
Capitulo 4
CAMERON:
Iba a reunirme con Andrew, mi mejor amigo, Jason y Martin para ver el partido de basketball de los Lakers. Habíamos acordado que lo veríamos en el sótano de Jason; donde tenían una gran pantalla y un minibar lleno de sodas gratis y papas, pero debido a la promesa de Raquel pasaría a visitarla y llamé a Andrew para cancelar.
- Viejo, debes estar bromeando! Este partidazo lo hemos esperado semanas hermano!.- dijo Andrew.
Le expliqué que eran asuntos familiares y corte.
Maneje hasta la casa de Raquel, el día era lluvioso y hacía frío. Pensé en si ella estaría teniendo más frío que todos o si se sentía bien hoy... pero qué?! Aleje esos pensamientos de mi mente. De donde rayos llegaron? instantáneamente pensé en Sophie quien posiblemente estaría rompiendo nuestras fotografías juntos en pedazos y quemándolos como suelen hacer en las películas.
Llegué. Y encontré a su papá.
-Buenas tardes, Cameron.- Me dijo mientras salía hacía su auto. Era un hombre con poco cabello para tener 47 años y siempre estaba en traje y con expresión cansada y seria.
- Buen día Sr Sawyer- dije mientras subía unas pequeñas gradas. De pronto sentí que toco mi hombro y me voltee para verlo de frente.
- Yo... te agradezco lo que estás haciendo por Raquel. Eres un buen muchacho y mi hija parece apreciarte mucho. Gracias.- y sonrió.
- Gracias, pero lo hago por su hija. Es una gran amiga.-al decir esto me sentí mal por qué todos me agradecían sin saber que yo era posiblemente quien más daño le había hecho.
- Hay algo más...-dijo, y yo sentí que me quería dar una mala noticia.
-Digame señor- conteste.
- Hace poco Raquel pasó por un momento estresante y te pido que por favor la apoyes y la comprendas. Esto es difícil para todos pero más para mi pequeña... por favor no la alteres.-
- Haré lo que este en mis manos para ayudarla, cuente con eso.-
Me dio un apretón de manos y se subió a su auto negro.
Entré a la casa y la Sr Sawyer me saludó y me ofreció galletas. Era evidente que había estado llorando pero aun así logró disimular lo suficiente y antes de entrar a la habitación de Raquel, me advirtió que ella no estaría de muy buen humor. Le di el soufflé que mi madre había preparado y subí las escaleras a la habitación. Entre pero Raquel no parecía notarlo y… que pasó con su cabello?!?! estaba rubio!! por un momento pensé que era Sophie! Ella aún no se movía, veía a un punto fijo casi sin parpadear y yo me acercaba lentamente como si supiera que iba a explotar.
-Raquel?-. Pero ella no giro a verme. Entonces me senté en la cama y la vi de frente. Ella no me miró a los ojos pero una lágrima salió y recorrió rápidamente su mejilla. Su cara era inexpresiva. Finalmente susurró unas palabras que me partieron el corazón y me hicieron sentir peor por mi existencia
- Te gusto así?- Y otra lágrima salió tras la anterior. Su peluca era dorado y contrastaban sus ojos, pero nada podría igualar su cabello negro hasta los hombros que tenía un aroma sutil a fresas. No sabía que decir pero era raro verla rubia. Instintivamente, la verdad no sé por qué lo hice, le toque su peluca rubia y lentamente se la quité. Estaba completamente calva y era más extraño verla así pero aún con todo y la calvicie, se veía intrigante y bonita como era ella y pensé en ese momento que el cáncer no se llevaba la belleza de las personas. Cuando se la quite se llevó las manos a la cara y empezó a llorar. Luego levantó la cara y se limpio las lágrimas con el brazo. Sus ojos azules, aún que estaban llorosos, no dejaban de reflejar la belleza que había en ellos. Como no pude verlo antes? Pensé.
- Me gustas más así- y le sonreí. Ya no me importaba que significaban las palabras, me importaba decirlas. Ella me miró y en un instante me abrazaba fuertemente a lo cual yo la abracé también. Ella sonrió un poco e instintivamente me senté en la silla al lado de la cama y tome el libro de Harry Potter del otro día, ella se acostó y empecé a leer...
En clases, contaba las horas para volver a estar con Raquel. Leíamos o hablábamos de cualquier cosa y estar con ella se convirtió en una necesidad, casi como comer. Estar lejos de ella, era como sacar a un niño de una tienda de juguetes. Raquel había marcado un cambio en mi, de pronto me encontré leyendo un día unas revistas de cocina de mi mamá.
- Ma, sabias que hay lasaña sin carne?-. Ella se rió y se sorprendió.
- Parece que si, cielo.- y siguió riendo.
También leía el periódico y empecé a leer los libros que le asignaban a mi hermanita. Leer "Las aventuras de Tom Sawyer " fue muy sencillo. Pero los chicos se quejaban, ya casi no tenía tiempo parra ellos pero si les explicaba, no iban a entender.
Raquel no se puso más esa peluca rubia, en lugar de eso, usaba gorros.
RAQUEL:
Me sentía confundida. Por un lado estaba en las nubes gracias a la atención de Cameron; por otro lado me sentía culpable al pensar que mi enfermedad lo ataba a mi. Yo deseaba eso, lo admito. Pero era esta enfermedad el precio a pagar?
Mis padres estaban felices de que tuviera a Jeanine y a Cameron como apoyo (si se llevaran bien sería mejor ) pero insistían en que debía salir más así que decidieron que después de una cita médica me llevarían a comer en "familia " aunque yo estaba consciente del peso que tenía esa palabra... Lo sé todo. Quizás tenga cáncer pero no soy estúpida. Así que le escribí una nota a Cameron porque sabía que llegaría a leer y hacerme compañía.
Querido Cam:
Salí a comer con mis padres y a la revisión para el tratamiento. Tomate el día libre okay? Te lo mereces.
Te quiere, mejor dicho, te adora: Raquel.
CAMERON:
Sin Raquel hoy, ya no sabía que hacer. No había hecho planes y los chicos no contestaban. Qué ironía!
Hice tarea pero se me hizo demasiado corta. El día de la ironía.
Entonces me dije que tal vez podría ir a andar en bicicleta por el barrio y así lo hice. Era una sensación de libertad que no sentía desde hacia tiempo. Anduve sin fijarme bien a donde iba a parar. Sentía el aire en mi cabello al bajar una cuesta y sentía como me quedaba sin aire cuando tenía que subirla. Luego no sé como pero volví a casa sin darme cuenta. Ya era tarde así que iba a dejar la bici en el garage y comer algo.
-Hola Jones! Tu noviecita te dio permiso para salir hoy?-. me giré para ver quién era. Era Gerald, acercándose con sus secuaces o "lame suelas " se ve que no había olvidado los viejos altercados...
- Que quieres Gerald?- le pregunté, sus secuaces se rieron.
-Callense! No me llames Gerald! Soy Strongfist ahora!-gritó. Luego siguió molestando. - Es un milagro que estés solo, donde está tu noviecita eh? Acaso se te perdió? la estás buscando Jones?- sus secuaces reían y hacían muecas como si estuvieran llorando y decían "estoy perdido Raquel " o "buscame Raquel" para apoyar la broma de su líder. Eran unos idiotas. Hice a marcharme y entonces Gerald grito:
- Eres basura Jones! De verdad cambiaste a Sophie por una calva terminal?-
Eso fue todo.
Camine de vuelta hasta quedar tan cerca y le rompí la nariz de un puñetazo.
