Capitulo 18 (Parte 1)
Noviembre 20xx, cursando su segundo año en la UA.
Cómo en primer año, tenían sus pasantias en diferentes agencias junto con héroes profesionales. Este año sería mucho más serio y pesado. Uraraka le tocaba hacer sus pasantias en la agencia de la heroín Numero 10. Ryukyu.
Teniendo su huniforme de la escuela y su maletin con su traje de héroe se fue a la agencia.
Donde ahí le darían toda la información para su siguiente misión como pasante. Una reunión.
Entrando a la sala de juntas, se sento en cualquier silla a esperar por ryukyu.
Al entrar por la puerta su asiente les fue entregando carpetas que contienen información. Ubicación, fotos y datos de niños, una foto de un edificio en mal estado. La foto de un sujeto, pero la foto se veía distorsionada.
—¿Niños desaparecidos? —Pregunto un compañero.
—Si, nos a llegado múltiples de reportes de padres desesperados por sus hijos.
—¡Pero las fechas son desde hace un año! —Exclama una heroina profesional.
Todos se sorprenden por las fechas, es sierto las fechas son de un año a dos años y medio.
—¿Por qué hasta ahora nos hacen saber esto?
—La policía a echo todo lo que está a su alcanze para encontrarlos. —Aclaró ryukyu —Pero cuanto más creen que están cerca más se sienten alejados de los niños.
La castaña escuchaba al mismo tiempo que leía toda la información y se memorizava detalladamente las fotografías de los niños.
Son 20 niños en total.
Leyendo un reporte en especial.
Nombre: Tobio
Edad: 6 años
Quirk: Jinjan.
Con un toque de la palma de su mano derecha puede decaer todo lo que toca rápidamente y con su izquierda puede volverlo a lo que era antes.
Declaración de un testigo: Una madre, su hijo y el niño desparecido caminaban juntos directo a la escuela, pero un sujeto extraño con la cara toda tapada les disparo a los tres. Pero sólo eran dardos tranquilizadores que los hizieron dormir.
La madre al despertar sólo encontró a su hijo a su lado inconsciente pero él amigo de su hijo no.
Aquí la pregunta. ¿Por qué se llevó sólo a uno y no a los dos?
Y en todos los reportes de algún testigo son similares. Aquí debe haber algo en común con ellos.
No puedes ser sus padres, son hijos de civiles comunes.
Las edades son de 4 años a 12 años.
Son tanto niños como niñas.
Entonces ¿que es?
La reunión ya había terminado, dentro de una semana se volverían a reunir por sí encontraban algo nuevo o tenían nuevas noticias.
Entró a la residencia, saludando a los que se encontraban en la sala viendo televisión o charlando de cómo les había ido en su día.
Se sento en un lugar libre del sillón color verde, revisando de nuevo la carpeta de color negra. Sin darse cuenta que algún más se sento a su lado, comiendo un poco de Mochi.
—¿Qué haces uraraka?
—Reviso esto, debe tener algo escondido. —Aclaro viendo aún los reportes.
—¿Puedo verlos? —Pregunto
Un poco dudosa si enséñale los reportes de su misión, ya que no sabía si eso estaba permitido, pero aun así se los mostró. El muchacho intercambio los mochis por la carpeta con la castaña, uraraka al tener aquellos mochis apetitoso a simple vista, no pudo evitar darle una mordida a uno de ellos.
—Sus dones —Mencionó decidido —Todos los niños de estos reportes tienen dos dones.
—¿Si? —Se preguntó a si misma porque aquello ya lo sabía.
—Defensa y Apoyo. Estos niños tienen quirks de ese tipo, Defensa como lo es el de Bakugou, kirishima o Tokoyami. Y apoyo como lo es Yaoyorozu, recobery Girl o la pequeña Eri.
Uraraka se quedó sorprendía por aquel análisis que hizo su amigo con solo una leída, pensando que en el futuro llegaría a ser uno de los mejores héroes de esta generación.
—No se quien sea la persona que se lleva a estos niños, pero los eligió por sus dones, alguno de ellos son peligrosos y muy poderosos.
Ochaco le dio otra ojeada a la información de los niños desaparecidos.
—El don de este chico Tobio, es o muy bueno o muy malo para nosotros. Si hubiera un villano con estos dos dones en una persona, estaríamos en grandes problemas.
—Cada vez lo dones son más peligroso y fuertes.
—Si, es algo muy bueno o muy malo.
—Gracias todoroki - kun, nos vemos después —La castaña abrazo a su amigo y se levantó del sillón para irse a su abitacion.
El bicolor solo miró a su amiga marcharse, con una pequeña sonrisa en su rostro la admiro caminar al elevador, pero desapareció en cuanto el elevador se abrió y apareció un rubio cenizo, quien la recibió con un par de caricias en su cabello castaño, beso en la frente y al final un abrazo.
Con una opresión en su pecho retiro su mirada de aquella pareja, que para el es un pecado estar enamorado de aquella castaña de ojos redondos llenos de luz.
Si estar enamorado de uraraka ochaco es un pecado entonces correrá el riesgo de irse al maldito infierno.
...
...
...
...
Un fin de semana, donde cada alumno podía hacer lo que quisiera con esos días. Descansar, entrenar, visitar a sus padres, estudiar, etc. Ese fin de semana uraraka camino al lugar donde se llevaron a un niño, eligió su nombre al azar.
Soichi
Fue arrebatado de las manos de sus hermana mayor cuando ambos iban caminando por la tarde a un parque a que sochi se divertirá, sin más no pudieron ni llegar al parque.
Unos hombres con la cara tapada con mascaras se lo llevaron antes que un héroe pudiera llegar a ayudar y no podía usar su quirk por esa maldita ley de no poder usarlo a no se que tengas una licencia. Cuando salió del shock y susto llevado, corrió a la estación de policía a reportar el secuestro.
"Esos idiotas sólo me dijeron que esperara" fueron las palabras de la hermana mayor.
Estando donde ocurrió los echos se puso a investigar cualquier cosa, los alrededores de esa pequeña área.
Tienda de música CD, restaurantes, tiendas de ropa, mangas, juguetes, etc.
La castañas se puso de cuclillas, notando una pequeña mancha color negra en el suelo, estiró sus dedos delgados para tocarlo.
—¿Qué hace? —Alguien le habló antes de poder tocarlo, sobre saltando por la impresión.
—A yo —Frente a ella se encontraba una adolescente de alrededor de diecisiete años. Alguien de sus edad.
Cabello color rojo cobrizo, ondulado, ojos afilados con iris zafiros, un para de ojeras, una estatura de alrededor de un metro setenta y dos, delgada, con ropa totalmente negra, percing en su oreja derecha un moretón en sus mejilla izquierdo y el labio partido.
—Olvidalo, termina lo que sea que estés haciendo. —Dijo rígida, dispuesta a irse de ahí.
—Oye —Habló uraraka —Tu eres de por aquí.
—No te importa
—Es que estoy investigando algo que paso aquí hace tiempo... —Explica amable.
—¿Tu? ¿Una niña?
—No soy una niña y si yo —aclaro — Soy parte de una agencia y estoy en mis pasantias.
— Si si, no me interesa —Se giro para volver a irse.
—Es el —La castaña sacó una pequeña fotografía de soichi que tenía en su teléfono y se la mostró a la adolescente sin nombre.
Un pequeño de alrededor cuatro años de edad, cabellos azabaches, alborotado, ojos redondos y de un iris zafiros.
—Desapareció hace tiempo y...
—No desapareció —Interrumpió la de zafiros —Se lo llevaron y fue hace dos malditos años —Cada vez alzaba su propia voz —¡Y esos estúpidos no han echó nada por encontrarlo!
La de ojos zafiros mostraba una mirada asesina, una mirada llena de odio y rabia. Sus puños mostraban un color blanco de tanto estar apretados.
—Lo encontraré —Admitió firme.
—¿Qué?
—No sólo a soichi, sino a Ren, takeshi, kazumi, seiren, kenji, yasuhiro, hoshi, Kimi, yoshi, kaori, tetsuo, wataru Nyoko, katashi, Hecate, selene, kin, kiyoshi y tobio.
—¿Encerio te aprendiste todos sus nombre? —Pregunto asombrada
— Sus nombres, sus caras, tipo de sangre, quienes son sus familias, sus quirk de cada uno, como funcionan y si les afecta en algo.
—Si que estas loca enana
—Oye, solo mido unos centímetros menos que tu.
—Si, unos veinte —Respondió burlona. —Y ¿Por que revisabas esa mancha? —Señaló la mancha negra
— Talvez signifique algo
—Si algo como que solo es una mancha de aceite de carro.
La castaña solo dio un chasquido con su lengua y la ignoro, siguió buscando pistas del paradero de soichi, camino sólo cinco pasos para seguir en otra parte, pero algo a su mente le llegó de repente, haciendo que para en seco su andar.
Rápidamente regresó a la mancha negra del piso y tomó de sus ropas a la otra adolescente, está se quejo del jalón repentino, haciendo el esfuerzo por soltarse pero no podía, a pesar de estar enana es fuerte pensó la de ojos zafiros.
—¿Que demonios te pasa idiota?
—Shh —Le chito para que se callara, la de zafiros iba a responder cuando uraraka volvió hablar — ¿Cómo sabes que es una mancha de aceite para carro?
—¿Qué?
—¿Cómo estás tan segura?
— Por qué se ve a simple vista
— Se ve, más no estas cien por siento segura que así sea.
—Al punto enana
—¿Cuál es el quirk de soichi?
—Dibujo 3D —Respondió con obviedad.
—Exacto, que tal si esto no es aceite, que tal si esto es tinta que usa para sus dibujos.
—Si, pero eso que, a que nos lleva, una maldita mancha de su tinta no nos va llevar a soichi.
Ella tiene razón, si fuera el caso, una simple mancha no los llevaría a soichi, ni a los demás niños.
Pérdida en sus pensamientos y tratando buscar otra pista o un nuevo plan para la búsqueda, uraraka escucho una explosión, pero no cualquiera, ella podría reconocer a lo lejos con solo escucharla.
De la una esquina para ir hacia otra calle salió Bakugou, tratando de alcanzar a alguien que se defendía con su quirk.
Un chico alto, cabello castaño ondulado, ojos Oliva, con pecas en sus mejillas y un par de lentes de contacto. Llevaba puesto una sudadera holgada color azul piedra, unos pantalones negros rasgados de la parte de sus muslos y un arete negro en su oreja derecha.
El castaño estiró las palmas de sus manos hacia la dirección donde se asercaba Bakugou y de esas palmas empezaron a salir docenas de cuchillas de diferentes tamaños y formas. El rubio cenizo con una explosión las hizo cenizas pero una se le escapó y alcanzó a rosarle una mejilla. La agujetas de sus tenis estaban desatados a causa de eso su pie izquierdo piso la ajugeta derecha, haciendolo tropezar y dándole oportunidad a Bakugou para capturarlo.
—Pedaso de mierda te voy a matar — Bakugou cayó ensima del castaño, tomándolo de ambos brazos para evitar que se moviera.
— No si yo lo hago primero —Contestó brulon
—Tu, hijo... —Apuntando con sus palma a la cara de él de ojos olivo.
— Katsuki
—Cara redonda que haces aquí
—Amm —No podía decirle que estaba investigando sobre su misión cuando es día libre. —Nada
— Entonces estas aquí por nada —Dijo solemne.
—Ahh
—¿Hiroki?
—Lo conoces —Quiso saber Uraraka.
El castaño como pudo giro su cabeza a la persona que llamó su nombre —Hey pelirroja que haces aquí — Mencionó con voz cantarína.
—Busco
— Oh tu también, yo estaba en eso, pero este idiota —Se removió —Me atacó con sus putas explosiones.
—Lo conoces — Volvió a preguntar uraraka a la pelirroja.
—Si
—¿Y quien es?
—Qué te importa —Le respondió arisca - Y tu idiota suelta lo
—¿Por qué debería?
—Porque si no lo haces —De la parte trasera de su pantalón saco una arma de fuego -una pistola color negro- apuntando la justo en la Cabeza de Bakugou — Tu cerebro y sangre estara esparcido por toda la calle.
—Yo que tu le hacía caso, la pelirroja está loca
—Exacto, estoy loca —Recargo el arma —Así que sueltalo.
—Katsuki — Llamo uraraka — Sueltalo por favor.
Con su orgullo en el suelo tuvo que hacer caso, un arma apuntando le en la cien. Más de aquella loca que no conocía de ningún lado.
Soltando lo brazos del castaño se levantó, quedando a un lado de Uraraka.
La chica peliroja camino hacia el chico castaño y estiró su mano derecha a su dirección para ayudarlo a levantarse.
Los dos chicos desconocidos solamente salieron corriendo a cualquier dirección, perdiéndose entre los autos y la gente.
Bakugou y Uraraka sólo se quedaron viendo como corrían, y con gran agilidad esquivaban los autos en movimiento.
Bakugou aún con su ceño fruncido y la molestia de no haber podido acabar con el mocoso de las cuchillas. Uraraka solo lo observaba haciendo sus berrinches de no haber ganado.
Soltó una pequeña risa, llamando la atención del rubio cenizo, quien la volteó a ver con desagrado, porque el sabía que la pequeña castaña se estaba burlando de él.
—¿De qué carajos te estás riendo?
—De nada —Dijo desinteresada a su pregunta
—¿Ah? ¿Cómo qué de nada?
—Eres lindo cuando haces tus berrinches Katsuki.
— Yo no estoy haciendo berrinches, maldita cara Redonda —Exclamó. Poniendo en posición sus manos para hacer chispas con ellas.
La de menor estatura solamente ignoro su posición, al igual que las chispas que salían de las palmas de sus manos. Ya que no le tenía ni tantito miedo a eso.
Nunca le tuvo miedo a lo que los demás llamaban el mounstro de Bakugou katsuki.
Lo conocía lo suficiente para saber que el nunca la lastimaria.
Con las palmas de sus manos tomó las mejillas de Katsuki, sin olvidar alzar los meñiques para no hacerlo flotar. En un movimiento rápido le dio un pequeño beso en los labios.
Katsuki se separó de ella rápido, por la sorpresa, dejando ver su rostro de desagrado pero con las mejillas totalmente rojas por lo avergonzado.
—No hagas eso —Dijo nervioso
Uraraka solamente solto una pequeña risa por los gestos que estaba haciendo su novio en medio de la calle.
Tomo la grande mano de su novio y empezó a caminar.
—Vamos a disfrutar nuestro fin de semana Katsuki
Los iris color Ruby solo la veían a ella; Sus cabellos cortos castaños danzando por la brisa fresca, sus caderas moviéndose con delicadeza, sus largas pestañas cubriendo esos ojos chocolates tan bellos y brillantes, su delicada y suave mano sosteniendo la mano grande y áspera de él.
No iba a admitir enfrente de ella que esto es lo que más ama.
Ella con solo un pequeño contacto de sus manos lo puede llevar al mismísimo paraíso, le calma sus demonios internos, le hace saber que ahora tiene algo más que proteger.
Otra razón para hacerse más fuerte.
El chico mitad albino y mitad pelirrojo se acercó en calma a la resepcion del hospital, hoy quería visitar a la mujer que cuido de él en el tiempo que su madre no pudo hacerlo.
Su hermana mayor se encontraba en el hospital, ya que esta a teniendo dolores en su vientre bajo, algunos desmayos y casación constante.
Touya la a llevado al hospital pero tuvo que retirarse rápido ya que le surgió una emergencia y natsu no podía. Natsu ahora se encontraba haciendo sus pasantias como médico en un hospital en Tokio.
Sus padres ahora no podían, Endeavor esta trabajando y su madre no deben preocuparla ahora.
Cuándo la señorita de la resepcion le dijo donde podía encontrar a su hermana fue rápido con ella.
Piso cinco.
Tocó con sus nudillos la puerta, pudo entrar hasta que escucho un claro adelante. Abrió la puerta y ahí la encontró, recostada en su cama admirando lo que sea que esté en la ventana.
—Hermana —La llamo el chico. La mujer volteó a verlo y le regalo una sonrisa.
Aun que no le contestó y siguió mirando por la ventana del hospital.
Shoto simplemente se quedó sentado en la silla que tienen para los visitantes y observó a su hermana. Su hermana no es de quedarse simplemente callada, ella inicia la conversación de cualquier cosa para no quedar en silencio y es por eso que eso a shoto le preocupo.
Le preocupa que su hermana tenga alguna enfermedad mortal y no quiere que nadie sepa de ello.
—¿Ya vino el doctor?— Preguntó shoto.
—No —Dijo sin más.
—¿Entonces? —Su hermana lo miró de una forma interrogatuva —¿Qué es lo que te sucede? —Interrogó — Siempre estás hablando y está vez estás muy callada.
—Shoto tu te haz enamorado de alguien que no puedes tener —Ahora fue turno de fuyumi de interrogar. En cambio shoto no sabía el por qué esa pregunta tenga que ver con lo que él preguntó.
Pero aún así el sí tiene la respuesta a esa pregunta. Porque lo está viviendo y cada vez que lo recuerda le duele.
Le duele amar a alguien que sabe que nunca podrá tener.
—Si —Le contestó —Pero no entiendo el porqué de esa pregunta.
Fuyumi inconsciente llevo una mano a su vientre, dándole una pequeña caricia. —Hermano podrías guardar un secreto.
Shoto enfoca su mirada en la de su hermana, dandose cuenta que la mirada de su hermana está cristalina y sus ojos están un poco inchados.
—Si
—Me está matando el estar guardado esto por dentro
—Dímelo fuyumi, lo que sea que tengas que decirme yo te ayudaré.
—Me enamore de alguien —Musita — Y ahora estoy esperando un bebé de ese hombre.
—Estas embarazada
La albina asiente con sus cabeza, dándole a entender a su hermano menor que lo está.
—¿Y el lo sabe? —preguntó —El Padre de tu bebé lo sabe.
—No
—¿No quieres que el lo sepa?
—El está con otra persona y es feliz, no quiero arruinar su felicidad
—Pero no cres que al menos tiene el derecho de saber que tendrá un hijo o la responsabilidad de ese bebé
—No ahora, necesito cero contacto con esa persona para sanar.
—¿Quien es el padre? —Fuyumi desvío su mirada de shoto, dándole a entender que no se lo dirá —De acuerdo hermana, yo te apoyare en lo que decidas y quieras hacer. Pero pronto deberías decirle a la familia. — Shoto se levantó de su silla para poder sentarse en la cama y poder dale un par de caricias al cabello de su hermana —Ellos deben saberlo.
—Esta bien, se los diré.
Se hundieron en un silencio acogedor con la mano de ambos entrelazadas, dándose apoyo. Hasta que la hora de las visitas diera fin, shoto tuvo que regresar a la escuela, el quería descansar y pensar un poco en la situación que se había puesto sin siquiera darse cuenta de ello.
Shoto siempre se preguntó si fuera el quien primero se confesara a uraraka ahora no estaría sintiendo este desagradable malestar en su pecho cada vez que la ve junto a Bakugou. Esa presión en su pecho y un picor en su ojos.
Pero se conformaba que Bakugou la cuidaría. A pesar que el hubiera deseado ser quien la cuide, no sólo eso también la trataría como una reían, tal y como se lo merece.
(...)
Las pasantias con su padre son cada vez más duras, siendo la agencia del actual héroe número uno, pero con el paso del tiempo se empezó a preguntar a si mismo si esto le estaba gustando; el trabajo de héroe o simplemente quere llenar las expectativas de las personas.
Le gusta salvar quien necesite ser salvado, en cambio quien lo salvará cuando sienta que se hunde.
Perdiéndose en sus pensamientos negativos, algo que se estaba haciendo costumbre desde hace unas semanas. Patrullando en las calles en compañía de Midoriya.
El chico bicolor le sugirió al de pecas tomar calles diferentes pero que al final de cuentas al terminar la calle los llevaría a un punto exacto, sólo que un camino es más largo que el otro y cuando uno de los dos tuviera problemas darían una señal.
Sintiendo que estaba en automático, sus pies caminaban por sí solo pero su cabeza estaba de nuevo en esos pensamientos negativos. Pero sintió un pequeño golpe en su vientre, haciendo que volviera a su realidad. Bajo la mirada y se encontró con otra mirada ámbar; una mirada llena de terror y llenas de lágrimas pero eso no es lo único sino que sus ropas estaba rotas y sucias, sus pies desnudos. Manchas de tierra y sangre seca por todo su rostro. Al analizar al infante se puso en alerta y su mirada heterocromatica observó toda la zona, en los alrededores, los civiles, trasportes, edificios y no encontró nada sospechoso o fuera de lo normal.
—¿Estas bien? —Preguntó shoto. El niño no respondió, aún tenía esa mirada aterrorizada. Todoroki se puso en cuclillas para poder estar a la altura del infante —Tu nombre. ¿Cuál es tu nombre? —Seguía sin responder —El mío es shoto —soltó un suspiro — Puedo ayudarte, solo debes decirme tu nombre y lo que te ocurrió. Nadie podra lastimarte más.
El niño dudo un poco —Takeshi —Al final dijo su nombre
—Takeshi mi nombre es shoto Todoroki
Antes de agregar otra cosa un toque en su hombro lo distrago, girando su cabeza se encontró con esos ojos marrones encantadores, teniendo una sonrísa amable en su rostro, sus cabellos castaños balanceándose con aire fresco y esa luz del sol que la hacía ver tan resplandeciente.
Shoto se quedó apresiando la belleza que trasmitía uraraka con la luz del día.
—Todoroki —El chico se incorporó y se paro enfrente de ella. El pequeño niño se escondió detrás de las piernas del bicolor.
—Uraraka, ¿Qué haces aquí?
—Patrullando la zona por mi misión, alcance a verte y decidí venir a saludar —Takeshi asomo su cabeza para observar con esos ojos ámbar a la chica. Uraraka noto al pequeño infante detrás de todoroki.
El de ojos ámbar se puso nervioso y de sus pequeñas manos llenas de raspaduras empezó a salir una luz cegadora. Tomando por sorpresa a los adolescentes. Takeshi asustado por lastimar a alguien se alejo de ellos y apuntó sus palmas para arriba, dándole a la nada y a un par de cables de luz o Internet.
—Lo siento mucho —Solloso el pequeño —No puedo controlarlo. De verdad lo siento —Empezó a llorar descontrolado.
Sin saber que hacer o como actuar con un niño que está llorando entró en pánico, ¿que debía de hacer? ¿Decirle que parar de llorar? ¿Abrazarlo?
—Tranquilo —Hablo serena. Limpiando sus lágrimas con un pequeño trapo que tenía consigo — Todo esta bien
Cuándo el niño de ojos amabar tranquilizó su llanto ambos adolescentes decidieron llevarlo a la banca de una parque que está cerca. Con tranquilidad ambos le fueron preguntando sus datos.
—Dijiste Shimada. Takeshi Shimada
—Si
En ese instante uraraka se dio cuenta que el nombre Takeshi Shimada pertenece a unos de los niños perdidos. Pero no entendía como es que el pequeño se encontraba ahí ahora.
Debía actuar rápido. Le dio una señal a todoroki para irse ahora a la agencia de Ryukyu, ella debía saber esto y talvez con él pequeño Takeshi les de una pista para localizar a los demás niños perdidos.
Cuándo llegaron a la agencia no perdieron tiempo y fueron directo a su oficina.
Todoroki conversaba animadamente con el niño para distraerlo de la conversaron que está teniendo la castaña con su superior. Uraraka la puso al tanto de la situación.
Al paso de dos horas alguien más llegó a la agencia junto con Ryukyu. Una mujer de al rededor de veinte años, un metro con setenta centímetros, ojos rasgados con iris color turquesa, cabello lacio negro azulado. Pero no tenía un traje de héroe, venía vestida como cualquier civil.
Todoroki y uraraka se vieron por un segundo para después mirar a la mujere que entraba. El pequeño niño se escondía detrás del cuerpo del chico bicolor.
—Ella es aoi —Hablo la de quirk de dragon —Nos ayudará para encontrar a los demás niños
—Nos ayudará a encontrar a mis hermanos —Dijo el niño con voz trémula. El pequeño aun sentía Miedo por lo vivido en ese lugar.
—Si y para eso necesito tu ayuda
El pequeño dudo pero al final accedió.
Lo primero que hizo la mujer de ojos turquesa fue hablar con el pequeño, ella para poder usar su quirk debía mantener al niño en confíanza con ella sino no funcionaria.
El quirk de aoi se llama recuerdo; consistía en ver los recuerdos de quien toque con sus manos, pero para poder ver los recuerdos el contrario debía concéntrarse muy bien en cada detalles de esos recuerdos personales. Aún que si el oponente se negaba a que vieran sus recuerdos ella debía forzarse a entrar en la cabeza de su objetivo, tardaría al menos tres días en ver todos los recuerdos de un sujeto. Si bien al forzarse entrar a su cabeza es doloro y ella no quería hacerle daño al pequeño.
En poco tiempo el niño entró en confianza con aoi.
—Creo que es hora —Dijo aoi a Takeshi —Necesito que te concentres en tus recuerdos con tus hermanos y más en el día que lograste escapar.
Takeshi asintió cerrando los ojos a la vez que aoi lo tomaba de las manos. Al instante que tuvieron contacto físico observaron que al rededor de aoi y seiya se prendió una luz iluminadora pero no cegadora de color azul zafiro.
Mientras que Takeshi recordaba todos sus momentos con sus hermanos y cada detalle que vio cuando escapó, la de ojos turquesa también los veía.
Aoi nunca a sido una persona sentimental pero con lo que ahora veía, sus ojos no pudieron evitar que salieran Lágrimas, aun cuando quiso reprimirlas.
Aun con esos recuerdos que no son suyos se compadecio de la personita que ahora le estaba tomando de las manos. Trató de tranquilizarse cuando pasó lo de la huida.
En su mente pudo ver que una persona intencionalmente dejó la puerta del patio abierta y los sensores de alarma se encontraban quemados.
Estaba dispuesto a salir corriendo cuando sus pasos se detuvieron en seco, giro hacia atrás mirando el gran edificio.
Por unos segundos su mente le dijo Que hay de mis hermanos, no puedo abandonarlos.
Giro su cuerpo dispuesto a regresar cuando una voz en su cabeza le grito No.
Vete Takeshi
Es tu oportunidad de ir por ayuda
Por favor, salvanos...
Lo que aoi vio después fue un puerto; donde habían grandes barcos con enormes cajas de metal en ellos.
El pequeño siempleme entró a uno por la desesperación que vinieran por el y lo capturaran. Por lo que sin saber se subió a un barco que iba directamente a Japón. Estuvo en ese barco por lo menos un día entero.
Cuándo bajó del barco solamente fue divagando las calles de Japón a lo que seiya llegó a musutafu chocando con Shoto.
Aoi se soltó de Takeshi, todos la observaban para que dijera algo pero ella siempleme se quedó callada hasta que después de un minuto de silencio ella dijo
—Rumania. Subió a un barco que se encontraba en un puerto de Rumania.
...
...
...
...
La del quirk de dragon le ordenó a uraraka que siguiera patrullando y shoto igual siguió su camino.
Se encontró a Midoriya preocupado por no encontrarlo por un largo rato el bicolor sólo se disculpo y siguió. Pero Midoriya noto en su mirada un poco de dolor.
—Todoroki. ¿Te encontrás bien?
—Duele
—¿Te lastimaste? En el patrullaje —Preguntó preocupado Midoriya.
—No físicamente. Pero aún así me duele... Y mucho
—Todoroki.... —El chico con pecas se limitó a solamente observar a su amigo, no tenía idea de que decirle. No conocía que es el desamor y al no conocerlo no sabía cómo ayudar.
Su día terminó y la hora de ir de vuelta a la escuela llegó. Pero no espero con encontrase con esa escena cuando salió del edificio de la agencia de endeavor.
Al otro lado de la calle se encontraba su amigo rubio hablando con esa chica castaña que el también ama. La de menor estatura le estaba contando algo a su novio con tanta emoción y alegría que cuando terminó de hablar, el de quirk Explosivo la abrazo para después darle un vuelta entera mientras que el chico también sonreía —nunca había visto a Bakugou sonreír asi— y al dejarla en el suelo delicadamente Bakugou tomó la mejillas de uraraka y besarla en los labios.
Cuándo terminaron de basarse ambos tomados de las manos se fueron de ahí.
Shoto al quedarse mirando lo que tanto deseaba ocasionaba el torturarse a él mismo. Verlos todos los días, amarla intensamente, soñando que alguna vez ella sea quien esté a su lado, deseando que ella lo salve.
—Me estoy hundiendo en el ámbito de amarte. Tu ya tienes a otro.
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