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Una fiesta prenupcial


—Principe Killian ¿Que vamos a hacer?

—La noticia no debe llegar a los oidos del reino, entrarían en pánico.

—No pienses en eso, los enemigos del reino puede ver esto como ventaja.

Hablaban los generales, los nobles y los consejeros, al rededor de la mesa de reuniones, en dónde el principe Killian simplemente oía sin decir una palabra.

—¡Caballeros, esos detalles no son importantes!— hablo Odín —la culpable de la muerte del rey, está allá afuera, tenemos que atraparla.

Todos a sintieron, lo primordial era atrapar a Audrey, otro rey podría estar en peligro.

—¿Cómo sugiere que la atrapemos mi lord?— pregunto Odín al principe.

—Mi plan no es ir tras ella— hablo Killian tras unos segundos de silencio.

—¿Disculpe?.

Todos en aquella sala susurraban confundidos de los planes del principe.

—Mi plan es muy sencillo— se levantó para caminar al rededor de toda la mesa en pasos lentos—¿Cuál es la mejor manera de hacer llegar una noticia importante, sin que un reino entero se preocupe?.

—¿Reunion de reyes?— sugirió un noble de edad avanzada.

—Eso es algo muy sospechoso de una tarde para otra noble— respondió el principe— Además, en esas reuniones, siempre hay alguien fuera de la sala, escuchando cada palabra y dispersando la por el reino.

—¡Visita a cada reino!— sugirió un General, con gran actitud.

—Nos tomaría demasiado tiempo General— respondió nuevamente el principe Killian.

—¿Paloma mensajera?— sugirió un consejero de menor rango.

—Esas cosas nunca debieron existir— reprochó el principe— Piensen caballeros, una manera más sutil de lograrlo.

Tras unos segundos de silencio, Odín hablo.

—¿Una carta de invitación?.

Tras esa respuesta, el principe sonrió y aplaudió a Odín, los demás hombres se unieron en coro.

—Mandaremos una carta a cada reino, una carta de una fiesta, que cuando los aldeanos y pueblerinos vean aquella carta, no sospechen de su interior— hablo sonriente.

—¿Y de dónde sacaremos los fondos mi lord?.

—¿No entiende consejero?— se acercó a la cabeza de la mesa, para sentarse y seguir hablando— En el interior estará la noticia del fallecimiento del rey, el como se debe mantener en secreto, y la principal culpable-

—¿La princesa Audrey?— interrumpió un noble.

—Si.

—¿Eso no iniciará contienda entre el reino MacRoyalti y nosotros? Digo ¿Que culpa tiene el rey Maximus?, Aún nos quedan 5 meses de amistad— hablo preocupado un consejero del senado.

—Puede ignorar ese acuerdo consejero, ¿Que sabe usted, si la muerte del rey, fue un acuerdo del rey?— el enojo de Odín, hizo que él y los demás hombres de aquella mesa, se callarán y aceptarán la idea del principe.

—Muy bien, como nadie piensa dar otra idea o siquiera otra palabra al respecto— el príncipe volteo a ver a su consejero— Odín, quiero que esas cartas estén listas para esta puesta de sol, mandaremos 5 cartas a los 5 reinos más cercanos, la princesa Audrey no puedo llegar tan lejos en dos días, y menos a pie— luego volteo a ver a su general de batalla— General, quiero que sus hombres lleven las cartas lo más antes posible, y quiero que coloque seguridad en todas las entradas y salidas de este reino.

—Seguridad ¿Para que mi lord?— pregunto confundido el general.

—Si la princesa Audrey se llega a enterar de que estamos tras ella, lo más probable es que se quiera entregar.

—¿Y si no es así?.

—Si no es así, dudo que el Rey Maximus no vaya a entregar a su hija por un delito tan grave, el prefiere quedar en paz con nosotros, antes de iniciar una guerra.

La confianza de Killian, hicieron que ninguno en aquella sala dudará.

Al terminar la reunión, solo quedaron el principe Killian y su consejero real.

—¿Cree que ella sería capaz de regresar?— pregunto dudoso Odín.

—Si es lo suficientemente ingenua, o realmente quiere mostrar su "inocencia", lo hará— la expresión de Killian era neutra, sabía lo que hacía y decía, y de una forma u otra vengaria a su padre.

Por otro lado, la princesa Audrey fue llamada a la sala del trono, por el Rey y la Reina.

—Padre, madre— hizo una reverencia ante los reyes— ¿Me gan llamado?.

La reina no dudo en bajar de su trono, e ir a abrazar a su princesa.

—Nos tenías tan preocupados, el aspecto en el que llegaste— su voz se quebranto, y sus ojos se cristalizaron.

—¡Exijo que nos digas, que te paso!— hablo el rey desde su trono, con una mirada llena de ira.

—¿Fue el rey?.

Audrey quedó congelada ante las preguntas, ¿Cómo explicaría que el rey Joshner murió? ¿Y que ella es la principal sospechosa?.

El rey impaciente, empezó a lucir más enojado, la reina miraba intrigante a la princesa, la mente de la princesa buscaba que decir sin delatarse a si misma.

—No, no fue él— respondió sin sentimiento alguno— El rey y yo estamos planeando una boda muy lujosa, y como es simbolismo de la paz entre reinos, tomé la decisión de que mi vestido fuera echo acá.

La cara de la reina mostró una alegre sonrisa, mientras que la del rey, cambio a un rostro neutro y complaciente.

—No sabía que el rey Joshner te dejará tomar tus decisiones respecto a la boda— hablo el rey, curioso de aquel acto.

—El rey es un hombre muy caballeroso, no es tan malo como pensé— mintió Audrey sin demostrar resentimiento alguno— Ahora sí me permiten, desearía ir con Cristal al pueblo, a hablar con la sastre del reino.

Audrey se dirigió a dónde estaba su dama de compañía, con pasos lentos y postura firme.

—Rey mío, vamos a acompañarla.

Aquellas palabras asustaron a Audrey, y la dejaron atónita e inmóvil en el lugar donde se había detenido.

—¿Que cosas dices Teodora?.

La reina fue alegre a abrazar a su hija, y mirarla con felicidad.

—Desde la llegada de Audrey, los aldeanos han estado haciendo fiestas y banquetes, están celebrando la llegada de su princesa— se acercó al rey a paso rápido, tomo su mano y lo miro a los ojos— Por favor Maximus, son pocas las veces en las que celebran a lo grande ¿No sería lindo compartir con ellos?— las palabras de la reina estaban convenciendo al rey.

—No estoy seguro Teodora— no parecía convencido, pero la reina siguió hablando le en el oído, cosa que parecía animarlo.

—MI REY —Grito el mensajero real, al entrar a la sala de tronos— HA LLEGADO EL CORREO.

La sonrisa del rey desapareció al instante, para colocar su cara habitual.

—QUE ESPERAS, TRÁELO.

La reina bajo de estar al lado del rey para dirigirse a la princesa.

—Hija mía ¿Puedes revisar el correo?, trataré de convencer a tu padre de que nos acompañe a la aldea.

Audrey asintió, y salió de aquella sala junto a su dama de compañía, ambas respiraron agitadas.

—¿Por qué se le ocurrio decir eso mi lady?.

—Quiero dar una vuelta por el reino, a buscar a quienes me puedan a ayudar en la investigación del asesinato Cristal— susurro Audrey mientras seguía al mensajero real —No quiero que mis padre se involucren, porque de ser así,tendré que mandar a hacer un vestido de bodas, con mi prometido estabdo muer-

—Acá está la correspondencia princesa— interrumpió el mensajero.

—Muchisimas gracias Fredick— agradecio Cristal.

Audrey y Cristal leían los sobres ,para ver la relevancias de las cartas. Correos, peticiones, cuentas... Una invitación a una fiesta prenupcial.

Audrey se sorprendió al ver aquella invitación, del reino de Pertenec, al abrir la carta, leyeron lo siguiente:

"Querido rey Maximus.       

Lamentamos informar, que el rey Joshner IV del reino de Pertenec, murió hace dos días por razones aún no concretas.
Lo que si se tiene asegurado, es que la principal sospechosa y la que creemos es la asesina, es su hija, la princesa Audrey II, quien fue la última persona con la cual se le vio al rey la tarde anterior.
Esperamos su respuesta y colaboración

Atte: El principe Killian"

Tras  leer la carta, el semblante de Audrey cambio a estar pálida y asustada, volteo la carta para encontrarse con un pequeño escrito:

3 tercera carta de 5

—Mi lady ¿Que dice?— pregunto preocupada Cristal por el semblante de su princesa.

—Cristal...— dijo débil Audrey— Es una carta donde pronuncian la muerte del rey— trago en seco— Dónde explican que soy la culpable

Cristal cubrió su boca con sus manos, lucía más triste que asustada.

—Además... Hay otros cuatro reinos que recibieron está carta...

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