Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 50.

Capítulo dedicado a adelarios19
💫💖♥️




—¿Cómo me veo con este vestido?

—Te ves linda —dice sonriendo en frente mío y batallando con un mechón rebelde de mi cabello.

Me siento tan nerviosa, no es la primera vez que estoy en la casa del pastor, pero si la primera vez en que estoy con Jack.

Habían otras familias invitadas, y una de ellas era la de Mayra, tenía mucho tiempo que no veía a los padres de ella, y hoy me siento con un hueco en el estómago, es obvio que deben saber que fue por mí, que su hija ya no está con Jack.

—Siento mucho nervio—digo agarrando la falta de mi vestido. Estábamos cerca de la puerta de entrada de la casa. Jack me ayudaba a domar mis rulos y me parecía demasiado tierno.

—Listo, ya quedo —dice bajando sus manos y colocándolas en mi rostro —Todo va estar bien, luces súper preciosa, si fuera por mí, te comería a besos ahora mismo, y no solo eso, te llevaría lejos de aquí y me casaría contigo —saco una sonrisa, muchas veces olvido lo honesto y atrevido que puede ser conmigo.

—Basta, me haces poner más nerviosa —él besa mi frente y se queda por unos segundos cerca de ella.

—No tengas miedo, sé que hay muchas cosas rodando por tu cabecita, pero lo enfrentaremos juntos.

—Par de tortolos —la voz del padre de Jack nos hace voltear a ver a su dirección —Es hora que nos acompañen, algunas personas ya comienzan a preguntar por los dos, en especial tu madre —dice viéndome a mí —Si no se apuran, van a conocer a la fiera enjaulada que lleva Carmen.

Como le explico a Felipe que mi madre no la tiene enjaulada, ya la sacó desde hace años.

Jack muerde su labio inferior para no reír y yo me apeno un poco.

Caminamos juntos hacia el lugar donde están los invitados y mis ojos lograr ver la escena.

Dos familias más aparte de la mía y de la de Jack, dos señores de edades bastante adultas, quizás de unos cincuenta y tantos, y un chico de unos veinte años, debe ser el hijo, del lado derecho los padres de Mayra, sus atuendos eran bien ostentosos y lucían con una presencia atrapante. Tengo que admitir que tienen mucha clase, y sobre todo, dinero.

Bajo mi mirada y vuelvo a tomar la falda de mi vestido con algo de angustia.

—Nena, no bajes la mirada —Jack desliza su mano sutilmente hasta hacer que yo la suelte de la tela de mi vestido, entrelaza sus dedos a los míos, y siento que mis energías regresan. Subo mi mirada y veo sus ojos, sonríe —Nadie puede hacerte sentir mal, mucho menos tus propios pensamientos.

Trago un poco de saliva y respiro.

—¿Y si me lastiman? —él aprieta su mano fuerte contra la mía. Sabía que tenía miedo, la última platica que tuve con Mayra me lastimó muchísimo, al punto de pensar que sí, que yo era un ser inferior al resto, que era mala persona y que era indigna de cualquier muestra de cariño de parte de un chico.

—Yo estaré ahí —dice dándome una sonrisa alentadora.

—¿Y sí huyo, y salgo como una desquiciada? —Jack expande su sonrisa.

—Soy experto en desquiciadas.

—¿Sí?

—Claro.

—¿Con cuántas te has encontrado?

—Una sola. Sabes, la conocí en un refugio de animales abandonados, se veía tan normal y linda, pero luego me la volví a encontrar en la iglesia, y era toda una fiera, creo que fue en ese mismo instante que me di cuenta que le faltaba un tornillo, y era demasiado temperamental para mi gusto, pero es que fue eso que me fascino, y desde ese día no he hecho otra cosa que volverme loco por ella — mi sonrisa sale a relucir y mi corazón palpita con suavidad, Jack acaba de regresarme a lugares seguros, a lugares que amo. Mis nervios, mis preocupaciones se disipan, y entonces mis sentimientos se apoderan y me pongo de puntillas para alcanzar su mejilla y darle un tierno beso.

—Gracias —digo mientras me alejo poco a poco de él. Puedo notar un ligero sonrojo en sus mejillas y me encanta. Siento que ya tengo el poder de crear en Jack, muchos sentimientos —Ya estoy lista —informo sin despegar nuestras manos.

Caminamos y llegamos cerca de nuestras familias.

Mi madre baja su mirada y ve nuestras manos entrelazadas.

—Abi, me puedes hacer el favor de traer un pastelillo de aquellos —apunta con su dedo índice al lado de una pequeña mesa decorada, sé que lo está haciendo para disimular lo que vio.

Sin protestar me suelto de Jack y voy por ellos.

Nadie lo notó, a, pero doña Carmen es experta en ver cosas que no le conviene.

Llego al lugar y escojo uno de color rosa, mi favorito.

—¿Te diviertes?

Doy media vuelta para ver aquellos ojos llenos de rabia que me han estado vigilando estas últimas semanas.

—¿Qué dices?

Retuerce sus labios y se acerca a mí.

—Eres una cínica, Jack ha terminado conmigo, y tú vas y te haces novia sin esperar nada —hundo mi ceño.

—¿De qué hablas?

—Ja —dice molesta —¿Solo eso sabes hacer? Tu papel de mosquita muerta no te queda —empuño mi mano libre y me muerdo las mejillas, esta vez no, esta vez Mayra no iba a dejarme como la peor.

—Deja de tirar veneno, ¿sabes? Te confieso que aquella vez que me insultaste y me dijiste lo que quisiste, fue porque tenía miedo, pensaba que estaba actuando mal, que yo era la mala y tú la víctima, pero ya no, conozco la historia, y te aseguro que si yo tengo algo con Jack a ti no debería de afectarte, total, la única que ruega amor aquí, eres tú, date un poquito de respeto, ¿sí? que cuando tenemos el autoestima baja, nos quedamos estancadas en historias que nunca existieron —Mayra tensa su mandíbula y estoy segura que si no me toma de las greñas, es para no dejar de mostrar el porte de chica "perfecta" que finge mostrar antes sus conocidos.

—¡Eres una desgraciada! —dice a lo bajo.

—Sí tú lo piensas así, hazlo, lo que pienses de mí, no me afecta —muevo mis pies para alejarme pero paro en seco cuando una de sus manos se enrolla en mi brazo.

—Estoy segura que te iras al infierno, pecadora —me suelto de su agarre y me acerco sin miedo, puedo ver odio en su mirada.

—Deja de seguir actuando de esa forma Mayra, le pido a Dios por ti, por tu familia, porque a pesar de que ellos sean lo que sean, veo lujos, distinción, e incluso poder, pero amor no. Sé que ser hijas de pastores no es fácil.

—¿Qué sabes tú, si tus padres son cualquier miembro que calientan una silla en una congregación —niego con mi cabeza.

—Eso no me quita ver, comprender y entender que a ti y tus padres le falta el amor de Dios.

—¡Ellos son pastores, no le falta nada! —protesta.

—Cómo si con esa etiqueta te hiciera inmune a fallar y olvidar el primer amor, ¿conoces la palabra costumbre? —Mayra niega con su cabeza.

—Tú eres... —la detengo levantado la palma de mi mano, ya sabía que su especialidad era ofender, su odio estaba que desbordaba, pero no la culpo, ella cree que tiene a Dios en su corazón, pero hace mucho que se dejó vencer por la amargura.

—No más ofensas, no por mí, te haces daño Mayra, ¿mírate? Estas que pides a grito una muestra de amor, de compresión —sus ojos se empiezan a empapar y su pecho sube y baja, conozco ese sentimiento, ella quiere sacar eso malo, pero no sabe cómo.

—¡Te odio! —chilla y sale corriendo, sube la manos a su cara y estoy segura que va llorando, la veo ir en dirección al baño y solo le pido a Dios que sane su corazón.

Porque estoy segura que ella no me odia.

Ay, a pesar de todo Mayra es una chica sola, con falta de amor y comprensión, son cosas que suelen vivir algunos chicos que son hijos de pastores, así que si ves a uno por ahí, compréndelo, abrázalo y muéstrale que no está solo, porque muchas veces pasan por soledad y falta de afecto.

Los quiero, hasta la próxima hermosuras 💖♥️💫☺️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro