El aturdimiento iba y venía, me imaginaba como debías de estar pasando esos momentos, algunas veces era capaz de escuchar los suaves murmullos a mi alrededor como si me envolviera una invisible burbuja.

"Discúlpame .... No sabía que... Bueno, sé que talvez ahora no quieras hablar, lo importante es que tú estés bien y puedas ayudar a tu hermana a superar esto, debes de estar para ella y ser fuertes Maggie no quiere verlos así, como tú dijiste, no deben de ser egoístas ella no quiere verlos sufrir"

Fue lo que atine a escribirte en un mensaje de texto, esperaba y pudieras contestar. Pero eso solo me descolocaba y me hacía sentir peor, tenía miedo que después de el último mensaje reaccionarias reacio y apático conmigo. Preferí esperar una respuesta.

Tenía mi celular en la mano, observando su fondo de pantalla, eras tú, de cintura hacia arriba, con una sudadera obscura y esa linda sonrisa torcida que me encantaba, las manos dentro de la misma con aire despreocupado, la robe de tu muro.

Tenías alrededor de 15 años en la fecha que tomaron la fotografía, ahora tenías casi 18 pero seguías estando igual de guapo, aunque talvez con el tiempo te volviste un poco más atrayente y varonil.

Sin embargo tus ojos seguían siendo tus ojos, de un hermoso color café y eso era el motivo de mi poca concentración.

Lo único que recuerdo es que de un segundo a otro Marisol me arrebato el móvil.

-Vamos a llamar a Carlos...- cuando escuché tu nombre, algo dentro de mi cabeza hizo click y cuando reaccione y pude quitarle el móvil a Marisol ya estaba llamando.

-Marisol...¡Noooo! Porqué hiciste eso, sabes que no va a contestar, menos ahora como están las cosas- mi voz más que enojada sonaba lejana y triste.

-Contestale- pidió ella. Mariana y Claire solo asintieron, alentandome.

- Saben que no va a contestar...- acerque mi teléfono al oído y Marisol soltó una risita.

Mi corazón comenzó a palpitar cuando sonó el primer timbrazo.

- ¿Bueno...?- No me di cuenta cuando descolgaron el teléfono.

Mi corazón, Tu voz.... La respiración atorada en los pulmones...

Carlos... ¡¡Carlos!!

-¿Bu.... Bueno?- Contesté.

-¿Quien habla?- Respondieron.

-¿Carlos eres... Tú ?- Dudé

Mariana y Marisol me vieron sumamente emocionadas. Mis emociones siempre se reflejan en mi cara.

- Si, soy yo, ¿Reneé eres tú ...?- respondiste. Sonó tan lindo cuando dijiste mi nombre*

Entonces me mareé y por poco empiezo a hiperventilar.

!! Eras tú !!

N/A:

*(El nombre de la joven está censurado por derechos de autor y para proteger la identidad de la persona)