Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45.



Observo el campo donde jugadores del último año se desplazan como peces en el agua. Eran bien grandes y con una masa muscular bien definida.

Trago saliva mientras avanzo en medio de sus maniobras.

Parecía un Minions rebotando en medio de gigantes.

—Hola, Abi —saluda Andrés, un chico que había tenido la oportunidad de intercambiar ideas en un almuerzo. No niego que es bastante apuesto, cabello castaño claro, y unos ojos de su mismo color de cabello, que derretían a cualquier chica, todas, menos yo, y no logro entender por qué, Abigail O' Connor la chica más enamoradiza, no se había fijado en Andrés, el chico que coqueteó conmigo una y mil veces.

—Hola —digo de forma amistosa sin detener mis pasos. Andrés camina a mi mismo ritmo pero en sentido contrario para no despegar su mirada de mí.

—¿Qué haces aquí? —pregunta moviendo el balón de color marrón.

—Ando buscando a Hugo, ¿lo has visto?

—¿Hugo? —su ceño se hunde —Pues sí, lo he visto.

—¿En dónde? —mi desesperación fue tan evidente que Andrés hunde más su ceño.

—Allá —señala con su dedo índice y mi rostro lo persigue. Me detengo y veo que Hugo estaba cerca de las bancas de descanso. Vuelvo a empuñar mis manos y doy la media vuelta para dirigirme hacia el lugar.

Eres hombre muerto, Hugo.

—Abi, oye, Abi —Andrés me persigue de nuevo y me hace sentir incomoda. Se planta en frente mío y hace que me detenga —¿Sucede algo con él?

—No —digo cortante tratando de salir de su presencia tan enorme.

—¿Entonces por qué te noto tan molesta? —cruzo mis brazos y muerdo mis mejillas, mi indignación ya no la podía controlar.

—¿Sabes qué? sí, sí y sí sucede algo con ese tipo tan... —no puedo ni pronunciar palabra, solo de verlo ahí, a unos cuantos metros de distancia me produce repulsión.

Abi, recuerda, Airaos, pero no pequéis.

—¿Tan qué? —puedo ver un destello de sonrisa en el rostro de Andrés.

—Tan... ¡Ay! —exclamo molesta caminando por un lado del escultural cuerpo del castaño.

—¡Abi, no! —escucho como camina apresurado atrás de mí.

—¡Déjame en paz! —grito.

Llego en frente del ser más miserable que he conocido.

Su sonrisa aparece cuando me ve.

—Vaya, ¿a quién tenemos aquí? —levanta una ceja y yo solo me quiero quitar un zapato y aventárselo en el rostro para que se le quitara lo sínico —¿Vienes a unirte a mi club de admiradoras?

—Lo que vengo es a romperte la cara —digo molesta.

Hugo estalla con una carcajada echándose para atrás.

—Abi, vámonos—su susurro me hace sentir escalofríos, pero no como los que me hace sentir Jack, no, este era del susto que me causó sentirlo tan cerca y de repente.

Giro mi rostro molesta.

—No —digo segura. Él toma mi brazo.

—Por favor, te meterás en problemas.

—Déjame —vuelvo a decir.

—Oigan, ¿ustedes dos andan? En serio hermano —dice dirigiéndose a Andrés — Amarra a tu chica, creo que está loca.

—¡Él no es mi novio! —digo más molesta de como venía.

—Yo de ti la terminaba —dice buscando un encendedor para encender un cigarrillo —Y ahora mismo.

Andrés deja salir un poco de aire por su boca y me ve con ojos de ruego.

Hago caso omiso.

—¿Cómo te atreviste a lastimar a mi amiga? —me acerco a él sin intimidarme, no sé cómo no lo hacía, sí era enorme, creo que medía como uno noventa y algo.

—¿Qué amiga? —pregunta dejando salir una calada de humo.

—Se me olvida que eres un retrasado mental —digo de manera ofensiva y tan natural, que no me reconozco.

Hugo hunde su ceño y el color de sus mejillas se tintan a rojas.

—¿Cómo te atreves a venir aquí, a decirme eso? —dice molesto sacando más humo, y esta vez, de su nariz. Se acerca a mí, casi con su cuerpo sin dejar centímetros del mío, miro hacia arriba y me doy cuenta de que mi cabeza quedaba casi prácticamente debajo de su pecho, trago saliva y cierro mis ojos.

Recuerda David y Goliat, Abi. Solo recuérdalo.

—No te tengo miedo—susurro.

—¿Qué?— pregunta sin poder escuchar.

—Abigail —insiste Andrés. Al verme en aprietos —Vámonos, ¿sí? —toma mi mano y yo la suelto de inmediato.

—¿Por qué te gusta lastimar a las chicas?, ¿acaso no sientes?, ¿no tienes sentimientos? Porque me niego a pensar que es así —Hugo se aparta un poco de mí.

—No es tu problema lo que haga con las chicas, búscate mejor a las almas perdidas que andan volando en tu espacio ancestral, rara —suspiro, ya decía yo que no iba a tocar el tema de mis creencias.

—Lo que hagas con las chicas si es mi problema, sobre todo si es Anabel —abre sus ojos sorprendido por el nombre que mencioné.

—Lo que hubo entre ella y yo, es problema nuestro, deja de meterte donde no te llaman cosmos galáctico —advierte dando otra calada al cigarrillo, esta vez se inclina y deja caer sobre mi rostro el humo.

Toso sin parar y me alejo más de él.

—No hagas eso —dice Andrés en tono tenso.

—Entonces que deje de venir aquí a hacer reclamos tontos —y eso fue lo último que escuché de él, hasta que levanté mi mirada para ver cómo se alejaba de nosotros.

Se salvó de mis puños el muy desgraciado.

—Abi, es mejor que nos váyamos.

¿Dijo váyamos?

Veo mi brazo, y su mano firme sosteniéndome.

—Abi —su voz y tono de preocupación me hace ver a su dirección.

—Jack —me suelto del agarre de Andrés —¿Qué haces aquí? —pregunto caminando hacia él para no dejar distancia.

—Anabel me buscó desesperada diciendo que estabas en graves problemas.

—¿En problemas, yo? —minimizo la situación.

Su mano sube sobre mi mejilla y sus ojos examinándome si no tenía un rasguño, la otra sosteniendo mi espalda.

—¿Te hicieron algo?

—Casi —interrumpe Andrés —Deberías de cuidar por dónde anda tu novia —dice molesto —Yo que tú no la dejaría sola ni un solo segundo —y con esas palabras se retira del lugar.

—No le hagas caso —digo intentando minimizar los celos de Andrés.

—Aja —dice cerrando un poco sus ojos —No creas que no me doy cuenta que ese chico está loco por ti —sonrío un poco y bajo mi mirada —Pero está bien, eso no es importante ahora, necesitamos ir por Anabel.

—¡Anabel! —reacciono —Ella, ¿cómo está?

—Esta tranquila, la deje en la cafetería con Melvin y Signia.

—Vamos —digo tomando su mano y arrastrándolo conmigo hacia el lugar.

Llegamos a la cafetería y diviso a los chicos, pero mi pecho se comprime al ver que Hugo está al lado de Anabel con su ceño fruncido y diciéndole cosas casi al oído ¿Están discutiendo? Veo el rostro molesto de mi amiga, y Melvin hablar con Signia sin tomarle importancia.

¿Qué Melvin no gusta de Anabel?

Porque yo de él, le rompiera la cara aún y con su altura.

La Biblia nos manda a ser valientes delante de gigantes.

Me suelto de Jack, y él se da cuenta de la situación, de mis intenciones, se apresura y me atrapa por detrás enrollando su brazo sobre mi cintura.

—No hagas eso —dice susurrando a mi oído.

—Quiero partirle la cara —puedo sentir su labio curvarse con una sonrisa cerca de mi oreja.

—Dejame yo lo hago por ti —me suelta, toma mi mano y camina hacia la mesa junto conmigo —¿Qué haces aquí Hugo?

Él deja de discutir con Anabel y observa a Jack.

—Oh, pero si es el gran Jack —dice sonriendo. Sé que Jack recibe algunas clases con el último año, cuestión de inteligencia.

—¿Podemos hablar? —pregunta Jack, muy serio.

Hugo hace una mueca aceptando sin refutar.

—Claro —dice, y eso hace que mi asombro aparezca.

Los dos se retiran lejos del lugar, y mi preocupación comienza a aparecer, no debí insistir en romperle la cara, no debí hacerlo, y si Jack...

—No pueden seguir metiéndose en mis asuntos —Anabel me hace dejar de pensar en lo preocupada que estaba y giro a su dirección.

—Anabel.

—Abi, ya estoy cansada de esto, deja de meterte, casi me dejas con el alma en un hilo cuando te vi cerca de ese imbécil —señala por dónde salieron —No vuelvas a hacerlo, sino tendré que terminar nuestra amistad para siempre —abro mis ojos y no puedo creer lo que estoy escuchando.

—Tú no puedes hacer eso —digo casi entrando en shock.

—Oh sí, puedo hacerlo —Anabel toma sus cosas, ve a mis dos amigos que se encuentran en silencio y se retira sin dejar que yo le diga nada más.

Un nudo en mi garganta aparece, y tengo muchas ganas de llorar, ella no puedo hacerme esto, ella no...





Que situación tan complicada 😅
Espero que le haya gustado.
¿A ustedes qué les parece Hugo y Andrés?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro