"Carlos... Mira nena los chicos como el nunca cambian, sus actitudes y lo que me cuentas de sus caldos me hacen darme cuenta de eso."

Maryel comenzó a explicarme.

" Su manera de ser con las chicas que conoce es más que obvia
muñeca, el ya no es virgen. "

Tus relaciones, o caldos van mas haya de besos y coqueteos...

Tú buscas sexo.

No .... Eso no puede... Entonces tú...

"El no puede llegar a verte como algo más que amigos porque tú no puedes darle lo que el busca y ambos lo saben".

Concluyo ella, no sé que sentí cuando pronunció esas palabras, algo se quebró dentro de mi.

En ese momento mire hacia ningún lado y recordé la manera en que te pusiste nervioso cuando yo te hice la dichosa preguntita unos 3 meses atrás.

"Tú ...  Eres ...  Ya sabes, ¿virgen?
Te pregunté en tono bajo.
Levantaste una ceja, sonreiste.

"¿Tú qué piensas?" Me preguntaste divertido.

"No lo sé...." Contesté algo nerviosa , no debí preguntarte eso.

"Si, aún lo soy. ¿Porque la pregunta?... ¿Porque te ríes? ¿Por mi respuesta? " Preguntaste algo ¿Molestó?

"No, Nooo, me estoy riendo por lo estúpido de mi pregunta" Conteste algo incómoda.

"No considero que sea una pregunta estúpida... Sabes, las personas pueden decir cosas que son verdaderas y otras personas que las escuchan pueden pensar si son ciertas o falsas... Cada quien elije que creer. Yo te digo la verdad"

Contestaste sonriendo como siempre.

Tenía mis ojos cerrados con mucha fuerza. Sentía que mis lágrimas querían salir.
Recortar eso me hizo sentir peor. Yo había decidido creerte aquella vez más que nada por la incomodidad del momento.

Ahora otra persona me decía lo contrario. A mí no me importaba si tu eras virgen, ello es algo íntimo y personal. Lo que me dolió fueron las últimas palabras que pronunció ella.

"Tú no puedes darle lo que el busca.."

Carlos...

¿Ella dijo la verdad?