La desilusión es el sentimiento más oscuro y doloroso que el ser humano pueda sentir. Es una fuerte agonía oprimiéndote el corazón. Son lágrimas de sufrimiento contenidas en nuestro interior para no ser mostradas. La desilusión, es no ser correspondido por otra persona, es amar sin ser amado, querer sin ser querido. Es, en muchas ocasiones, sentimientos ocultos. Es mirar desde la distancia sin poder mostrar tu amor. Parece una herida abierta, sabes en lo más profundo de tu ser que te recuperarás, sin embargo, no puedes o no quieres creerlo. ¿En algún momento de vuestras vidas habéis sentido algo parecido? Yo sí, todo esto y más lo estoy sufriendo en este instante mientras Santiago me pide el favor.

— Verás, hace un tiempo conocí a una chica especial. Jamás creí que se fijaría en mí, las probabilidades estaban en mi contra— dice riéndose— Mi favor es que me ayudes a organizarle una boda sorpresa para ambos en un mes— seguí aquí, sentada, sin saber cómo responder a eso. Mi otra mitad, mi media naranja ama a otra mujer, se quiere casar con ella en un mes y planea que sea yo quien le coordine la boda ¿No es irónica la situación? — ¿No dices nada?

— Es... bueno... es...— no encontraba alguna frase o palabra para responderle. Mi cerebro se ha bloqueado a tal grado que solo repite una y otra vez en una devastadora cadena interminable: Santiago se quiere casar con otra mujer, Santiago se quiere casar con otra mujer... y así sin fin, produciéndome una agonía difícil de expresar con palabras.

— Sé que te pido mucho— sigue diciendo— pero eres la única capaz de ayudarme. Eres una buena amiga, podría decir que mi mejor amiga. Confío plenamente en tu criterio y estoy seguro de solo poder conseguirlo con tu ayuda— él no puede ni imaginarse como me está doliendo cada palabra. Es como tener un cuchillo en el corazón y con cada sílaba va enterrándose más y más profundo.

— ¿Quién...— respiro hondo para controlar el temblor de mi voz— quién es la chica?

— No la conoces, no es de por aquí— dice cortante. "¿Se puede saber qué respuesta es esa?"

— ¿Dónde se conocieron?

— En la boda de mi hermana— dice— De hecho, fue ella quien la organizó ¿te acuerdas? La mencioné cuando nos conocimos— así que se trataba de esa mujer.

— Sí, me acuerdo— digo secamente. Él ignoró mi tono.

— Es buena en organizar bodas. En realidad, es profesora de informática, pero organiza bodas como hobby— me dice— Si algún día necesitas ayuda puedes pedírsela, no es tan buena como tú, pero le encantaría echarte una mano— ya, como si fuera a contratar a mi rival por su corazón. Eso ni muerta.

— ¿Dónde se encuentra ahora tu novia? — pronunciar la última palabra me costó horrores.

— Organizándole una boda sencilla y familiar a unos primos algo lejos de aquí. No vendrá hasta terminarla, exactamente en un mes.

— A ver si entendí bien— digo despacio pronunciando con calma cada palabra— Quieres organizarle una boda, de la cual ella no tendrá conocimiento hasta...— le digo para que complete la frase.

— Hasta tres días antes— termina. Me quedo mirándolo un buen rato sin pronunciar palabra.

— ¡Te has vuelto loco! — exclamo al fin— ¿Cómo diantres organizaré una boda donde la novia no participará hasta tres días antes? Por si no lo has notado, las novias son las que eligen todo en estas ceremonias. Los hombres solo asentís con la cabeza y calláis mansamente.

— Lo sé, lo sé, por eso específicamente acudí a tí— insiste— Eres la mejor en esto.

— Aunque sea la mejor, me pides un imposible.

— No es así, yo la conozco bien. Puedo ayudarte en algunas cosas y en otras te encargas tú.

