Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5.- Agujetas

Esa reacción que estaba teniendo el policía no cuadraba, aunque lo más raro es esa mirada, osea me estaba mirando entre pánico, miedo y asombro. Una mezcla que podría considerarse normal pero no para exagerarlo de esa forma. ¿O sí?

–Casi me hace dar un cabezazo –se quejó mi padre, al igual yo también estuve de acuerdo.

–Y respondiendo, no, sólo me lo comentaron mis padres –me sobé el pecho ya que por el cinturón me dolió un poco.

Vi cómo se puso en su sitio de nuevo y suspiró.

–Que mal –susurró, escuchándolo por poco.

–¿Qué? –pregunté para ver su reacción, al cual él se puso serio.

–Nada, vayamos mejor, debo enseñarte a defenderte.

–Sí, sobre todo a eso –hablé borde.

Tardamos en llegar unos diez minutos, la verdad que me encontraba emocionada ante la idea de disparar y defenderme. Entramos y, después de pasar por la entrada y entrar a una sala, habló.

–Bien –empezó Bruce. –Por ahora iremos a las máquinas para saber cuánto duras, ¿de acuerdo?

Asentí y me monté en la máquina de correr, empezamos suave, pero a medida pasaban los minutos subía más y más, hasta estar casi a toda potencia y yo empezar a sudar.

–Vaya, aguanta más de lo pensaba –susurró Bruce para sí mismo, enterándome por tenerlo al lado- Emma, baja y ahora haz abdominales –ordenó levantando la voz.

Paré la máquina y aproveché para tomar aire, empecé a hacer los abdominales, aunque me doliera bastante y me quejara.

–Oh vamos Emma, ¿acaso esto no es lo que querías? Venga, no te detengas y sigue. –animaba Bruce, haciéndome recordar algo.

'–Emma, vamos, más rápido, tienes que seguir! –decía una voz que no reconocía.

No puedo –susurré, pero al darme cuenta de la poca voz que salió, la levanté más. –¡No puedo joder! No pue...

No terminé de hablar cuando recibí un golpe que hizo que soltara un quejido sonoro, me escocía, me dolía mucho ese golpe casi igual que el resto del cuerpo, se salieron unas lágrimas traicioneras que no quería que salieran.

No sirves para nada maldita puta, tienes que esforzarte joder –exclamaba desesperado, no me atrevía si quiera a mirarlo.

Oí cómo resoplaba y murmuraba cosas que mi mente no quería recordar.

Emma...'

–¡EMMA! –exclamó mi padre, despertándome de un susto.

¿Me he desmayado?

–Por dios, Emma, estás bien –respiró aliviado, abrazándome con fuerza. –Pensé que te pasaba algo –se separó de mí cogiéndome de la mano y haciendo fuerza para levantarme. –Vamos, vayamos al hospital, debemos hacerte revisiones y...

–No –interrumpí, asimilando lo que creía haber recordado y soltandome de su agarre. –Estoy bien papá, sólo me he desmayado, ¿sí? Será mejor continuar con el entrenamiento –le sonreí para que se tranquilizara, quitándole importancia.

Me miró inseguro, abrió incluso la boca para quejarse, sin embargo, accedió. El resto del entrenamiento no hubo más inconvenientes, sólo había quedado agotada de tanto deporte, pero nada más. Según Bruce, estaba físicamente mucho mejor que muchísima gente, y era raro en mí ya que normalmente los que han sido secuestrados y han vuelto con vida se encontraban desnutridos, sin fuerzas y mentalmente horribles.

Otra cosa extraña sin duda, pero si lo que había visto era un recuerdo, entonces ¿por qué me animaban a hacer deporte? ¿Para qué me querían? Odio que hayan tantas incógnitas.

Bueno, dejando de lado esas preguntas, mañana volvería a entrenar, pero esta vez añadiendo las armas de fuego para enseñarme, ya que físicamente puedo entrenar por mí misma si quisiera.

Ahora me encontraba en mi habitación en toalla después de haberme dado una ducha bien merecida, aún era por la mañana así que pensé en escribir un poco, sería interesante escribir todo lo que empezara a recordar y descubrir, cómo una especie de diario, sólo que lo haré tipo carta. Me gustan las cartas.

No pasaron ni una hora cuando me quedé dormida, con la libreta encima de mi pecho, babeando y mis pelos cómo loca. La verdad, ni recordaba ni que empezara a escribir, sólo acomodarme y ver negro (no las personas negras. Joder, ¿qué mierda le pasa a mi cabeza que piensa estupideces? Madre mía). Bueno, sonaron unos golpes en la puerta, despertándome así que alcé un poco la voz para que me escuchara la persona detrás de la puerta.

–¿Diga? –pregunté, viendo que se abría la puerta y se asomaba Jeff. –Pasa.

Entró al cuarto sonriendo, se acercó a mí y entonces habló nervioso.

–Hija mía, vamos a apuntarte a tu instituto nuevo.

–¿Nuevo? ¿Por qué no al que iba? –pregunté, es lógico que si quiero recuperar la memoria debería de asistir al mismo lugar ¿no?

–Ah, lo típico cariño, se quemó por un incendio provocado por algunos alumnos.

ª.

No sé qué es peor, que lo haya dicho tan contento sin importancia o que vea normal eso. También puede ser la cara que estoy poniendo, osea yo creo que me he quedado cómo sorprendida y horrorizada, pero a lo mejor es cara de estreñida la que estoy poniendo, pero a saber, no puedo sacarme los ojos para verlo.

–Hija –me sacó de mis pensamientos de nuevo.

–¿Sí? –le sonreí, así él mirándome cómo queriendo leer mi mente.

–No estoy bromeando, pero... ¿qué más da? Vayamos a apuntarte, tus amigos irán también ahí.

–¿Y cómo estás tan seguro, querido papi querido e inteligente que ve normal quemar escuelas? –pregunté sarcástica mientras le sonreía inocentemente.

–Pues porque es la única escuela del condado sin contar la que se quemó.

ª x2.

–Bueno, que te levantes y vayamos, y vístete que estás desnuda cómo un bebé.

Espera, ¿qué? Me miré y efectivamente estaba totalmente desnuda.

–Anda toma –me pasó mi ropa, se acercó a un cajón y me sacó unas bragas y un sujetador. –Menos mal que no ha entrado Jordi que si no, te viste él sólo, te toma fotos y las compara de cuando eras pequeña, aunque suene raro –rió nervioso, yo también reí ante eso y sí que sería extraño.

–Gracias, enseguida bajo.

Sonrió y salió del cuarto, dejándome sola para vestirme, recordatorio para la próxima que vaya a escribir:

Primero, vestirme.
Segundo, escribir.

Me fui a levantar, pero unos terribles dolores me vinieron en las piernas, brazos y abdominales. Mierda, las agujetas, no lo recordaba, y del terrible dolor me volví a sentar. Me cago en su raza. Literalmente vestirme me tomaba cinco minutos o menos, y ahora me tomó diez minutos para levantarme, la madre. Salí del cuarto vestida peinando mis pelos con el cepillo que había cogido para cogerlo en una coleta, pero me dejé dos mechones sueltos por delante porque, cómo tenía un poco rizado el pelo, me quedaba de fábula (aunque reconozco que también porque eran los únicos mechones que parecían decentes, los demás estaban mal por haber dormido jaja).

Cuando dejé el peine en la encimera para luego recogerlo al volver, salimos y nos montamos en el coche. Hicimos bromas de mientras hasta que cinco minutos después, llegamos a nuestro destino. Bajamos del coche y entramos en el gran edificio, la verdad es que estaba nerviosa y algo asustada, osea no sólo por lo nuevo de todo, sino que encima el edificio era gigantesco, no podré memorizarlo todo, joder si mi mansión barra casa queda pequeña con este instituto.

Muchas salas, escaleras, había de todo ahí (también cómo para no tener de todo con lo grande que és), bueno, llegamos a la sala del director y mis padres me dijeron que esperara un momento fuera, así que eso hice. Me senté en una de las sillas que había ahí y me puse a cotillear el móvil. Pasaron unos minutos y escuché cómo la puerta se habría, pero al ver el poco rato que había pasado pasé de largo ya que no serían. Y no me equivocaba.

–Así que Emma Brigitte Stronge, ¿verdad? –preguntó una voz masculina (bastante ruda y profunda, por cierto), así levantando la vista y, cómo diría un perro, guau.

~Hola a todxs!! Ya estamos de vuelta en este nuevo capítulo de esta historia. Estoy en un reto de 30 días para escribirlo así que no dudéis en tenerlo terminado pronto!! Espero os vaya gustando y en el siguiente capítulo tendréis la famosa identidad de... Chan chaaaan!! Si me seguís en redes ya lo sabréis, pero para los que no, ¿¡a qué os esperais!? Sin  más que decir, bye!!~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro