Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

Caigo en mi cama como la típica dramática llorando sin consuelo. Me duele cada palabra que Mayra me ha dicho, jamás pensé que alguien podía ser tan cruel conmigo, pero lo fue, y cada palabra ha quedado grabada en mi pecho abriendo una herida que no existía.

Cierro mis ojos fuertemente y me aferro a la almohada. Quiero desaparecer, quiero desintegrarme, borrar mi pasado, los días en que conocí a Jack, en que descubrí a la verdadera Mayra. Simplemente quiero desaparecer todo.

Mis lágrimas caen sin detenerse, cuando recuerdo cada palabra.

—¡Eres una estúpida Abi! —me reprocho en voz alta, y con un dolor en el pecho que no me deja respirar —¿Cómo has podido pensar que existe un idóneo para ti? ¡No, no, no! ¡Mil veces no! —aviento la almohada al piso con fuerzas, con ganas de depurar el dolor que me acecha y me plantea quedarse. Me levanto de la cama y busco mi libro de notas. Lo encuentro, lo veo por un par de segundos, mis lágrimas ruedan y caen sobre su portada. Flores rosas y un oso color café feliz, era la primera plana de este —Sí que eres cursi Abi —abro el cuaderno y comienzo arrancar cada hoja como si fuesen mi peor enemigas. Cada poema que había vuelto a escribir lo estaba destruyendo, así como el señor Gruñón lo trituro la vez pasada con su hocico —Nunca más, nunca más...—me dije con voz quebrada cayendo despacio de rodillas al suelo, mostrando derrota, mostrando tanto sentimientos juntos —Dios, no es justo... ¿¡Por qué!?

—Abi, ¿estás bien? —escucho dar unos cuantos golpes a la puerta.

Trago saliva y me limpio las lágrimas para poder recomponerme.

—Estoy...yo...estoy bien —digo luchando con cada palabra que sale de mi boca.

—¿Estás segura? —pregunta mi madre angustiada.

—Sí.

—Entonces ¿Por qué siento que estas llorando? —vuelvo a tragar saliva y atrapo una lágrima que ya venía deslizándose sobre mi mejilla.

—No es nada, solo tuve un mal día en la escuela. Ya sabes, bipolaridad y sensibilidad mezcladas —escucho silencio del otro lado de la puerta, pero no dura mucho.

—Está bien, te dejare sola un rato, pero baja a cenar por favor, ya casi esta lista, y tu padre quiere verte, recuerda que casi no lo ves, y es el único día que pudo salir temprano del trabajo —muerdo mis mejillas y suspiro fuerte para sonar mejor.

—De acuerdo, en un rato bajo, no te preocupes —escucho pasos alejarse. Siento mucho alivio. Dejo caer mi cabeza sobre mis piernas, que se mantenían sobre el suelo —Debería de dejar de pedirte por un idóneo, he sido más que estúpida pensar que necesitaba a alguien a mi lado, y sobre todo, que tú me lo ibas a mandar —levanto mi cabeza y veo al techo de mi cuarto —Obviamente mi madre tenía la razón, en la adolescencia no hay tiempo para novios, no hay tiempo para pensar en la persona que se supone que está destinada para ti ¿¡Pero qué destino!? Fui la más boba del mundo por pensar que Jack podría ser para mí, que podría ser mi idóneo —me levanto con mucha rabia en mi interior buscando la ventana para aventar lo que quedaba del cuaderno de notas. Llego y no titubeo en hacerlo. Lo aviento con mucha fuerzas, tanto, que no lo vi ni caer por la oscuridad de afuera. Inmediatamente enciendo mi computadora y borro cada archivo que he escrito sobre mi esperado amor. Mi respiración es agitada, mis respuestas radicales, no sé si mañana tendré esa rabia que me impulsa a alejarme de todo ese ser que esperaba, o que pensaba que ya había encontrado. Pero no me arrepiento de hacer lo que hago, porque lo único que quiero es que mañana se encuentren con otra Abi, esa Abi que debí de ser hace mucho, esa Abi más realista, esa Abi que no cree en el romanticismo, que no cree más en el amor, esa Abi que lo único que le debería de importar, es llegar a ser alguien en la vida.

Me separo del computador y voy al baño. Me veo al espejo, veo mis ojos hinchados, mi cabello más alborotado de lo normal.

—¿Quién te mintió, Abi? —estiro mi mano y toco con las yemas de mis dedos mi reflejo en el espejo —No eres dulce, no eres hermosa, no eres merecedora de ese amor que tanto pides. Eres una insípida adolescente tratando de ser agradable, tratando de complacer un sueño que desde niña te ha enloquecido, ¿y qué has ganado? Nada... —bajo mi mirada y me sostengo en mi lavo. Vuelvo a subir mi mirada. Veo lágrimas correr por mis ojos hinchados —Has perdido el tiempo, Abi. ¡Dios! Me lo has dicho muchas veces...—muerdo mi labio inferior, mi cuerpo tiembla, no resiste tanto dolor —Me has hablado cada vez que un chico me rechazaba, cada vez que me enamoraba como loca y al final me daba cuenta que era comprometido, cada vez que pensaba que estaba soltero, pero no gustaba de mí. Me has hablado y yo sin comprender que tú solo me dabas respuesta a mi obsesión, a mi fuerte necedad de saber a qué sabe el romanticismo, el amor de pareja, de esos que me pintaba ideas cuando era pequeña, de esos donde pensaba que la princesa tenía un para siempre con su amado.

Suspiro y quiero caer tendida al piso de nuevo. Pero el sonido de la puerta de mi baño abriéndose me hace voltear. Lo veo, sus ojos azules preocupados viéndome, tratando de averiguar qué me pasa.

—Hija.

—Papá —digo con mi voz quebrada buscando su abrazo.

Me envuelve en sus brazos con mucha fuerza, que me siento más vulnerable de lo normal. Ya no sé si merezca amor, ya no sé nada.

—¿Qué pasa mi pequeña? —no digo nada, no puedo pronunciar palabra alguna —¿Pasó algo en la escuela? Tu madre me dijo que habías entrado llorando ¿Alguna clase difícil? —sonrío en medio de mi dolor. Ojalá fuera una clase difícil, ojalá, porque hasta la clase más difícil, es superable ante el dolor que siento, que me generaron ciertas personas.

—No me he sentido bien, debe ser cambios hormonales como dice mi madre —intento controlarme. Me separo de su abrazo y limpio mis mejillas mojadas —No te preocupes, ya me pasara —quiero ser convincente, pero al parecer no lo logro.

—¿Segura? —mi padre levanta mi rostro colocando sus manos sobre el —No sé, pero siento que no es nada de lo que estaba pensado, veo tanto dolor en tu mirada, siento que estas luchando con algo. Hija, sé que no he estado tan presente como quisiera, pero...

—Ya papá —interrumpo —No necesitas darme explicaciones, conozco bien la situación, conozco bien a mi padre —él sonríe.

—Yo también sé algo.

—¿Qué?

—Que tengo una hija maravillosa, y merece sonreír todos los días —mis ojos se humedecen, quiero llorar de nuevo. Me rehúso a hacerlo.

—No creo que sea tan maravillosa, pero gracias papá —él toma mi mano y me saca del baño para llevarme cerca de la cama.

—Abi, nunca dudes de lo maravillosa que eres ¿Entendiste? —me abraza otra vez muy fuerte , me siento protegida —Necesitas descansar, dejar de pensar esas cosas que te causaron daño, solo duerme y despójate de todo —asiento con la cabeza separándome de él —Mañana será mejor que hoy, ten la certeza de eso —besa tiernamente mi frente y se aleja de mí hasta estar cerca de la puerta dándole vuelta a la manecilla para salir, antes de eso, gira su rostro, me sonríe y me dice un dulce: —Buenas noches bonita. No olvides que te quiero de aquí hasta la luna —le devuelvo la sonrisa y veo como la puerta se cierra por completo, quedando sola otra vez.

Caigo de espalda a la cama y cierro los ojos.

Papá tiene razón, necesito descansar, vaciar mi mente de recuerdos que me hacen daño. Mañana será otro día, un día donde una nueva Abi aparecerá, una Abi más segura, menos romántica y cursi, una Abi dispuesta hacer de la realidad, su mejor amiga.

Por favor, me comenta aquí qué les pareció este capítulo 🥺😭

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro