🪷 𝘋𝘦 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰
— creo que el joven Knight es el indicado para Ashley, ¿has visto cómo estuvieron toda la noche? —
Durante la mañana siguiente del primer baile, era costumbre en Winchester reunirse en una feria de temporada, donde el amor era el tema principal. Tía Celia organizaba sus brownies especiales, hechos con amor y dedicación, gracias a la ayuda de Mirabel, la cocinera que le daba el toque maravilloso a la comida y con quién la tía Celia había aprendido a cocinar, hacía mucho tiempo.
— estoy segura que ningún hombre es capaz de resistirse a los encantos de la señorita Ashley —Mirabel había visto crecer a las hijas de los Brown y también el amor entre el tío Charles y la tía Celia, ella era en la que más confiaban.
Siempre era bueno escucharla, porque Mirable era distinta a las personas de servicio en mi hogar, no esperaba de ella un halago constante o una evasión de verdad con tal de conservar su puesto, en Mirable podías ver algo más allá que eso, ella estaba dispuesta a decir la verdad, a contraponerse a algo que no era correcto y a mantener su integridad siempre, parte de la gran confianza que la familia Brown le tenía era por eso, ella no sabía lo que era una falacia, tampoco sus hijos.
— debió haberlos visto, eran como dos almas encontrándose finalmente, después de tanta oscuridad —
Expuse segura envolviendo los brownies en los aluminios para mantenerlos calientes y meterlos a la canasta.
— siempre supe que Ashley sería una chica afortunada, las vecinas y los periódicos hablan muy bien de él, dicen que es un hombre alegre y respetable, nunca le ha faltado el respeto a nadie y siempre parece ser tan servicial —
Mirabel era parte del comité de bienvenida en Winchester y por ende siempre debía saberse todas las noticias en todos los rincones, era su deber o su pasatiempo.
— ¿y del duque de Cambridge? —
Preguntó tía Celia, por un momento me abstuve de tomar el brownie para envolverlo solo para escuchar lo que Mirabel tenía que decir, casi como si necesitará que realmente me contarán todo sobre él.
— bueno, el duque de Cambridge es mucho más adinerado que el duque de York, eso lo sé perfectamente, últimamente ha estado muy incluido en el parlamento de Reino Unido, se sospecha que quiere formar parte de él, además es un hombre de pocas acciones y palabras, mantiene sus acciones totalmente controladas, tanto económicas como propias —se detuvo un instante— ¿Cuántos Brownies llevamos? —
Parpadee volviendo a mi realidad, cuando Mirabel tras de mí preguntaba por los Brownies, baje mi mirada y los conté rápidamente— llevamos diez —
— bien, con los del horno serían veinticuatro —
Mirabel era experta en desviarse del tema principal, la curiosidad me mataba por dentro y no pude evitar apresurame a ella y voltear mi cuerpo para apoyarlo sobre la alacena y cruzarme de brazos para seguir preguntando con casualidad a la charla que estaba teniendo con la tía Celia— ¿por qué un duque querría unirse al parlamento? —pregunté para seguir el tema— es dueño de todo Derby y la mitad de Preston, no es muy necesitado que digamos —
— Bueno, se rumorea que quiere cambiar algunas leyes que el parlamento se niega a hacer desde hace mucho. Pero lo que más se rumorea de él, es que es un hombre de voluntad medida, un hombre que no le gusta tomar las cosas muy sueltas, prefiere que todo sea totalmente correcto, por eso muchos creen que es un hombre egoísta —
— pues lo es —me apresuré a decir y Mirable y tía Celia me miraron interrogantes— bueno, por lo poco que hablamos anoche —y me sentí intimidada, por abrir mi boca y decir algo contra alguien más, pero el señor Barnes era totalmente inconsciente de que sus palabras herían y esperaba que algún día se diera cuenta de ello.
— señorita Foster, no puede adjudicar un comportamiento a alguien si apenas ha hablado con él. No es propio de una dama —
Y al igual que todos en Winchester, Mirabel desconocía de mi familia y el estatus de la misma, ella creía que era de Londres y nada más, no sabía nada de mí además de lo que era frente a ella.
— Es cierto, Lily, es malo criticar a alguien solo por como se comporta en una noche —
Mi tía me reprendió— lo sé tía... pero no pretendo retractarme hasta que él se retracte de lo que dijo —expuse segura de mí— no es de buena educación hablar a espaldas de las demás personas y mucho menos de una dama —
Tía Celia y Mirabel se rieron de mí, estallaron en carcajadas descaradamente frente a mí, casi como si fuera una chiste lo que hubiera dicho. Pero al final, solo era un puchero que sabían que no era para tomar con tanta seriedad.
Cuando los brownies estuvieron listos y empacados, la señora Mirabel se tuvo que ir, pues bien había dicho antes que era parte del comité y era su responsabilidad estar presente en la apertura de la feria en temporada de otoño.
Durante este tiempo, toda Inglaterra se vestía del pasado de nuestro país, era la belleza que Otoño traía hacia nosotros, pero Winchester era el lugar en el que más las personas se encantan con el pasado, era por ello que muchos ansiaban venir a Winchester para celebrar, puesto que era el único estado que había creado un itinerario completo para todo otoño con distintas actividades, dejando atrás el presente y apreciando la belleza del ayer.
Para la primera feria de la temporada de otoño, era primordial que las personas que asistían lucieran atuendos verdes o naranjas, tal vez un beige, simbolizando la bienvenida al otoño o inclusive el blanco.
Lo importante de la primera feria de Otoño eran las segundas miradas de dos almas en pleno apogeo del amor.
— apenas y puedo respirar, Lily —
El vestido de esta temporada de Ashley era precioso, estaba segura que lucía como los algodones nacientes, era de un color blanco hueso y combinado con ella era la combinación perfecta de un ángel real. Terminé de acomodar su sombrero sobre su cabeza y sonreía orgullosa de ella frente al espejo.
— estas preciosa, ya verás que el duque de York quedará encantado —
Durante la temporada de otoño en su primera feria, era preciso que las damitas presentadas a la sociedad la noche anterior, se presentarán con una sombrilla sobre acompañándola, simbolizando la espera de un pretendiente dispuesto a tomar su mano. Las mujeres que aún buscaban el amor pero ya no pertenecían a la temporada llevaba un chal sobre sus hombros, un abrigo que cubría sus manos sin aprisionarlas ro completo, era una capa que servía también para cubrir su cabeza, esperando que en esta temporada, finalmente tuvieran la oportunidad de encontrar a su pareja ideal.
El chal de Ashley caía sobre sus hombros, era igual de blanco con bordados dorados que caían sobre toda la tela, sus guantes guardaban sus manos del frío y sus botas blancas la ayudaban a que la suciedad no se introdujera en entre sus pies.
— sobre el duque de Cambridge —y cuando estaba dispuesta a ponerme mi traje para que ella me ayudará, surgió la conversación del duque Barnes— no debes desanimarte por las crueles palabras que dijo —
Como si fuera capaz de olvidar su insolencia, pero aún así me abstuve a sentirme ofendida nuevamente y saqué mi vestido del armario en el que la noche anterior lo había metido antes de plancharlo— no me desanima, Ashley —alenté abriendo la cremallera del vestido— además, no me interesa él, ni sus riquezas, ni aunque me proponga todo Derby y mucho menos si solo tiene la mitad de Preston, creo que merezco mucho más que eso —
Bromee con hacerme la ofendida y Ashley rió sobre mi actuación— eso sería inimaginable —
— por supuesto que lo es, por eso, pienso que es mejor solo centrarnos en lo que realmente importa —Ashley me ayudó con la cremallera oculta de mi vestido y me volví sobre mí para verla cara a cara— hoy pasarás tiempo con tu amado duque —
Una media sonrisa apareció entre sus labios— ¿de verdad crees que le guste tanto? —
— Si él no se ha enamorado, entonces no sabe lo que es la belleza —
Aseguré para ella, no quería que Ashley se hiciera hacia atrás, no esta vez que realmente sentía que todo estaría bien. Ella me ayudó con el peinado suelto que quería llevar y con el chal rojo que había traído, esta vez pensaba andar a caballo muchas veces, por ello me lleve mis botas de cuero roja que servirían para ello, mis guantes no serían de tela, sino de algodón, mi vestido por debajo tenía una crinolina que ayudaba a que no se viera nada más, de esa forma aseguraba mi integridad.
Presentía que esta vez sería una feria realmente interesante.
Los ruidos y alborotos de las gemelas aún se escuchaban, durante toda la mañana estaban peleando y seguían haciéndolo, Ashley y yo nos encaminamos a ver qué sucedía, ¿Por qué había tanto alboroto? Hasta que entrando por las puertas ambas gemelas nos vieron casi petrificadas.
Y sin saber que sucedía, pronto una de ellas rompió en llanto— no puede ser, ¿Por qué no luzco así de hermosa? —
Kelly estalló en llanto y se tiró a su cama desconsoladamente, Jully era un desastre con su peinado, parecía que un huracán había pasado por su cabeza.
— nunca seré suficiente para los chicos —
La segunda gemela terminó sentándose en su cama y sollozando. Miré a Ashley, pero ella recurrió a sus hermanas de inmediato.
— Jully, Kelly, no desesperen por chicos aún, es su Temporada ¿Recuerdan? —se aproximó a Jully y la levantó de su cama para sentarla en la cómoda que había en medio de las dos camas— no lloren porque un chico no las acepte, porque tal vez ese chico no es el indicado para ustedes —
¿Han leído el cuento de la princesa que fue plebeya en algún momento? Aquella que se hacía llamar Cenicienta, la de la zapatilla de cristal. Si había algo que Cenicienta llegaba a recordarme, era la viva esencia de Ashley. Bondad pura en su corazón, admiración y felicidad aún en momentos difíciles, ella siempre había sido de gran corazón con todos sin condición.
Aún cuando sus hermanas parecían insoportables , Ashley era el pilar que las ayudaba a levantarse.
— Pero, Alicia Ferb va a nuestro curso y ya se comprometió con Krein —
Se quejó Jully mientras Ashley le trataba de peinar el cabello, intuí que necesitaban ayuda así que me aproxime a Kelly quién cabizbaja miraba sus dedos— una princesa jamás baja su mirada —expresé levantando su mentón y tomando los paños que estaban sobre la mesa— y menos si se trata de la atención de un hombre —
— quiero enamorarme —
— Yo también —
Las hermanas coincidieron, pero me abstuve a reprimir sus sueños— y pronto llegará, pero mientras tanto ustedes son como girasoles frente al sol, florecen y crecen en cada temporada, estoy segura que si está temporada no consiguen a alguien, seguramente la siguiente será una lluvia de pretendientes —
A ambas se le iluminaron los ojos, de pronto me sentí como la tía Celia cuando hablaba con sus hijas sobre pretendientes.
Las gemelas ya recuperadas acordaron que disfrutarían la feria sin remordimientos y que estaban seguras que el encanto de sus vestidos atraería envidia en todas las chicas.
Así, toda la familia ya lista para la feria de otoño, el carruaje que nos llevaría estaba fuera de la casa. Toda la familia subió sin excepción, era la primera vez que Kelly y Jully llevaban sombrillas como damitas, era claro que la tía Celia estaba completamente emocionada de la situación y que en cualquier momento esperaba que un hombre entrará por la puerta para pedir la mano de una de ellas o del duque de York por Ashley.
— Encárgate de que el duque no se sienta atraído por otra chica, Ashley, está es tu oportunidad de tener la felicidad plena —
Para tía Celia, la temporada era como caza de brujas, Ashley era su padre más destacado y quería que fuera el mejor. En nada me recordaba a mi madre. Pero según mi madre, la tía Celia siempre era muy enérgica en todo lo que se propone.
— no veo el objeto a que las mujeres tengamos que encantarnos con todo lo que un hombre haga, ¿por qué no puede ser al revés? —
Audrey opinó mientras leía un libro. Sus manos cubiertas por guantes y el gorro en su cabeza, sabía que le gustaba la temporada de Otoño tanto como a todos, pero no lo demostraba con tanta emoción.
— los hombres hacen todo sin gracia —expresó mi tía— en cambió nosotras hacemos todo con gracia, incluso la lectura —
Se refería a los pies cruzados de Audrey, a la mirada delicada y la vestimenta adecuada que Audrey había tomado para esta feria.
— pues pienso igual que Audrey —hablé— no es exactamente necesario que ellos se maravillen de nosotras, aunque es una clara sumatoria a mi ego, pero no exactamente debes ser como lo dice en un libro de etiqueta para atraer a un hombre, incluso montando un caballo con el cabello despeinado y bajo la lluvia, puedes llegar a enamorarte —
— Pero hablamos de un duque —
Tía Celia realmente estaba preocupada por la vida de Ashley y la única manera de que ella tuviera algo mejor que su madre, era casándose con el duque.
— Sí tía, el duque de York —
— un duque no esperará que su futura esposa se suba a un caballo y ande como jinete desalmado, un duque no esperará que su esposa lo espere dormida en casa —
— Si el amor es certero, el amor puede aceptar todo. Tía Celia —
Empezaba a exaltarse una y otra vez y en ocasiones era difícil detenerla, por ello era mejor hacerlo a tiempo. Antes de que perdiera la cabeza, porque asustar a Ashley convirtiendo el cortejo en una responsabilidad tan grande, no era una gran idea.
— y cuando Ashley esté comprometida con el duque de York, le tocará a Audrey encontrar a su media pareja ¡Esto es tan maravilloso! todas mis hijas casadas y con un hogar nuevo —
Nota.
Muchos de los acontecimientos que sucedieron en Inglaterra están en este libro, pero mucho otros son ficticios, incluyendo los lugares o los títulos de las personas y nombres.
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