Querido chico X:

Fuimos al parque de diversiones abandonado que quedaba a las afueras de la cuidad.

Trajiste bebidas, comenzamos a correr, rompías lo que encontrabas. Subimos al carrusel, de alguna forma hiciste que funcionara.

Quedaste detrás mío.

—Severide, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime.

—¿Cómo supiste que te gustaban los chicos y no las chicas?.

—Eh, p-pues.

Sentí mi rostro caliente, te miré.

—Sólo se que prefiero besar a un chico antes que a una chica.¿Porqué lo preguntas?

—Estoy confundido Severide y eso no me gusta.

—¿Puedo ayudarte?.

No dijiste nada.

—Cierra los ojos- te pedí.

Lo hiciste a duras penas, me aproximé, rozando tus labios, mi corazón al borde de un infarto y mis mano temblando.

—Severide...

Susurraste y me tomaste de la nuca profundizando el beso.

X ¿yo también te gusto, no?

Atentamente:
—Severide.