Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10: Heterochromia

~Narra Katya~

Minutos después de que Draco subiera, Bella nos ordenó que subiéramos con el, puesto que estaba tardando demasiado. Cuando llegamos a la planta más alta del castillo vimos a Draco apuntando con su varita a un Dumbledore desarmado.

-Bien hecho...- le susurró Bella a Draco- Seguiremos nosotros-

-Bellatrix- dijo Dumbledore como si de una cafetería se tratara- Creo que no me has presentado a tus amigos- hizo una pausa observando a todos los presentes, deteniéndose en mi- Señorita Riddle, no esperaba verla junto a su padre tan pronto-

-Ya ve, profesor Dumbledore,- dije interrumpiendo la escena que mi padre me había descrito anteriormente- que sus predicciones no son siempre como espera, señor-

-Queria Katya- me replicó tan educado como siempre- Nunca he dicho algo que no se haya hecho realidad-

Tras unos segundos de indecisión, Snape apareció por la escalera. Por lo que me dijo mi padre, era uno de los nuestros infiltrado en el bando de Dumbledore.

-Severus- dijo Dumbledore suplicando- Por favor-

Pude ver en la mirada de Snape una indecisión. Como si no estuviera seguro de querer hacer algo. Acto seguido una chispa verde salió de la punta de su varita.

-Avada Kedavra-

La maldición asesina. Había aceptado la oscuridad dentro de mi. Pero, al igual que Draco, no pude evitar sentir tristeza por el anciano al que Snape acababa de asesinar. Bella se acercó al balcón de aquel mirador y apunto con la varita al cielo. La marca tenebrosa apareció casi al instante entre las nubes. Cuando eso estuvo hecho, Bella y los demás mortifagos empezaron a bajar las escaleras y yo cogí a Draco del brazo para seguirles. Bajamos las escaleras lo más rápido que pudimos para comenzar a sembrar el terror. Pero, esta vez, mientras Bella sembraba el caos allá donde iba, yo me acurrucaba junto a Draco, en un desesperado intento de sentirme mejor. Draco no pareció molestarse así que yo no me separé de él. Destrozaron el gran comedor. Allí donde había comido con mis amigos y mis seres queridos tantas veces, donde había celebrado mi cumpleaños en tercer curso, donde las serpientes y los leones habían sabido soportarse, allí donde descubrí en segundo curso que me había enamorado de él...

~FlashBack~

Me encontraba en segundo curso en la escuela de Hogwarts. Había llegado tarde al Gran Comedor por lo que mi desayuno se basaría en sobras del resto de leones. Me senté donde siempre y cogí media tortita de un plato, un par de sorbos de una jarra de zumo de calabaza y un huevo frito con la yema rota. Lo puse todo en un plato y comencé a alimentarme de aquello. Sabía que iba a pasar hambre aquella mañana, pero no era la primera vez. Estaba comiendo tranquilamente cuando alguien se sentó en frente mío. No pude ver quién era ya que, para cuándo había levantado la vista, ya había dejado un plato con comida a rebosar y se había ido. Cuando dirigí mi mirada hacia la puerta, vi una cabellera rubia platinada cruzar el umbral que separaba la estancia de los pasillos. Me levanté corriendo y salí de allí, persiguiendo a aquella misteriosa persona hasta que la alcancé. La toque el hombro haciéndole parar y se dio la vuelta.

-Malfoy- dije sorprendida.

-Granger- me respondió de manera un poco irritable.

-Gracias- le dije un poco temerosa.

-¿Por la comida?- pregunto mofándose de mi- Ni las des, son las sobras de mi mesa-

-Aun asi- le interrumpí- es un detalle muy bonito-

Acto seguido le abracé. Él no se lo esperaba, y no me lo devolvió, pero pude notar como una sonrisa se creaba en sus labios, y con eso me bastaba. Me separo de él, de nuevo en su posición de serpiente.

-Adios, Granger- se despidió dándome la espalda.

-Adios, Malfoy-

Mi tono de voz en aquellas dos palabras fue desconcertante. En fin, era más suave y dulce que nunca. Sonó el timbre y tuve que ir a clase. A pesar del plato de Malfoy y su amabilidad en aquel momento; aquella mañana pasaría hambre.

~Fin del FlashBack~

Draco me miró a los ojos en ese momento y sonrió de nuevo. Intente parecer dura.

-¿Que miras?- pregunté tras varios segundos de contacto visual.

-Nada- respondió casi riendo- Solo, me gustan tus ojos, Katya-

Eso era raro. El siempre había insistido en el hecho de que le gustaba mi bondad, lo buena que era en todo y con todos. No me creía que le gustarán mis ojos rojos; señal de maldad y oscuridad.

~Narra Draco~

Lo vi. Al fin lo vi. Esa señal que me decía que aquello solo fue una fase. Katya tenía heterochromia. Aquello significaba que tenía un color diferente en cada ojo. Uno marron, el original, y otro rojo. Katya había estado en una especie de trance disimulado, que todos se habían tragado excepto yo. Creo que la manera de recuperarla era hacerla recordar que ella es una Granger. Podría ser la sangre del mismísimo Voldemort, pero era una Granger de pies a cabeza. Aquello iba a pasar, y yo sería quién lo hiciera.

-Katya- dije cuando el castillo estuvo a nuestra merced- Quiero enseñarte una cosa-

Ella asintió y me siguió. Llegamos al baño donde Potter casi me mata y Katya se quedó confundida.

-¿Qué hacemos aquí, Draco?- preguntó mientras avanzábamos por el suelo aún encharcado.

-Quería enseñarte una cosa- dije conduciéndola a uno de los espejos.

-¿Crees que traerme al sitio donde casi mueres cambiará algo?- preguntó un poco irritada.

-No te he traído por ese motivo- dije riendo- Quiero que te veas como yo te veo en este momento, y para ello necesito que te mires en ese espejo-

Señalé unos de los espejos de aquel cuarto el cual estaba roto. Katya me miró confundida, pero después me hizo caso. Ambos nos acercamos al espejo haciendo que los ojos de Katya se reflejaran en él. Debido a que el cristal estaba roto cada ojo se reflejaba en un trozo diferente. El rostro de Katya mostraba sorpresa.

-No entiendo- tartamudeaba- ¿Qué les pasa a mis ojos?-

Sonaba temerosa, como con miedo. La abracé por a cintura y apoyé mi cabeza sobre su hombro.

-Están volviendo- respondí- Si tienes miedo por tu padre, no te preocupes, yo puedo protegerte de él-

-No me preocupo por mi- dijo dándose la vuelta pegada a mi- Me preocupo por ti-

-Hasta siendo malvada te preocupas por mi- dije feliz.

-La maldad no puede arrebatarme mi amor por ti-

Acto seguido se estiró hacia mi y me besó. Hacia mucho que no probaba sus labios y aquel momento fue mágico. Cuando se separó de mi sus ojos eran completamente marrones.

-Ahora si que estás preciosa- dije acariciando su pelo.

Se sonrojó y acto seguido me abrazó. La devolví el abrazo y miré de vuelta en el espejo. A través de él pude ver el reflejo de un hombre detrás de nosotros. Era Voldemort. No me aparté, no me asusté. Simplemente me quedé abrazado a ella para protegerla de él. No iba a dejar que la volviera malvada de nuevo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro