🪷 𝘓𝘢𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘢𝘮𝘰𝘳
El baile sería en el castillo notarial, en la aldea de Derby de la Salle. El castillo notarial era el único castillo en pie en Derby y era muy antiguo, sin embargo, era el hogar del duque de Cambridge, la condesa y hermana del duque de Cambridge.
Y sí, seguramente vería al señor Barnes en esa fiesta, ¿Qué tan nerviosa podría estar?
— Lily —escuche a Ashley quejarse y por un momento me desestabilice para volver a ella.
— disculpa ¿Decías? —
Habíamos tenido que recurrir a la modista especial de la tía London, quién se encargaba súbitamente de conseguir los mejores atuendos para todas las jovencitas que eran recomendadas por la tía London.
— ¿Este es mi color? —se había sobrepuesto un vestido verde menta sobre su cuerpo, pero la realidad era que el verde a Ashley jamás le favorecía.
— no creo que sea tu color, es más el color de Jully —exprese recordando a su hermana menor.
La modista era una mujer muy esbelta, de hermosa piel canela y con una cinta en su cuello de medir que siempre parecía tener, aunque no estuviera cociendo, vestía de un salmón tenue y era demasiado hermosa.
— el color es el problema, señorita Brown, usted debe lucir un color más alegre, en su rostro se ve —era madame Lucie la experta en esto, ella tomó un vestido magenta de su colección y lo puso sobre Ashley— si ves ahora, notarás que tu rostro se ilumina mucho más —sinceramente no sé de qué hablaba, pero Ashley parecía ver lo que madame Lucie veía, no era difícil descifrar que era francesa y residente de Inglaterra, tanto como otras mujeres, ella también amaba las épocas de Inglaterra donde nos vestíamos de doncellas y caballeros de tiempos antiguos— las personas creen que el verde y azul siempre les quedará a todas las rubias, pero no es cierto —alegó— las rubias de ojos verdes y azules sí, pero las mujeres de ese café y miel en sus ojos merecen un tono tan dulce como ellas —era muy abierta en todo sentido, hacía reír a todos, estaba segura que era una mujer muy feliz.
— entonces me lo probare —y era capaz de convencer a cualquiera de probarse un vestido y de venderlo.
Aún miraba entre todos, buscando un vestido para mí, porque la tía London consideró que ninguno de mis vestidos eran aptos para la gala de esta noche. Sí, ya había pasado un día aquí en Derby y teniendo en cuenta que también el duque de Cambridge estaba aquí.
Casi me costaba pensar que en pocas horas lo volvería a ver.
Entre tantos atuendos, vi uno que llamó mi atención, un vestido negro victoriano, lo reconocía por la forma de sus hombros y el detalle incrustado en su pecho. El negro era un atajo directo para recordar al señor Barnes, él era el único que se veía tan atractivo en ese traje, que era imposible verlo de otra forma.
El vestido era distinto, no era de una época, era más bien el recuerdo sútil del pasado, era de vuelo de princesa, brillaba como una noche estrellada y tenía una capa de tela fina que caía sobre los hombros con un diseño y directamente caía también sobre la parte trasera del mismo.
— un vestido de encaje de corazón, seguramente dará un gran impacto —madame Lucie me tomó por sorpresa y me espanté en silencio cuando la vi— pero ¿no cree que un celeste caería mejor con usted? —
— oh no, yo solo... —nerviosa trate de explicar la situación, pero madame Lucie siquiera me dio tiempo.
— o, es que le recuerda a alguien en especial —ella me descubrió y todo lo que tenía pensado decir desapareció de mi mente. Madame Lucie sonrió coqueta— en ese caso, vestir un negro como este es más que adecuado, seguramente será la chica más única del baile y además captará la atención que espera —era muy intuitiva, pero tenía miedo por pensar lo que diría tía London de esto.
— no estoy segura, madame, nunca he usado un traje negro para un evento así —
— si es por su tía —nuevamente me descubrió— no se preocupe, que un negro siempre es tradicional, además, es recomendado por mí —y me guiñó el ojo sútilmente desenvainando el traje de su envotulra plástica— ¿se lo probará? —
Era tonto decir que no me gustaba y que no tenái ganas de probarmelo, pero quería resevarlo como una sorpresa para mí y para todos, así que le pedí de inmediato a madame Lucie que lo guardará en una envoltura que no se notará su color y así lo hizo.
Rápidamente pasamos de esa tarde a las horas en retroceso para el baile. Tía London nos había mandado a cada una a nuestra habitaciones para realizar nuestro propio maquillaje, alistarnos perfectamente y ser puntuales al bajar. Porque antes de las nueve de la noche, ella debía estar en el baile para ser chaperona y que nosotras debíamos dar el ejemplo y no involucrarnos con cualquiera, también que nos comportaramos, pero a esta altura sabía que se refería ma's a mí que a Ashley.
De hecho me sorprendía que no se hubiera enojado a gran magnitud conmigo cuando llegamos a casa, en vez de eso, fue a su sala a tomarse un té relajante y no nos dijo más nada.
Asumí que debía ir a mi cuarto como castigo, mientras Jake el hijo de la tía London llevaba a Ashley de paseo y aunque ella me insistió en ir, me rehusé porque estaba mentalmente exhausta y creía que era mejor descansar.
Jake era el único hijo de tía London, era atento y muy extrovertido, además Ashley se había criado su infancia entera con él, así que en cierta forma eran como hermanos, Jake y yo nos llevábamos tan bien como todos los medios primos podían llevarse, él sí no conocía de mi procedencia, solo sabía que era la prima y sobrina de su tío y primas de familia, además no era como que le importará de donde venía, cuando podíamos Jake nos invitaba a ir de picnic, a Audrey, Ashley, Kelly, Jully y yo cuando estaba presente.
Era muy carismático, creía que tenía el don de desaparecer las preocupaciones de cualquiera en segundos, era muy contrario a la tía London en ese aspecto, pero respetaba las leyes y las indicaciones cuando eran necesarias, sin embargo mientras él podría estar actuando como caballero con su mano derecha, también podría estar haciendo payasadas con su mano izquierda y realmente era muy alentador verlo.
Y de pronto el reloj marcó las ocho en punto, hora exacta que la tía London pidió que bajaramos y yo aún no me había puesto el vestido, me apresuré a tomar mi cabello con un recogedor cerca de la nuca, tomé el vestido y abrí su cremallera de inmediato, mi corazón se sentía pesado por los nervios, sentía escalofríos, como si mi cuerpo se preparará para algo realmente malo, me adelanté a ponerme los tacones sin haber cerrado la cremallera y cuando pude finalmente levantarme sobre ellos, respire hondo y comencé a luchar por cerrar la cremallera, dí dos saltos antes de poder lograrlo y cuando lo hice, tomé los hombros desmontables con la capa de tela fina y me lo puse sobre los hombros.
Estaba segura que a la tía London le daría la sensación de que estaba a punto de ir a un velorio, pero no era cierto, este era mi traje de gala, me sentía tan superior y enigmática, que era casi como ver otra persona en el espejo.
Esta vez en mi cabeza no puse una pluma blanca, sino una tiara, en Derby era el significado de que la dama buscaba un pretendiente y estaba segura que yo querría buscarlo a él.
Aún cuando sintiera que él y yo estábamos muy lejos de tener algo.
De pronto, una luz se encendió sobre mi cabeza, un recuerdo.
— usted, ¿también leyó mi carta? —
La carta del señor Barnes.
Miré inconsciente mi maleta abierta donde guardaba mis cosas y vi la carta sobresalir de la malla de la pared superior de la maleta.
— lo entenderá cuando la lea —
¿Qué entendería cuando la leyera?
¿Qué quería decir con eso?
No podía con la presión y la intriga, así que me apresuré a mi maleta y con mis manos temblorosas saque la carta y la abrí mientras me acercaba a la cama para leerla sentada sobre ella.
Respiré hondo, antes de atreverme a rasgar la envoltura y sacar la hoja que estaba escrita a mano, estaba escrita a mano, mi corazón se enloqueció.
Pero la leí y de pronto una extraña sensación hurgó en mi interior:
"Señorita Foster,
Que mis primeras palabras hacia usted sean de deseo y éxito en la vida secular que emprenderá de ahora en más.
Escribo esta carta a razón de hacerle entender la razón de mi partida, siento que se lo debo, una explicación de la cuál no puedo evitar sentirme desesperado al tomarla, pero es lo que debo hacer.
Comprendo que aún sigue enojada con mi amigo, el señor Knight y yo. Creame no fue nuestra intención darle la impresión de un hombre mujeriego, ni tampoco de falsificadores de sentimientos, temo que lo haya tomado de esa forma, ni intentamos en ningún momento afligir o humillar a su prima, sepa usted que mi amigo esta enamorado realmente de la señorita Brown, pero un compromiso lo ató de manos para estar con ella, su verdadero amor.
Quiero que lea esta carta, pero no la esfuerzo o la obligó a hacerlo, pero sí de modo tal ha llegado hasta aquí, agradezco infinitamente y alegra mi corazón que lo haya hecho.
Dicho lo anterior, tengo intención de exponer mi reciente partida y la razón de ella. Dentro de cuatro días, mi hermana Mary dará un baile en el castillo notarial en Derby, donde resido, debo estar presente para ella como miembro oficial de la monarquía, lo cuál tengo entendido que no es sorpresa para nadie. Aún así desearía quedarme la temporada entera, para pasar tiempo con usted y conocerla.
Pero el destino no está de nuestro lado y las cartas lanzadas demuestran lo mismo, aún así, durante estos días que pasaron, no pude evitar pensar en usted de manera significativa, tampoco pude evitar dejar de pensar en el tiempo que pasamos juntos, dígame usted si también sintió y pensó lo mismo.
Usted me ha hecho ver la temporada de otoño de una forma como ningún otro ser humano ha podido, ahora sé que otoño no es solo una época del año, junto a usted he descubierto que los momentos emblemáticos muchas veces son tan fugaces que no tomamos el tiempo suficiente para apreciarlos, ahora lo sé.
Querida señorita Foster, no sabe cuánto me apena y entristece mi alma no poder conocer más el otoño y la magia que trae consigo el viento y las noches de los bailes en Winchester, pero lo que más enmudece y vacía mi corazón, como un puñal de frente, es que no pude pasar más tiempo conociendo lo maravillosa que es.
No se alarme, señorita, al recibir esta carta, perdóneme por robar su atención con la misma, pero necesitaba escribir esto para usted y entregarlo en sus manos.
Aún no sé lo que la noche de hoy nos deparé, pero estoy seguro que bailaré con la mujer que ataca mis pensamientos de noche, la que me deja en desvelo por no poder decirle lo mucho que la apreció. Espero que el baile me lo permita, estaré esperándolo con ansias."
Con todo su afecto, Ryan Barnes. Eso fue lo último de la carta.
Y escuche campanas a mi alrededor, mi corazón latía con tanta felicidad, que no podía evitar dejar de sonreír, mi reflejo en el espejo era inminente, mis mejillas enrojecidas y la carta entre mis manos.
¿Era esto lo que realmente había estado esperando? ¿Cuál es la razón de mi presencia en Derby?
¿Acaso el destino nos quería juntos? O solo estaba soñando.
¿Por qué mi corazón se enloquecía cuando lo veía? ¿Por qué me sentía tan frágil frente a él?
Y ¿Por qué ahora usaba este vestido? ¿Acaso quería llamar su atención?
La mujer que ataca sus pensamientos de noche..¿Esa era yo?
El baile, era premeditado. Nuestro primer baile, él tenía intenciones de bailar conmigo.
El señor Barnes estaba interesado en mí.
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