“Eres la prueba de que no merezco poco”

—Camila.

Querido, amado, anhelado y gentil lector:

Hoy.. no. Esta semana ha sido una de esas semanas pesadas y extrañas. Ayer nació mi prima. Es una niña encantadora.

Salió el Wrapped de Spotify y, la verdad, me ha sorprendido. Pasé mucho tiempo metida en mis pensamientos y canciones, espero que el año que viene sea el doble.

Te cuento que mi perrita está embarazada. Luce adorable porque es chiquita y tiene una panza enorme.

Hoy me acordé de alguien que quiero mucho, que amé y amo mucho. El quince se cumple un mes desde que dejamos de hablar y, la verdad, me hace una falta horrible. Me jode mucho saber que pasaremos lejos esta navidad porque la anterior estuvo aquí, conmigo.

Estuve hablándole de alguien más, sí, no debí y es algo que siempre me va a carcomer la cabeza durante las madrugadas cuando me toque pensar en el famoso ¿Qué hubiera pasado sí...?

En diciembre, recuerdo, hace un año estuvimos hablando sobre cómo sería ese último mes y qué nos esperaría este año. Dije que sería un buen año porque este es bisiesto... Yo creo que dios no me escucha cuando hablo y si lo hace, disfruta llevarme la contraria. Porque le dije que estaríamos bien, que yo seguiría con esa persona y nuestra amistad sería perfecta... Y aquí estoy, a una semana de que se cumpla el primer mes del resto de mi vida sin su presencia.

Se me antoja muy triste, difícil y... Extraño. Esa palabra es curiosa porque por un lado es un adjetivo de algo nuevo e inquietante y, por el otro, es un tipo de sensación. Es extrañar. Y para mí es ambas.

En fin, todo está bien. Solo... Hay días como hoy que me parecen... Perfectos para añorar.

Te mantengo actualizado.

Con cariño:

Tuti 💕