Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46.

Caigo en forma de derrota en el asiento que estaba sentada Anabel, y veo a Signia disimulando. Baja la mirada, una de sus manos se desliza sobre un libro sobre la mesa. Lo abre y empieza a leer. Trago saliva, por mi garganta reseca, mi corazón se siente demasiado triste por cada palabra que expresó mi mejor amiga. Aparto mi mirada de Signia y se clava en Melvin, sus ojos tristes.

—Lo siento —dice bajando su mirada para encontrarse con un material duro, y sin vida —Ella necesita tiempo.

—Ella solo necesita a sus amigos —digo mostrando enojo. La verdad es que sí, empiezo a sentir mucho enojo.—¿Acaso no les importa lo que está pasando?

Signia despega su mirada del libro y Melvin no sube su mirada, se queda ahí, estático, casi como la mesa.

—No podemos hacer nada—dice Signia —En serio Abi, ella tiene que resolver ese conflicto sola, entre más gente haya involucrada, será más doloroso.

Pegó la palma de mi mano sobre la mesa y Melvin levanta la mirada por el sonido.

—No estoy de acuerdo con ustedes, los amigos no se abandonan en los peores momentos.

—Abi, nos estás juzgando mal —dice Melvin hundiendo su ceño.

Ah, por fin reacciona.

—Es que no entiendo su forma de pensar —digo viéndolos a los dos —Tú —digo señalando a Melvin —¿Dónde está ese amor que venía naciendo por ella? —Melvin me ve, su respiración se agita y empuña sus manos, retuerce su boca y sin decirme nada, se levanta para alejarse de nosotras.

—No lo debiste de decir —dice Signia muy seria levantándose para ir tras él.

¡Señor!

Son un par de dramáticos.

Se supone que solo soy yo la dramática, pero tal parece que todos mis amigos andan en sus días.

Pego mis dos palmas de las manos a mi rostro, deseando desaparecer de este día tan malo.

—¿Mal día?

Despego mis dos manos de la cara y veo a un Andrés sonriente.

¿Qué? ¿Ahora este me va a salir hasta en la sopa?

Sube una de sus cejas gruesas, al no ver respuesta inmediata. Sí que es atractivo, no entiendo por qué no tiene novia, hace rato lo noto alejado de todo ese club de chicos donde hacen orgias.

Me parece tan extraño, todo de él me ha parecido extraño desde que apareció una tarde de abril en esta escuela.

Sé que ha tenido muchas chicas a sus pies, pero termina con ellas, no es el típico mujeriego, pero tampoco es un chico muy accesible.

Pego un suspiro y termino por contestarle lo más honesto que puedo.

—Pésimo día —digo molesta y decepcionada.

—¿Otra vez tu novio te dejó sola? —pregunta sonriendo. Niego con mi cabeza.

—Él no es mi novio —confieso —Es un amigo —no tenía por qué aprovecharme de la relación especial que tenía con Jack y decir lo que legalmente no éramos.

Andrés abre sus ojos ligeramente por mi respuesta y baja su mirada.

—Pensé que lo era —dice a lo abajo.

Otra vez suspiro.

Me siento tan desanimada.

—Estoy cansada Andrés, y lo menos que quiero es hablar de mi vida personal —intento levantarme, pero solo logro inclinarme cuando su mano me detiene.

—Solo quédate un poco —lo miro muy extrañada por su reacción.

Observo sus ojos marrones por unos segundos.

Tal parecen que me ruegan e intentan decirme algo.

Me siento de regreso y otra vez mis ojos buscando los suyos .

—¿Quieres decirme algo? —pregunto. Es que siento que sí, que él quiere decirme algo importante.

Andrés baja su mirada sintiendo que ya estaba expuesto a mi precepción.

—Yo...—hace una pausa —Creo en Dios.

Mis ojos se abren y quieren buscar su rostro.

—¿Qué? —pregunto incrédula.

Él sube su mirada y sonríe.

—Solo quería tener a alguien cerca de mí, que me dijese que no he estado loco por todo este tiempo, en verdad solo deseaba que me escucharas en aquella plática extraña que tuvimos hace un par de meses, ¿lo recuerdas? —asiento con la cabeza —Pensé que no —dice haciendo un gesto con las manos demostrando nerviosismo —No te quería molestar porque estaba seguro que con la fama que me gasto te ibas a alejar demasiado pronto de mí —ambos sonreímos.

—¿Cómo crees? —digo chocando una de mis manos con la de él.

—Niégame que no pensaste por un momento que yo te hablaba por otra cosa —arrugo mi frente.

Pues para ser sincera, Andrés tiene razón.

—Bueno...yo...

—Abi, solo quiero decirte que has hecho un buen trabajo en la escuela, yo estuve alejado de Dios por mucho tiempo, pero esas tardes amistosas que creabas en la sección de música, me hizo reflexionar tanto —hundo mi ceño.

—Pero tú no ibas a ninguna —él sonríe.

—Puedes que no me hayas visto, pero tuve ahí todo el tiempo —me guiña uno de sus ojos y se levanta —Me alegra que Jack este contigo y no con Mayra, tú eres un ser genuino, una persona que representa a Dios con amor, y eso necesitamos muchos chicos —con eso da media vuelta dispuesto a irse.

—¡Espera! —digo deteniéndolo.

Él gira su rostro.

—¿Sí?

—Prométeme que no descansaras hasta regresar a casa —sonríe.

—Prometido —regresa su rostro a su posición y camina hasta perderse entre los adolescentes que concurrían el lugar.

Mi mirada se pierde entre el movimiento hasta localizar a Jack y Hugo, los veo tomarse de la mano en forma de despedida y mi corazón se paraliza.

¿Son amigos?

Jack se acerca a mí y besa mi cabeza antes de sentarse.

—Listo —dice sonriendo —Ya lo puse en su lugar. Lo miro incrédula y él lo sabe.

—¿Ah sí? —sube sus cejas.

—¿No me crees? —subo mis hombros.

—Pues yo solo vi a dos grandes amigos despidiéndose —Jack ríe.

—Hugo y yo no somos amigos, y el hecho de que no lo hayas visto con el rostro partido por la mitad, y a mí con los dos ojos hinchados, no significa que no lo haya puesto en su lugar, ¿conoces la palabra comunicación? —hago un mohín y dejo ver su pregunta tan sarcástica haciendo más muecas.

—No, obvio que no la conozco señor, ¿cómo le parece? —él quita su sonrisa y pone una de sus manos sobre mi cabeza para acercar mi rostro.

—¿Qué tienes? —pregunta.

No puedo creer que no se le pase ni una sola cosa mía.

—Anabel se fue molesta conmigo por lo que hice, y eso no es todo, también Melvin y Signia —caigo en forma de derrota sobre la mesa, mi rostro pegado a la madera dura.

—Déjalos estar.

Me levanto de inmediato, no sé por qué estoy tan insoportable, pero ya no quiero decir nada y que me den como respuesta "Déjalos estar" es casi lo mismo que me dijo Signia con Anabel.

—Solo  quiero irme a casa —digo molesta levantándome por completo de la silla y saliendo sin dejar hablar a Jack.

Que dé gracias a Dios que no me ha pedido ser su novia, porque donde lo haga, se va arrepentir por el resto de sus días. Ahora entiendo por qué Dios no me había mandado a mi idóneo.







Señor, ayuda a Abi con sus cambios hormonales. Amén 🙏 😂😂😂😂😂😂😂😂

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro