XXIII
—Cumplí con todo lo que pediste amada mía—Susurra Damián en mi oído—Ahora deberás convertirte en la señora Dunkley.
—Sigo atada a esta silla y mi estado es maltratada—Digo en tono frío—¿Es acaso la clase de amor que estás dispuesto a dar?
—Perdona mi mala educación—Damián rompe las cadenas que aprisionaban mis piernas y manos, un hilo de sangre bajo por mis muslos y sentía una especie de mil cuchilladas en el vientre—Siempre he estado enamorado de ti y siempre lo estaré.
Damián me besa.
Yo me abalanzo sobre él.
Necesitas un plan para escapar.
Detrás de mí había una ventana, sin rejas sólo vidrio.
Salta.
Me aparte de Damián, retrocedí para agarrar vuelo y sin nada más me lance por la ventana, note pesadamente como los vidrios flotaban en el aire, como yo me desvanecía hacia el vacío... y finalmente como mi cuerpo se estrelló contra el pavimento.
¿Vivir como prisionera o morir siendo libre?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro