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Una semana ha pasado desde mi nueva vida. Sí, nueva, porque todo es tan extraño que parece recién hecho.

Todos estamos tristes por la ausencia de nuestros padres ya que desde que éramos unos pequeños estamos acostumbrados a tenerlos cerca. Pero ahora es distinto.

Yo soy la única que sabe que papá está muerto. Los demás guardan esperanzas mientras yo me trago esa rosa de espinas sintiéndome mal por mentirles de tal forma, pero como dije, no quiero que sigan sufriendo como yo lo hago.

Se hará una pequeña fiesta cerca de casa. Todos saben que papá no está pero yo dejé claro que se fue de viaje para no alertar a nadie. La gente murmura sobre los Zoldyck ya que todos desaparecieron sin dejar rastro. Su apellido real es Zöller pero aquí los conocen como Zoldyck.

Menos mal que desaparecieron, ya que estoy más que lista para acabar con todos. O eso me digo, la verdad es que pensar en matar al hombre al que amo no es fácil. Y sí, todavía lo amo.

Sé que dije que solo siento odio por él, pero no es solo odio porque lo llegué a amar con mucha intensidad. Con tanta que no me di cuenta lo que pasaba a mí alrededor y eso me costó muy caro.

Aden se metió en mi pecho aunque me cueste admitirlo, pero también lo odio porque me quitó a alguien muy importante para mí. No sé si en verdad esté lista para verlo, creo que pasarán los años y la respiración se me cortará con su presencia porque de esa forma lo amo.

Alondra prepara el desayuno y todos comemos en silencio. Como dije, todos estamos tristes y últimamente los temas se escasean por lo cual solemos comer en silencio.

Sobre la fiesta no sé de qué será, pero asistiré. Necesito hacer unas cuantas cosas antes de comenzar a volverme fuerte, prometí hacerlo y no soy de las que rompen las promesas.

Gigi y yo retomamos la amistad que habíamos olvidado. No le conté nada sobre lo que sé de los Zöller porque estoy segura le contará a Colin y lo menos que necesito es tener una disputa con él ya que se pone bastante intenso y fastidioso.

Las nubes fuera están condensadas, por lo que sé que pronto el agua tomará Forks. Pero no me sorprende, aquí siempre llueve y hace frío.

Vuelvo a mi habitación, los recuerdos de esos ojos grises azulados me atormentan. No puedo dejar de pensar en él de la noche a la mañana pero odio que siempre se tome un lugar en mis pensamientos.

Quisiera borrar mis recuerdos pero prefiero tenerlos guardados para cicatrizar bien. Su traición aun duele y si antes quería saber quién era él ahora me da igual saber quién es. La verdad a veces siento que me miento a mí misma diciéndome eso.

Me acuesto en la cama odiando el día en el que lo conocí. Odiando el día en el que me enamoré de sus labios, sus ojos y de todo sobre él. Odiándome y lamentando haber pagado mi error con la muerte de papá.

Respiro hondo, no he vuelto a llorar y tal vez eso no me ayude mucho ya que el nudo en la garganta se intensifica. Me tomo las pastillas que he empezado a tomar para no romperme.

Nadie sabe de esto así que las escondo en un cajón. Sé que nadie se mete con mis cosas pero prefiero prevenirlo a que descubran como he tenido que sobrellevar todo esto.

Compré una cajetilla de cigarrillos. Sí, antes no entendía que le veían a fumar pero a decir verdad me relaja un poco. Solo por un momento en el que mis pensamientos se quedan suspendidos.

Tomo uno encendiéndolo, dándome igual la promesa que le hice de no volver a fumar porque él me hirió de la peor forma posible. Y lo más triste es que no ha dado la cara para golpear el tan lindo rostro que tiene.

Le doy una calada al cigarro, estoy temblorosa ya que lo que haré hoy no será fácil y me tiene un poco nerviosa. Me termino el cigarrillo encendiendo otro, necesito blanquear mi mente ya que un error y escaparán y quiero exterminar a esa plaga de una vez por todas.

Me termino el segundo cigarrillo levantándome para sentarme en el suelo a meditar. Como ya dije, necesito blanquear mi mente y esta es una buena forma aunque no lo parezca.

Después de una hora siento a mis piernas dormidas. Todo el día la paso en mi habitación intentando calmar los nervios hasta que por fin lo hago y dejo de temblar.

La noche cae y me doy una ducha para colocarme el vestido negro de tirantes que usé en el falso funeral de Brenda. La lluvia se ha tomado Forks todo el día, me coloco los tacones negros que no quiero utilizar y dejo mi cabello suelto bajando las escaleras.

Alondra sale de su habitación con un vestido negro y largo. Colin igual con un traje de dos piezas. Le lanzo las llaves del Ferrari a este último y tomo un paraguas para esperar que saque el auto fuera.

Cuando lo hace subimos en el mismo. Las ojeras no son notorias gracias al maquillaje improvisado que me hizo alondra en el auto y Colin estaciona en la casa de Alexis donde es la reunión.

Es una pequeña fiesta y me invitó, y justo aquí es donde tomaré las riendas del asunto en Forks, porque ya estoy cansada que jueguen con los habitantes de esta ciudad.

Me bajo del auto tomando mi paraguas para caminar hacia dentro. Una vez dentro de la casa noto que está más clara que antes, cuando todo era oscuro por el funeral. Los padres que aún sufren la pérdida de su hija quien está viva y quien sabe haciendo qué, se encuentran a un extremo con caras terribles y copas en las manos.

Alex luce algo nervioso con un traje de dos piezas, con la camisa blanca y lo demás gris. Camino hacia donde está ya que fue él quien me invitó y lo saludo con un beso en la mejilla.

—Luces hermosa —me ve de pies a cabezas y tomo una copa de vodka sonriéndole amablemente.

Los chicos se esparcieron por ahí ocultando sus presencias. Veo a la persona a quien he estado evitando, pero me alegro que esté aquí para acabar con esto de una vez.

—Te noto nervioso —le sonrío a mi compañía—. ¿Estás bien? —asiente sonriendo y tomando de su copa.

Sus manos no paran de temblar y bebo de mi copa sin separarme de su lado. La fiesta es para una pequeña fundación, las personas más adineradas de Forks están aquí para donar para las familias de los chicos desaparecidos y muertos ciertamente.

Aunque creo que el único que murió fue Lucas. El recuerdo de mi amigo me hace tomarme toda la copa para agarrar otra ya que también duele y todos los recuerdos me duelen.

—¿Viniste a donar algo? El alcalde fue el de la idea pero que papá y mamá prestaran la casa para eso... —bufa algo molesto.

—Si. Tengo unos ahorros y a decir verdad esto de las muertes me duele. Sé que a ti también.

—Aún la extraño, ¿sabes? He tratado de ir a todas las fiestas para beber, drogarme, follar o qué sé yo, algo que me haga sentir mejor pero me siento peor cada que vuelvo a casa y pienso que me dirá "Hey, Alex" pero nunca pasa.

Me trago las ganas de decirle que está viva ya que si lo hago solo hará que Brenda tenga que huir más lejos.

Siento las manos sudorosas y espero la señal de Alondra quien no llega. Poco a poco algunos invitados comienzan a irse después de beber unas copas y donar.

Colin aparece con una copa y se posa a mi lado.

—Oh Alex, creo que no te presenté. Él es mi hermano mayor, Colin Cooper —este le ofrece su mano y Alexis sonríe estrechándosela.

Se inclina para tomar una copa y...

—Listo —susurra en mi oído haciéndome sonreír para tomarme toda la copa de un santiamén.

Observo a mi frente y la persona sigue viendo en mi dirección.

Tomo una cucharilla subiéndome en una silla y Alex y la otra persona me miran extrañados. Al igual que los demás pero ni tanto.

Hago sonar mi copa con la cucharilla y todos posan su atención en mí.

—Buenas noches a todos los invitados. Me complace saludarlos desde aquí, ya saben, desde arriba. Que es donde estaré siempre en Forks —Colin gira los ojos mientras mi sonrisa no se quita y todos fruncen las cejas mirándome extrañados—. Si, sé que sus diminutos cerebros no le dan para analizar la situación, pero aquí lo más importante es que todos ustedes no me están escuchando y agradezco eso ya que al estar ciegos no podrán ver lo que estoy a punto de hacer.

Me bajo de un salto de la silla y Colin sostiene a Alexis mientras yo camino hacia el acumulando toda la fuerza en mi mano.

—Esto mi querido Alex es por Lucas —clavo mi mano en su pecho para que sienta el dolor y la saco pero queda llena de su sangre por lo que la limpio con una toalla.

La persona a mi frente intenta huir pero Alondra la toma sentándola en una silla. Se encargaron de presentarles escenarios a todos los invitados para poder hacer lo que me dé la gana con ellos.

Sobre todo con el traicionero que fingió todo el tiempo estar triste por la "muerte" de su hermana cuando fue él quien intentó matarla e hizo que hiriera a todas esas personas presentando cosas en su mente. Él hizo que ella intentara suicidarse y de no ser por el imbécil de Aden estuviese muerta ya que el mismo hizo que los doctores creyeran que en verdad estaba muerta.

No sé como pero ella le pidió ayuda, así que él se la llevo y la resguardó unos días en su casa para luego borrar todo dato de ella y llevársela muy lejos en cuanto tuvo el dinero reunido.

El día que conseguí a Brenda ella me dijo todo esto. A decir verdad Alex estaba entre mis sospechosos pero de todos modos me impresionó que intentara matar a su propia hermana. Pero esto es por una simple razón: la persona que está a mi frente.

No puedo creer lo ingenua que fui al creerme todos sus lamentos. Fingió tan bien estar dolido, no le dije que estaba viva porque le diría a su compañero donde estaba metiéndose en mi cabeza ya que Alexis Miller es un dead.

También es un ingenuo que se dejó engañar. Aunque aun no entiendo el porqué de sembrar el miedo aquí en Forks. Pero ya tendré tiempo para preguntarle.

Con un pequeño rasguño dejo inmóvil a la persona que no para de gritar atormentándome con su voz.

—Esto es una declaración de guerra, ¿sabes? —paseo mis uñas por su rostro y ella sigue gritando sin saber que toda la cuadra esta vacía o en una realidad alternativa gracias a mi hermano mayor.

—¿Por qué no la matas de una vez? —pregunta Alondra. Sí, la odio, pero necesito respuestas ante de quitar su cabeza.

—La llevaremos a casa hasta que suelte todo lo que sabe —asiente y todos nos vamos después de limpiar la escena y dejar el cuerpo de Alex herido por ahí mismo.

Hago una llamada anónima a la FAED para que lo arresten, dejo información en una mesa y lo inmovilizo para que no pueda huir. Limpiamos nuestro rastro para no dejar sospechas, ni un recuerdo de las personas de nosotros. Ni siquiera a Alexis.

Tal vez sea duro para sus padres, pero así su hija –la cual no es tan lunática- podrá volver. No será el mejor final para ellos, pero es uno bueno.

Nos dirigimos a la casa, el efecto en todas las personas pasará después de una hora y tendrán una escena extraña sobre la noche, no hay que dejar ni un hueco porque seguramente la FAED está por ahí, y si saben que somos dead de aquellos que juegan con la mente humana, intentarán cazarnos. Estoy segura que anteriormente no lo hicieron porque no tenían pruebas algunas de que hiciéramos algo malo, pero en cuanto puedan plantarlas lo harán.

No confío para nada en esa entidad, parece ser más corrupta que cualquier otra entidad policiaca y créame, la mayoría lo son.

Lo menos que necesito en este momento es una entidad extraña queriendo cazarnos. Suficiente tengo con la muerte de papá, el engaño de Aden y el de Alex, las desapariciones en Forks y la responsable de todo esto.

La cual nunca he soportado, sobre todo en la escuela. Respiro hondo, esto es simplemente agotador. Fingir estar bien, tener que limpiar todo este desastre, todo. Me lavo las manos una y otra vez y siento como si aún tuviese la sangre de Alexis en mis manos.

Lo sigo haciendo, una, dos, tres, cuatro; y nada. Tal vez tenga pesadillas por esto, no estoy acostumbrada a herir a personas, pero tendré que acostumbrarme.

Ninguno de nosotros ha matado a alguien y supongo que este era el mundo para el que papá y mamá nos querían preparar.

Y ya entiendo todas sus demandas. El hecho de hacernos sufrir semejante dolor era para que nos preparáramos para todo esto. Este mundo lleno de asesinos que matan sin más, esto era para lo que nos querían preparar e incluso ocultar.

Respiro hondo, últimamente es el único método que tengo para poder aclarar mis pensamientos. Me lavo la cara y cuando me siento demasiado sucia me doy una ducha.

Salgo colocándome un pijama negro y unas pantuflas azules. Saco otro cigarrillo, tendré que buscar otro método para calmarme que pastillas anti estrés y cigarrillos. Me lo fumo para luego secarme el pelo con una toalla.

La chica sigue en el sótano y la detesto por ser tan hija de puta. Me arreglo bajando las escaleras. Los chicos están en la cocina y tomo una manzana sentándome a su lado.

—No para de gritar, exige que la dejen salir —habla Colin, Evan y Gi no saben nada de esto por lo que ahora están durmiendo y debemos hacer esto más que rápido.

—Haremos esto, yo la interrogaré y cuando suelte todo lo que tengo que saber Alondra y tú la sacaran. Iré con ustedes luego para encargarnos de ella —ambos asienten y bajo hacia el sótano donde ella está.

El cabello rojizo se le pega en todo el rostro mojado por su sudor.

—Buenas noches Hayley —saludo tomando asiento a su frente.

Su rostro me hace recordar al dulce Alfred, aunque ella no tenga nada de él.

—¿Por qué me tienes aquí? Yo no hice nada —espeta moviéndose de un lado a otro.

—¿Sabes? Me costó mucho, bueno no mucho, pero me llevó tiempo darme cuenta de que tú eras quien estaba detrás de todo esto —le aparto el cabello de la cara y ella se zafa ante mi toque.

—Ya te dije que yo no hice nada —me dice con los dientes apretados y blanqueo los ojos echándome en la silla.

—El día en el que pronunciaste el nombre de Aden ya que él le había roto la nariz a Alexis me di cuenta. Tú ayudaste a Alexis, nadie más se acercó a pesar de ser sus amigos. ¿Por qué? Me pregunté yo. ¿Por qué la antipática quiso ayudar a alguien? Fácil, necesitabas en ese momento a Alex. Apenas y se conocían, pero tú estabas al tanto de los dead y los Cooper y sabias por Alfred que Alexis era un dead. Bien hecho, ni yo lo sabía. En ese momento le pediste ayuda, ¿precisamente para qué?

—Para sembrar el terror en Forks y culpar a Aden y Tadeo —responde en cuanto el veneno comienza a hacer efecto en su sistema por lo que sonrío.

—Estabas celosa Hayley. De que tu padre les prestara más atención a dos personas que no eran su familia. ¿Y tú donde quedabas?

—Yo le di todo a papá y aun así nada fue suficiente. E incluso me mandó a un año sabático al que nunca quise ir solo para alejarme de los supuestos problemas. ¿Por qué no alejaba a Aden y a Tadeo? ¿Tenía que alejarme a mí? —lagrimas le empañan la cara.

—Así que lo primero que hiciste fue hacer que Alexis jugara con la mente de Brenda. Alex es muy débil mentalmente, así que te aprovechaste de eso. ¿Por qué su hermana?

—Para que nadie dudara de él.

—E hiciste lo mismo contigo. Para que nadie sospechara de ti hiciste creerle a todos que casi morías, pero en realidad quien casi muere es mi hermano perra —la ira me surge y le suelto una bofetada que la rompe la nariz por la fuerza que ejerzo.

Es cierto, aquel día mi hermano casi muere solo para una vil demostración de que ella no estaba involucrada.

—Explícame sobre eso, Hayley —el veneno hace que suelte todo sin más, ya que está en un estado aparente de hipnosis.

—Tu hermano gustaba mucho de mí. Era tan tierno. Salimos un par de veces y necesitaba salir del ojo de Tadeo y Aden porque ellos son todo menos estúpidos. No confiaban para nada en mí, así que si a mí también me atacaban no habría ningún problema. Alexis se estrellaría contra el auto, sabía que Evan me protegería y que era casi inmortal así que le dije que lo hiciera con todas sus fuerzas y lo predije bien. Me protegió pero Alexis casi lo mata así que tuve que hacer que se detuviera y desmayar a Evan con un pequeño veneno que creó papá.

—Así que usaste a mi hermano a tu antojo. Bien, ahora... ¿Por qué hacías que Alexis nos tomara fotos a mí y a Aden para subirlas? —me di cuenta que era ella porque en la escuela sentía que me seguían, y su presencia se me hacía familiar.

Me atormentaba en la escuela con eso de las fotos, era un completo fastidio.
 
—Aparte de que me gustaba que estuvieses en boca de todos, disputas. Así Tadeo y Aden peleaban siempre porque este decía que Aden se estaba enamorando de ti y siempre discutían y se golpeaban por lo mismo. Quería que papá se diera cuenta que eran demasiado conflictivos y los sacara de casa de una vez por todas pero el día nunca llego. Enfurecí.
 
—Y comenzaste a matar por tu molestia, los desaparecidos fuiste tú y por supuesto lo de Lucas también.

—Si. Quería que te molestaras con Aden por lo de las fotos y también creyeras que él era el responsable de todo, así él no tuviera razones para estar aquí, pero su objetivo no resultaste ser tú, sino tu padre—me trago el puñal carraspeando y cambio el tema haciendo otra pregunta.

—Los vecinos. ¿Por qué te metiste con los vecinos? —sus cejas se fruncen ligeramente.

—Yo no tuve nada que ver con esas muertes. Cuando me enteré, quise hacer algo parecido, pero no lo pude hacer —no le creo nada, por lo que vuelvo a cambiar el tema.

—Oye Hayley, ¿sabes algo sobre los Connor?

—Algo, según papá eran una familia contratada por la FAED para vigilar a tus padres pero ellos los mataron antes de que dieran información sobre sus planes.

—¿Qué planes? —pregunto confusa.

—No lo sé. Papá no me tiene confianza así que nunca me lo dijo, solo lo escuché por casualidad.

Allí la respuesta de porque mataron a esa mujer y a ese hombre. Ya la mayoría de mis preguntas han sido contestadas, pero en mi mente me sigo preguntando: ¿Quién es él?

Quiero saber quién es Aden en realidad. ¿Es la persona que me usó para vengarse o fue el chico que conocí de todas las formas posibles? Esa duda solo la puede responder él, pero... ¿dónde está?

Con todos los pensamientos en la cabeza dejo libre a Hayley después de borrar su memoria. Bueno, no tan libre ya que la FAED se encargará de ella por una llamada anónima de nosotros.

Vuelvo a mi cama. Este día fue intenso pero por lo menos no hay tantas dudas como antes. Solo una, que supongo aun no será contestada.