Pasaron los días. Snape había ocupado el antiguo puesto de Dumbledore como nuevo director de la escuela. Harry, Ron y mi hermana desaparecieron el mismo día de la muerte del anciano antes mencionado. El resto de alumnos que estaban en edad de estudios tuvieron que aceptar las reformas que Snape hizo en Hogwarts; introdujo a algunos mortifagos como profesores e implantó las reglas más estrictas de todo el mundo mágico. Aquellos que se las saltaban, tenían por castigo un destino peor que la muerte, autorizado por el mismísimo ministro de mágia, que también formaba parte de las lineas de mi padre. Draco y yo, temerosos por el poder de nuestros padres, nos ocultamos en la cabaña de aquel bosque donde nos prometimos. De vez en cuando me acercaba a la escuela para ayudar a los alumnos más necesitados de las casas más afectadas por el nuevo régimen, pero nunca era suficiente. Un día, al llegar al tunel por el que entraba a la escuela sin ser descubierta, noté algo extraño. Unas voces venían de uno de los afluentes de aquel tunel. Asomé la cabeza con la varita en alto y alguien se me echó encima. Cuando me separé pude verla el rostro.

-Hermione- susurré abranzandola de nuevo.

-Katya- me susurró de vuelta- ¿Dónde has estado?-

Me separé de ella y, sin responder a su pregunta, abracé a Harry y Ron. 

-Se que estabas con Voldemort cuando todo lo de Dumbledore pasó...- se le cortó la voz.

-Lo siento- dije apenada- No podía hacer nada-

-Lo se- me perdonó ella- Pero, despues de aquello te perdimos el rastro-

Neville nos indicó que continuaramos andando y así lo hicimos, al tiempo que terminaba de contar mi historia.

-Tras aquel día, Draco y yo nos hemos estado ocultando en un bosque cercano- dije mirando hacia el oscuro suelo para no caerme- Temiamos el poder de nuestros padres asi que decidimos desertar juntos-

-Katya ha estado viniendo para ayudarnos de vez en cuando- continuó Neville desde alante- Nos trae comida y pociones curativas para los más desafortunados-

-Estoy orgullosa de ti, Katya- dijo mi hermana.

Justo en ese momento nos frenamos antes un cuadro que hacía de puerta a la sala de los menesteres, donde algunos de los alumnos más mayores se ocultaban en las horas libres. 

-Vamos a divertirnos un poco, ¿vale?- dijo Neville antes de emujar el cuadro.

Cuando la sala de los menesteres quedó a la vista Neville llamó la atención de los allí presentes. Los cuales no podían vernos ya que Neville estaba en medio.

-¡Ey!- gritó a lo que todos le miraron- ¡Escuchad todos! ¡Os traigo una sorpresa!-

-No serán más potajes de Aberfoth, espero- dijo Seamus haciendo que todos rieran- La sorpresa sería poder digerirlos-

Acto seguido Neville se quitó de en medio y Harry fue lo siguiente que todos ellos vieron. Los alumnos comenzaron a vitorear y aplaudir a medida que todos bajabamos la escalera improvisada que había para bajar al suelo. harry comenzó a abrazar a todo el mundo, al igual que Ron y Hermione. Yo me metí entre la muchedumbre a saludar a Luna y Cho y a escuchar lo que Harry había venido a decir. Vi como Neville ordenaba a un niño que avisara a alguien de que Harry había vuelto.

-¿Cuál es el plan?- dijo Neville de repente haciendo que todos miraramos a Harry, incluida yo.

Todo permaneció en silencio durante unos instantes. Parecieron horas hasat que Harry se dignó a contarnos el por qué había vuelto.

-Tenemos que encontrar algo- fue lo que dijo más nervioso que nunca- Y esta escondido aquí, en el castillo. Puede ayudarnos a derrotar a quien-vosotros-sabeis-

-Vale- dijo Neville haciendo entender la situación- ¿Qué es?-

-No lo sabemos- dijo Harry haciendo que aquellas palabras resonaran en la cabeza de todos durante los siguientes segundos.

-¿Dónde está?- preguntó Dean.

-Tampoco lo sabemos- respondió Harry un poco avergonzado- Se que no es mucho...-

-No es nada- interrumpió Seamus.

-Creo que es algún objeto de Ravenclaw- dijo pensativo- Tiene que ser... algo pequeño... facil de esconder... ¿alguna idea?-

Tras unos segundos, la aguda y dulce voz de Luna hizo que todos la miraramos con curiosidad.

-Podría ser la diadema perdida de Ravenclaw- 

-Demomios- dijo Ron con su típica cara de miedo- Ya empezamos-

-¿La diadema perdida de Ravenclaw?- continuó la rubia- ¿No habeis oido hablar de ella? Es bastante famosa-

-Sí- interrumpió Cho- Pero, Luna, lleva siglos perdida- dirigió su vista de Luna al trio de oro- No hay nadie vivo que la haya visto-

-Perdonad- interrumpió Ron- ¿Podeis explicarme qué es una diadema?-

-Es una especie de corona- explicó Cho- Parecido a una tiara-

En ese momento, el sonido de las puertas de la sala abriendose hizo que todos miraramos hacia atras. Se abrió un pasillo entre los presentes dejando ver a una niña pelirroja.

-Harry- susurró lo suficientemente alto para todos la oyeramos.

-Hola- susurró Harry de la misma manera.

Ambos se quedaron paralizados durante unos instantes.

-6 mese sin verme y pasa de mi totalmente- le dijo Ron a Hermione- Y soy su hermano-

-Hermanos tiene muchos- se burló Seamus- Pero Harry solo hay uno-

-Callate Seamus- dijo Ron de mala gana.

-Snape lo sabe- dijo Ginny tras aquella breve conversación- Sabe que han visto a Harry en Hogsmade- 

Nuestras miradas se dirigieron a Harry y entonces ideó un plan.

(...)

Snape caminaba con sus aires oscuros por el pasillo que los alumnos habían dejado en medio del Gran Comedor, ahora vacio. Se posicionó en el sitio donde antes estaba el asiento de Dumbledore, como si nunca hubiera estado allí, y comenzó a hablar.

-Muchos de vosotros os estareis preguntando por qué os reunido a estas horas- comenzó con su tenebrosa voz- Ha llegado a mi conocimiento que hoy por la tarde Harry Potter ha sido visto en Hogsmade-

Todos los alumnos comenzaron a murmurar sobre lo que Snape acababa de decir.

-¡Sabed...!- dijo más alto de lo normal haciendo que todos los murmullos cesaran- Que si alguien, alumno o profesor, intentara ayudar al señor Potter... sería castigado... de modo proporcional... a la gravedad de su transgresión-

Su discurso frenó durante unos instantes antes de volver a comenzar.

-Es más- dijo haciendo enfasis- Cualquier persona conocedora de estos hechos... que no se pronuncie... será tratado... igualmente como culpable-

El comedor se mantuvo en completo silencio durante otros segundos hasta Snape finalizó su discurso contra Harry.

-De modo que...- comenzó a bajar los escalones en los que estaba subido- si alguien aqui... tiene conocimiento... de donde ha estado el señor Potter esta tarde... le invito a que se pronuncie... ahora-

El comedor siguió en completo silencio. Inmovil, con Snape acechando en cada rincon con sus ojos de lince. Hasta que, por delante de mi, una sombra negra y roja pasó hasta hacerse ver por el pasillo en donde estaba Snape. Todo el comedor rompió el silencio en murmullos hasta que quel individuo comenzó a hablar.

-Parece que a pesar de sus exaustivas estrategias defensivas, sigue teniendo un problema de seguridad,- dijo Harry haciendo que la Orden del Fenix cruzara las grandes puertas del Gran Comedor- Director-

Todos se colocaron detrás de Harry expandiendose y haciendo ver a Snape que no estaba solo.

-Y es bastante grande- continuó Harry- ¿Cómo se atreve a ocupar su lugar?- se refería a Dumbedore con dolor- ¡Cuenteles lo que ocurrió aquella noche! ¡Cuenteles como miró los ojos a un hombre que confiaba en usted y le mató! ¡Cuenteselo!-

Snape se inclinó delicadamente hacia atrás al tiempo para sacar su varita. Justo cuando iba a apuntar a Harry con ella, McGonagall se interpuso entre ellos dos. Parecía que Snape iba a retirarse pero entonces reafirmó su postura atacante contra la profesora. Toda la Orden del fenix les respaldaba, y también los alumnos presentes en la sala de los menesteres, con sus varitas. McGonagall atacó primero haciendo que Snape utilizara un hechizo protector. Ella atacó de nuevo, una y otra vez al tiempo que Snape se retiraba hacia atrás. En uno de sus ataques, el hechizo rebotó a dos mortifagos que acompañaban a Snape en el discurso y los dejó inconscientes. Justo en ese momento, con un último golpe de la varita de la profesora, Snape se convirtió en humo y salió por el gran ventanal, haciendo que este se rompiera en mil pedazos.

-¡Cobarde!- gritaba McGonagall hacia el ventanal roto- ¡Cobarde!-

Continuará...

***

Hola chicxs, la historia esta terminando y quiero decir que habéis sido unxs lectorxs estupendxs. Me gustaría que siguierais leyendo la historia hasta el final, que voteis en vuestras partes favoritas y que dejéis en comentarios mejoras, ideas, proposiciones y demás. Os quiero mucho, de verdad. Besosssssssss <3 <3 <3