Patología.
Durante esta pandemia he tenido que ser fuerte, no solo para aceptar lo inevitable como es la muerte de un ser querido, también me tocó la dura tarea de ir al hospital a recoger el cadáver de mi mamá.
Cuando llegue a las oficinas de patología era de madrugada. No hacía frío en la calle, pero al entrar en el edificio sentí un escalofrió, tal vez solo era que yo que estaba todavía en shock por su muerte y ese frió no era más que mis nervios. Al caminar por los pasillos para dirigirnos al lugar que la tenían, me iban dando instrucciones: No toque nada, ni paredes ni camillas, recuerde que es pandemia y aunque su mamá esta en el deposito que no es de Covid y no murió de covid debemos tener precauciones, solo reconoces a tu familiar por la etiqueta en la bolsa, así que lea muy bien los datos, no habrá problema porque su mamá es la única persona que bajaron en la tarde.
El área para los que murieron de Covid 19, estaba al otro lado del enorme patio por el que pasamos y comentaron que había mucha gente en ese deposito, pues estábamos en el pico de la pandemia.
Cuando llegamos comprobé que mi mamá era la única persona que estaba en ese momento en el deposito, me señalaron la bolsa, pero al acercarnos a ella para leer la etiqueta, vi con sorpresa que se movió como si alguien empujara la bolsa con la mano. Le pregunte a la dra. ¿Lo vio? me dijo: "Si, lo vi, no se permite que se abran las bolsas pero voy a hacer una excepción" y abrió la bolsa.
Pude ver a mi mamá, ella estaba en paz. no me dio miedo, solo era la sensación de que había mucha gente ahí que nos miraba. Muchas almas que quedaron atrapadas en ese lugar, que antes llamaban morgue.
Una vez que reconocí sus restos salimos de nuevo al patio, pues solo quedaba el papeleo.
Como vio que no me espante, la doctora y yo platicamos de lo sucedido y contesto mis preguntas de lo que habíamos visto. No sé si por haberse movido la bolsa indico algo para que la doctora se decidiera a abrirla, pero lo que si sé es que no abren las bolsas.
Después que vi a mi mamá regreso la calma. Aunque ese lugar me daba escalofríos, Pero no por mi mamá, ella estaba en paz, es como si hubiera esperado por mi, como si supiera que ahora estaba muerta y me esperara para irnos de ese lugar.
El escalofrió era por las otras almas que ahí estaban atrapadas. Recordando ese suceso no se como pude resistir tanto, pase por el dolor de la muerte de mi mamá, estar ahí y sentir a tantos seres. Afortunadamente pude bloquear el verlos cuando se acercaron al sentirme llegar.
Me concentre en mi mamá y en el amor que le tenía, eso fue lo que me dio fuerza.
Ha pasado un poco más de cuatro meses de su partida y no era fácil escribir sobre lo que viví, por eso hasta hoy, estoy compartiendo lo que pasó.
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