-;02.
Querido chico x:
Hoy te hallé en la azotea del edificio, yo subí allí para huir del agobio y tú cómodamente estabas allí.
—No pienses siquiera el lanzarte de aquí.
Me dijiste al verme parado por el borde del edificio, te miré algo desconcertado.
—¿Y quién te crees para decirme que puedo y no hacer?.
—Nadie, simplemente que seria muy molesto ver tu cuerpo desparramado por el suelo y que me cierre el camino — dijiste y te marchaste.
No pensaba tirarme. ¿siquiera me conocías para decir eso?.
Atentamente:
—Severide.
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