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Capítulo 18

Mayra viene hacia nosotros con cara de pocos amigos, reacciono y me aparto de Jack bajando mi mirada.

¡Qué pena! Definitivamente, que pena.

—¿Se puede saber por qué no me avisas cuando sales de algún lugar? —su pregunta me hace levantar mi mirada, quiero discúlpame, sí, eso quiero, de verdad siento vergüenza pensar en lo que acaba de ver, si bien es cierto que no estábamos haciendo nada comprometedor, siento que le debo millones de disculpas, quiero meter mi cara cien metros bajo tierra,  y pasar por la eternidad allí.

—No debería —responde Jack —Eres mi novia, no mi madre para controlarme.

Mis ojos se ponen redondos al escuchar la respuesta de Jack.

No, no, él no debería de contestarle así.

—Mayra...

—No, Abi —interrumpe —Ella no debería de estar aquí, no debería de estar haciendo esa pregunta.

Mayra parece enfurecida y no es para más. Se acerca a Jack y pega una palmada sobre su mejilla.

—Nunca vuelvas a hablarme de esa forma delante de esta chica —¿Se está refiriendo a mí? —Sabes muy bien tu posición —dice levantando uno de sus dedos, viéndose amenazante, nunca la había visto de esa forma, ella no —No intentes pasarte de listo, porque te va a pesar con el alma.

—Mayra —menciono su nombre tan asustada y aturdida. Es que lo veo y no lo creo.

Ella me ve y se acerca a mí.

—Y tú, sé muy bien quién eres...

—Yo...

—No tengo nada en contra tuya, es más, hasta me caes bien, y porque me caes bien te voy a dar un consejo —toma mis dos hombros y me ve molesta —Aléjate de él —su mirada es firme —O te vas arrepentir toda la vida —trago grueso, ¿me está amenazando? Se aleja de mí luego de sus palabras y regresa a Jack —Es todo, vámonos de aquí —toma su mano, y este no se mueve, lucia igual de molesto que ella.

—¡Estás loca! —exclama —Vienes aquí a golpearme y a intimidar a Abigail, ¿y crees que me voy a ir contigo? —Mayra abre un poco sus ojos ante su reacción, pero después recobra su misma posición de hace unos minutos.

—Tú no aprendes, ¿verdad?

—No, —se suelta bruscamente de su agarre —la que no aprendes eres tú, déjame en paz, ya te advertí antes de venir lo que se venía, yo no soy de fingir, y lo sabes —pone sus dos manos juntas cerca de su nariz como tratando de tranquilizarte —Seré honesto contigo, Mayra —dice viéndola de nuevo —Sigue así, que tus deseos estúpidos de casarnos algún día, se irán a la borda.

—No te atrevas — Mayra salta la palabra.

—Claro que si me atrevo, y me atrevo porque puedo —advierte —Tú y mi padre no saben lo que puedo llegar a ser capaz, no te lo imaginas —la firmeza de Mayra se ve expuesta a derrumbarse. Quita su mirada de ella y me ve —Es hora de llevarte a casa —dice con voz dulce.

—Jack, no, yo no puedo —digo confundida de toda esta situación, de todo lo que he visto en unos poco minutos, cada palabra de los dos, cada confesión ¿Quién es Mayra en verdad? ¿Cuál es la relación que ellos tienen en realidad? ¿Por qué se van casar? Tantas preguntas en mi cabeza.

—No acepto un no por respuesta —se acerca a mí y toma mi mano —Es hora de irnos de este lugar donde lo toxico aumenta más —dice mirando a Mayra, dejándola callada y pensativa.

Con su mano entrelazada a la mía llegamos a su coche, abre la puerta del copiloto y sin dudarlo hace que me siente para cerrar la puerta. Unos segundos después lo veo sin pestañar en su lugar para encender el motor.

—¿Me puedes explicar?—sonríe de lado, pero no era una sonrisa seductora, más bien era algo frustrada.

—Historia larga, muy larga, —dice enciendo el motor del vehículo para arrancar —No sé si alguna vez te la pueda contar.

—¿Por qué? —pregunto.

—Porque quizás nunca llegue ese momento entre los dos.

Narra Jack.

Sí Abi, quizás nunca llegue ese momento, porque estoy seguro que para ese entonces, estaré lejos de ti.

Trago grueso apartando mi mirada de ella. Es posible que me este gustando de más, comencé a jugar un juego tonto que me puede costar caro y lo sé, Abigail no me fue indiferente desde la primera vez que la vi, para ser honesto, es el tipo de chica que me gusta, con la que me arriesgaría un poco a tener una relación, pero ya no estoy para eso, no lo estoy después de lo pasó con Kay y Mayra, me siento vacío por dentro, y no puedo dar a alguien lo que no tengo.

Recorro las calles de la ciudad en dirección a la casa de Abigail, su silencio me incomoda, pero no me voy arriesgar a hablarle, no después de lo que vio, después de lo que se dio cuenta. Conociéndola con lo poco que he observado, me volverá a tocar el tema, y no quiero más preguntas.

Llego a su casa y me parqueo en frente. Tenía una casa muy bonita y hogareña, su familia no es tan adinerada como la mía, pero tenían lo suficiente para vivir sin necesidades, creo que deseara vivir así, sin tanto lujo, sin tantas cosas llamativas, solo tener un hogar.

—Bueno —digo rompiendo el hielo—ya estamos en casa.

Abi me ve después de largos minutos con sus ojos pegados sobre sus piernas, pensando en algo que no tengo la menor idea qué puede ser.

—Gracias por traerme —dice casi sin estar presente. Me duele verla así, retraída, no sé por qué, no debería de dolerme, apenas y estoy tratando de conquistarla para sumar una apuesta más a las aventuras que he tenido con chicas que me gustan, ya sé que esto no suena de cristiano, pero creo que ya hace tiempo que deje de serlo.

—Discúlpame Abi —creo que ya me he pasado con las disculpas que tengo debido decir a una chica, —No debiste ver esa escena entre Mayra y yo.

Niega con su cabeza apartando de nuevo su mirada.

—Tranquilo, lo olvidaré, así como muchas cosas que tengan que ver contigo —hundo mi ceño ¿Qué está tratando de decir? La detengo de su mano antes que salga del auto para pedirle una explicación de su respuesta.

—Abigail, —ella me ve —he sido honesto contigo. Por favor no trates de huir de mí —me ve muy molesta.

—No me pidas cosas que no puedo hacer, sabes muy bien que lo que tratas de hacer conmigo, no es justo —bajo mi mirada, ella me ha dado una de las peores bofetadas de mi vida, no sé por qué sigo con la estupidez de quererla tener, de conquistarla hasta enamorarla sin ningún objetivo.

Quito mi mano de la de ella y enciendo el motor del vehículo indicándole que la plática había acabado, ella lo entiende, es de las pocas chicas que he conocido que no intenta hacer drama tras estas cosas, y se lo agradezco, agradezco cada gesto bueno de ella.

Abi se baja por completo y camina a su casa, yo solo la veo ir por el espejo de mi auto.

—Lo intentaré Abigail, intentaré alejarme de ti, por tu bien y el mío.




Como me dueles Jack 😭 este tipo no lo entiendo, creo que nadie lo entiende, pero están lindo en algunos momentos.

¿Y a ustedes que les parece?

Les dejo una foto de Abi, luciendo la mejor sonrisa y la frase que le queda como anillo al dedo a ella.

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