— A ver cómo hago que esto te entre Santiago. Las bodas se hacen según los gustos y preferencias de los novios ¿Entiendes lo que quiero decir? Los novios, el no-vio y la no-via— digo marcando cada palabra para hacerme entender— Desde bodas lujosas hasta simples. Sin los gustos, opiniones e ideas de ella no puedo hacer nada. No importa lo que digas o cuanto la conozcas, CAPISCI— le digo intentando hacerle ver la realidad y las cosas desde mi punto de vista. Ni se inmuta.

— Podemos hacerlo. Si acudí a tí es porque confío en tus decisiones. Por más raro que parezca, tus gustos y los de ella son muy parecidos. He estado en alguna de las bodas organizadas por ti y eres increíble. Solo debes pensar que organizas la tuya. No digo que sea igual si no quieres, solo parecida— me sigue insistiendo sin darse por vencido. Como si fuera tan fácil ¡Pretende que organice mi boda de sueños para él con otra mujer! Definitivamente, se volvió loco.

— Santiago mira...— me interrumpe sin dejarme terminar.

— Sé que es mucho pedir Alanna, pero no tengo a quien más acudir. Yo la amo, quiero pasar mi vida con ella, envejecer juntos, crear una familia ¿Si fueras tú quien me pidiera el favor, no querrías lograrlo a toda costa? — dice triste ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Cómo organizar algo que en el transcurso del camino me destrozará el alma?

— Mira— le digo suspirando— no te prometo nada, mayo es el mes de preparar la mayoría de las cosas para las bodas de junio. Según lo que me pides, quieres casarte con ella a finales de mayo, ¿me equivoco?

— No para nada.

— Como decía, lo consultaré con las chicas y mañana te doy una respuesta. No puedo tomar ninguna decisión sin su consentimiento, al fin y al cabo, son mis socias y estarán implicadas ¿Te parece bien así?

— Claro Alanna, esperaré tu llamada entonces— dice despidiéndose y encaminándose a la puerta. Antes de salir se gira hacia mí una última vez— Eres la mejor amiga del mundo. Nunca olvidaré esto, no hay dos como tú. Eres única y mágica, gracias— y así, sin más, se va dejándome hecha polvo, añicos.

Todos mis sueños, mis esperanzas e ilusiones se fueron con sus primeras palabras. Santiago ama a otra mujer y con o sin mi ayuda se casará con ella ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí? ¿No merezco un final feliz? ¿Por qué en las películas todo es tan hermoso y en la vida real no? ¿Acaso solo debo sufrir cuando del amor se trata? ¿Por qué mierda Santiago no habrá mencionado a esa chica antes?

Lo odio, me hizo ilusionarme con él para después tirarme un balde de agua helada para hacerme volver de un tirón a la dura realidad. Una realidad dolorosa y desolada. Pensaba que había algo especial entre los dos, que esta vez todo saldría bien y no sufriría. Resultó que todo formaba parte de mi imaginación, de mi fuerte deseo por encontrar mi verdadero amor.

Un rato después aún con el corazón hecho pedazos llamo a las chicas y les comunico la petición. Ninguna de ellas conoce mi amor hacia Santiago por lo tanto no ven mal hacerlo, es un amigo y nos ha ayudado muchas veces. Sin embargo, ninguna decisión se toma del todo si yo no estoy de acuerdo. Para algo soy la jefa.

— Alanna, si tienes algo en contra de esta boda no la llevaremos a cabo, no importa cuánto nos caiga bien él. Te conocemos y sabemos que nunca dudas en una situación así— me dice Esperanza.

— Si Al, alguna buena razón debes de tener para titubear así— insiste Beatriz.

— Mirad chicas, yo...— no pude continuar ¿Cómo explicarles esto?

— Alanna tú decides, eres la jefa, la mandamás, la líder, la patrona— dice Lorelain haciéndonos reír a pesar de la situación— y una mujer maravillosa. Aceptaremos tu deliberación sea cual sea, sin embargo, la inseguridad y la indecisión no son propios de tí.

— Lleváis razón— digo asintiendo. Las entiendo, pero esto es complicado. No quise enamorarme, solo sucedió. Fue algo lento pero potente a la vez y ahora...ahora todo... todo se acabó sin tan siquiera haber iniciado— Chicas mañana les comunicaré mi decisión, hasta entonces dejadme sola, por favor— agrego en tono bajo, pero firme para zanjar el tema.

Ha en casa, luego de que mom me dejara a Princesa y disimular lo mejor que pude mi malestar me dirijo al frío y cojo una botella de vino. No me apetece pensar, quiero olvidarme de todo. Me tomo del tirón la primera copa y la segunda la dejo por la mitad. Este día empezó bien, tenía tantas ilusiones y planes para nosotros. Había decidido volver a salir con Santiago o invitarlo a mi casa y entonces se lo diría, le diría cuánto lo amaba. Él vería que sentía lo mismo por mí y así empezaríamos una relación de amor que culminaría con nuestro matrimonio. En realidad, esta historia sí terminará con un matrimonio (si acepto hacer la boda claro) pero no será el mío.

Cojo el móvil y pongo la primera música de la lista de reproducción. Mala idea, la canción es "Ay Corazón" de Cali y El Dandee. Nada me sale bien hoy, toda mi vida en este momento es un infierno, y nunca mejor dicho para lo que arde en mi interior. A pesar del dolor empiezo a cantarla a todo pulmón.

¿Cómo le explico a mi corazón que ya tienes dueño?
¿Cómo se olvida cada recuerdo que hace llorar?
¿Cómo le digo que en el amor no valen los sueños?
¿Cómo mentirle y que no se muera si tú no estás?
Ay corazón, corazón, corazón olvídala
Que ella fácil nos olvidó
Eso te pasa por enamorarte
De una promesa que nunca llegó.

No me prestéis mucha atención, cuando nos rompen el corazón nos da por tomar hasta caer muertos. Ay como duele, es como si tuviera un hueco enorme en el pecho y no pudiera respirar. No me importa si piensan que estoy loca.

— Soy una chica que sufreeeee mucha desilusión— grito mientras me termino mi quinta copa. No puedo creer lo idiota que pueden ser los hombres, no se enteran de nada, solo nos hacen sufrir y sufrir, no vale la pena enamorarse. Si solo me causará agonía prefiero no hacerlo.

¿Por qué será que los hombres siempre me hacen daño? Dos veces, van dos veces que me hacen añicos... polvo el corazón. Aunque, esta vez al estar tan, tan, tan enamorada, es aún peor. Por lo menos en aquella ocasión solo sentía afecto, cariño y si bien, todo lo que me hizo ese hombre me destrozó y abatió no tiene comparación con esta circunstancia, la cual simplemente me ha dejado desolada y vacía.

Lloro toda la noche, lloro hasta que se me secan los ojos, lloro hasta el cansancio, lloro hasta que me quedo profundamente dormida. Al despertarme al otro día, me dirijo a la ducha para desperezarme y aclararme la cabeza. Ayer mientras me deshacía en lágrimas una idea surcó mi mente. Tal vez no debería seguirla, echarme atrás ahora sería lo mejor. Todavía estoy a tiempo de hacerlo, pero no, no lo haré.

¿Saben por qué? Pues porque no soy una cobarde y los problemas siempre, los encaro con manos de hierro, la frente muy en alto y los hombros bien erguidos.

— Hola Ángela, no podré ir a trabajar hoy hasta más tarde, pero llamé para daros mi respuesta sobre la propuesta de Santiago— le digo decidida— Aceptaremos, le haremos la boda en un mes.

— Eso es genial, se lo comunicaré ahora mismo a las demás. Sabía que al final recapacitarías y tomarías la decisión correcta— esta solución la tomé con una sola idea en mente.

Le organizaré mi boda de sueños, a pesar de causarme malestar en el cuerpo de solo pensarlo, por una sola y explícita razón: su felicidad, aunque esta no sea a mi lado o conmigo.

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Pobre de nuestra Alanna, ¿os imagináis en una situación parecida a la suya?

Vosotr@s que harían, ¿seguirían los pasos de Alanna o se negarían a ayudar?

¿Quién creen q sea está misteriosa novia? La novela empieza a ponerse intensa. Espero q hayan disfrutado del capítulo, yo sufrí un montón escribiéndolo. Mil besos y abrazos a todos 💞