Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 44




—Oye, ¿por qué no me preguntas si quiero ser tu novia?

Sí, lo sé, sonó muy atrevido, pero es que ya mi timidez se fue de vacaciones y me dejó saludos para nunca volver.

Jack niega con su cabeza mientras se ríe. Se acerca a mí y acaricia mi rostro, amo que haga eso.

—Porque contigo quiero hacer las cosas bien —dice viéndome tan profundo —Quiero disfrutar cada paso contigo, desde una verdadera amistad, hasta pasar a un noviazgo donde los dos sepamos lo que realmente queremos —sonrío tiernamente.

Ahora todo tiene sentido, él ha sido un buen jugador.

Me ha demostrado su amistad, pero también ha sido sumamente cuidadoso, él me ha enseñado que existen amigos que se pueden gustar, y que con el pasar del tiempo, puede llegar al siguiente nivel.

A ver si me explico, puede ser que en la vida haya amigos que se gustan, pero sienten ese miedo de enamorarse demasiado, porque si lo hacen, su amistad terminaría, y la relación de novios nunca funcionaría.

En nosotros no hay ese miedo, y no lo hay porque nosotros sabemos lo que queremos. Y entonces cuando estás seguro de eso, te das cuenta que la amistad es solo un paso para conocer esos lados divertidos y agradable de la persona que decidiste amar.

—Me sigue sorprendiendo don Jack —ríe.

—Deja de decirme así, que me haces sentir viejo.

—Un viejo con bigote y bastoncillo —digo haciendo muecas para hacerlo reír más.

—Eso no va a pasar —dice abriendo los ojos. Veo venir sus intenciones y niego con mi cabeza.

—Ah no, cosquillas no —muestro las palmas de mis manos negando y tratando de apartarme de él —¡Jack! —Advierto —Gritaré.

—Entonces la escuela se dará cuenta que tú y yo tenemos algo.

—Ah, ¿me estas amenazando?

—La señorita juega sucio —dice arqueando una de sus cejas —¿Quieres un beso? —pregunta acercándose.

—No, tú eres él que juegas sucio.

—Y me encanta hacerlo —se acerca más a mi rostro y puedo sentir como su respiración me da vida, es una especie de adrenalina —¿Quieres? —pregunta. Esto es demasiado atrevido, y yo pensando que yo lo había sido con la pregunta que le hice.

Trago saliva a punto de dejarme llevar y cerrar mis ojos.

—Creo que sí.

—¿Crees o estas segura? —su pregunta me deja en blanco. Es increíble que ya no me afecte que estamos en el parqueo de la escuela, casi dejando pasar diez minutos de nuestras primeras horas de clases.

—Estoy segura —sonríe y sus ojos bajan a mis labios, los míos a los suyos. En verdad esa fuerte atracción y deseo por el primer beso, viaja por los aires, y quiero, quiero mucho esto.

Mi pecho se acelera, esa adrenalina que sentí hace poco, ahora está instalada en todo mi cuerpo y mi cerebro ya no puede reaccionar.

—¡Hey chicos! —escuchamos como el golpe del vidrio del auto hace contacto con los dedos de alguien. Jack suelta mi rostro un poco asustado por la situación y yo presiono mis labios para no soltar la risa. Me pareció tan gracioso.

—¡Melvin! —dice tan expresivo bajando el vidrio del auto. Chocan los puños y su mirada viaja a mi dirección.

—¿Cómo vas, Abi?

—Creo que bien —digo mordiendo mis mejillas para dejar de pensar en que tengo tantas ganas de reírme.

—Pensé que era el único que había venido tarde —dice regresando a Jack —Ya llevamos quince minutos retrasados de la clase de Literatura.

—¡Oh Dios! —Jack golpea el volante del auto y busca por un lado de su asiento una serie de hojas con mucha información. Me ve y sonríe, me da un beso rápido en la mejilla y susurra a mi oído —Te veo luego, no te vayas a ir sin mí —salimos del carro y Jack se aleja con Melvin hablando de lo estúpido que era por olvidar que tenía que entregar ese trabajo final.

Camino a donde yo también debía de estar hace como quince minutos. La bendita clase de historia.

Miles de pensamientos felices inunda mi cabeza mientras camino a pasos tranquilos a mi destino, de pronto me detengo en seco y mi rostro se descompone al ver como Anabel cerraba la puerta de la sección donde me correspondía. Su espalda cae sobre la pared y su cabeza se inclina atrás cayendo lágrimas sobre sus mejillas.

¿Qué le sucedía?

Me acerco muy rápido y ella se percata de mi presencia.

—Anabel.

—Abigail.

Solo bastó con decir mi nombre para que más lágrimas se derramaran sobre sus mejillas. Cae sobre mí, abrazándome.

—¿Estas bien? —pregunto preocupada.

—No —dice entre sollozos —Nunca te enamores Abi, nunca lo hagas. No resistiré si te hacen esto que me han hecho a mí —me abraza más fuerte y yo solo puedo sobar su espalda para calmarla.

—¿Quién te hirió tanto para que pienses así? —en verdad Anabel no era el tipo de chica que diera esos consejos, todo lo contrario, ella era una romántica empedernida, creía en el amor ciegamente.

—Hugo —hundo mi ceño.

—¿El chico rubio de ultimo año?

—Sí —confirma.

—¡No! —se despega de mí y me ve con sus ojos rojos de tanto llorar.

—Ya sé, no debí, pero es que...

—Anabel, tú más que nadie sabías que ese tipo es un fuckboy —digo indignada por lo que me acaba de confesar.

—No me regañes, ¿sí? Ya suficiente tengo, como para que mi mejor amiga me reproche cosas que yo ya sabía —pego un largo suspiro.

—Lo siento —digo abriendo mis brazos para que regrese a mi regazo, tan parecido a una madre comprensiva —Espero no ver a ese tipo, porque aunque mida casi dos metros, le voy a romper la cara, no sé cómo, pero se la voy a romper.

Anabel sonríe entre sollozos, y eso me alivia mucho.

Se vuelve a separar de mí y me observa.

—Él y yo...

Pongo mi rostro un poco de lado y arrugo mi frente intentando entender.

—¿Él y tú qué?

—Yo... —muerde su labio inferior con nerviosismo —Él y yo tuvimos sexo, Abi —cierro mis ojos y al mismo tiempo suspiro hondo.

—Entonces ahora mismo le romperé la cara de imbécil que tiene —camino con mis manos empuñadas en dirección a la cancha de futbol. Sabía que solo servía para mostrar sus músculos y su sonrisa tan despreciable a estas horas.

—¡Abi, no! —grita Anabel atrás mío, pero ya no puedo parar, no soy de ofender, de decir groserías, es más, en la escuela me tienen como la chica que irradia dulzura, amistad, y aborrece la violencia, pero hoy es el día que se repite en mi cabeza aquellas palabras en la biblia: airaos, pero no pequéis. Yo creo que pecaré al darle un puñetazo en la cara y dejarlo retorciendo de dolor. Aunque sea en mi imaginación.







Fuckboy es un tipo que juega con las chicas y no quiere nada serio.

Por si no habían oído esa palabra.

Espero les haya gustado.💗☺️


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro