La clase de Encantamientos se impartía para Gryffindor y Ravenclaw, pero al verdad estaba deseando que se acabara. A la hora siguiente y la ultima para mi era Cuidado de Criaturaas Mágicas. ¿Y qué tenia de especial esa clase? Pues que estaba compartida con Slytherin y podría volver a ver a mi novio, pero tenia que estar con el sin que nadie se diera cuenta. Casi cuando estaba a punto de dormirme sono el timbre que finalizaba las clases y Sali lo mas rápido que pude a encontrarme con mis compañeros de Gryffindor para ir a la clase que este año, impartía Hagrid, el gurda bosques.

Una vez que estuvimos todos los de Gryffindor reunidos en la puerta principal, que daba a la gran extensión de tierra que había antes del bosque prohibido, esperamos a la gente de Slytherin. Mientras pasaban pude ver a Crabbe y Goyle, que iban hablando sobre comida, a Pansy Parkinson, que me dirigió una mirada malvada, y a Draco. Este me lanzó una de sus sonrisas que mostraban ese hoyuelo izquierdo que me enamoraba y le devolví la sonrisa antes de que alguien nos viera.

Salimos detrás de Slytherin, atravesamos el patio hasta llegar a la cabaña de Hagrid situada en el limite del bosque prohibido. Cuando llegamos Hagrid nos dijo que le siguiéramos. Nos llevo a través del bosque. Era mas bonito de dia de lo que imaginaba. Cuando me quise dar cuenta iba de las ultimas de mi grupo y algo me toco por detrás, me sobresalté y al mirar quien era se me puso una sonrisa que nadie me ponía excepto él. Draco, con el uniforme de su casa y su pelo bien peinado, estaba guapísimo.

-Quiero decírtelo ahora para que no te preocupes- dijo- Voy ha hacer un poco de Malfoy con tus amigos-.

-¿Por qué?- pregunté.

-Tengo que mantener mi postura- contesto- Si me hago daño en algún momento o algo parecido, no vengas corriendo hacia mi, si quieres que no nos descubran-.

-Vale- dije triste.

En ese momento se acerco a mi para besarme, este fue un poco mas largo que los anteriores. Parecía que se despedia de mi o algo asi.

-No te hagas daño- dije cuando nos separamos- por favor-.

-Sabes que en estos casos no puedo prometerlo- dijo él, un poco triste.

Despues de un abrazo, volvimos a nuestros respectivos grupos de casas. Draco cogió una manzana y yo me puse muy nerviosa. No quería que le ocurriera algo y yo parecer que no me importara. Tenia miedo de que le ocurriera algo al amor de mi vida.