otro. Por lo menos lo intentamos

— A sí es, por lo menos lo intentaron ¿Y por qué no rompes la relación en vez de continuar con esta falsa?

— Ya falta poco para que el vuelva a Florida. Si en estos días no cambia nada romperemos como lo prometimos antes de empezar.

— Ya sabes que estoy aquí por si quieres hablar o un hombro donde llorar— dice rodeándome la cintura con su brazo y acercándome a sí mismo. Pongo la cabeza en su hombro y me siento relajada. Si tan solo pudiera detener el tiempo para guardar este momento eternamente. No quiero cambiar nada, lo amo y para mi desconsuelo creo que siempre lo haré.

— Las rosas blancas significan esperanza ¿recuerdas? No te rindas y no pierdas la fe— me susurra Santiago al oído. Me gustaría poder tener eso, pero a cada instante la pierdo más.

"Por favor Santiago, fíjate en mí como mujer, como una posible pareja sentimental, no como una simple mejor amiga. Cancela tu boda con Ana o mejor, pregúntame a mí sí quiero casarme ese día en su lugar. Te diría que sí sin pensármelo dos veces. Por favor... por favor."

👰🏻‍♀️💗🤵🏻💗👰🏻‍♀️💗🤵🏻
Hola a todos, aquí les dejo un nuevo capítulo, disfrútenlo. Ya casi estamos llegando al final 😃. Los amo💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro