Querido ex

Creo que esto de encontrarnos casualmente en el parque se está volviendo costumbre. Aunque sea cada semana.

Te veías realmente mal.

Tus ojos, bajo esas gafas, estaban rojos e hinchados. Lloraste.

Tu piel estaba más pálida de lo normal y estabas más delgado a pesar de que lo eres.

Te invité a comer, porque vamos, a pesar de que seas mi ex aún me preocupo por ti.

Charlamos un rato, lloraste frente a mí y yo sólo me quedé callado. Contuve las malditas ganas de abrazarte besarte y decirte que todo está bien.

-Chimmy.