- Eres un imbécil! No te atrevas a decir ni una palabra más o te quedas sin rostro!- ahora me encontraba encima de el dándole puñetazos. No debía meter a Sophie en esto ni insultar a Raquel; ella estaba enferma y era mi deber cuidarla de todo, de tipos como este y si era necesario hasta de mi mismo.
Sus secuaces me quitaron de él y empezaron a golpearme.
- Sueltenlo!- era una voz femenina que reconocí.
Jeanine Hernández.
Por alguna razón los chicos se detuvieron y al verla huyeron.
- Estás bien Cam? digo, Cameron? lo siento jaja estoy acostumbrada a que te llamen así.- y me ayudó a levantarme.
-Por qué huyeron? y por qué me ayudas? pensé que me odiabas- dije esquivando su pregunta.
-Hey! no te odio tanto. Es verdad que fuiste un idiota pero has ayudado a Raquel y yo no soy tan rencorosa.- dijo jeanine. - Y ellos, bueno, mi padre es jefe de policía así que me he ganado cierto respeto.- sonrió.
Me ayudo a entrar a casa. Me habían pateado en el estomago y me dolía tanto que me costaba caminar, además tenía el labio roto y para el toque final, un ojo morado.
Mi madre se asustó cuando me vio. Fue por una bolsa de hielo para el ojo y un té no sé para qué y como.es costumbre después me regaño. Le ofreció té y galletas a Jeanine y le agradeció haberme ayudado. Me sentía avergonzado por haber sido salvado por una chica pero mi pierna y mi estomago me decían "cállate , no existiríamos ahora si ella no hubiera llegado".
De pronto pensé en Raquel no sé porqué; en lo triste que se pondría si me veía el ojo morado y lo triste que venía después de las revisiones en el médico, quería hacer algo para ayudarla, algo para que se sintiera feliz. Entonces mi hermana llego bajando las escaleras, llevaba puesto una bata negra como un vestido, un sombrero de bruja y una nariz verde falsa.
- Qué tal mami?- pregunto mientras enseñaba su traje de bruja.
Claro! ya faltaban 2 días para halloween! lo había olvidado por completo!
- Te ves como toda una hechicera amor!- dijo mamá.
Hechicera... hechicera... hechicera...
La respuesta estaba ante mis ojos. Sabía que había leído esa palabra antes. Harry Potter y el prisionero de azkaban, la parte en la que Lupin... okay, había leído demasiado, no importa, ya sabía que hacer...
- Sabes que Hanna? yo te acompañaré a pedir dulces este año!-
Mi madre y Jeanine me vieron con extrañeza. Hanna estaba feliz. Luego les explique lo que tenía en mente; Jeanine estuvo de acuerdo en ayudarme a conseguir lo que necesitaba y mi madre estaba contenta y me miraba orgullosa por hacer algo bueno por alguien.
SOPHIE:
Estaba en casa estudiando y preparando la fiesta de halloween de los huérfanos. Sería la mejor fiesta este año además de Navidad. Y la primera a la que no me acompañaría Cameron. Sabía que lo había tratado mal pero lo cierto era que lo extrañaba mucho... y lo quería demasiado...
El sonido del timbre interrumpió mis pensamientos.
Fui a abrir la puerta, vi por la ventana y quedé horrorizada. Abrí rápidamente.
- Gerald por Dios que pasó?- estaba todo golpeado con un ojo morado y la nariz partida. -llamaré una ambulancia-
- Ese Cameron Jones! me las debía! nadie deja a mi hermana y menos por una enferma.-
Lo golpee en el hombro.
- Auch!!!-
-No debes hablar así de alguien, menos de Raquel. Cameron tenía razón de golpearte! Además quien te dijo que me dejo?!- fui por una bolsa con hielo.
- Lo siento hermana... al menos le di una lección... nadie le rompe el corazón a mi hermana sin consecuencias!-
- Eres un bobo, payaso.- y le volví a golpear el hombro.
Y me volví a perder en los pensamientos agridulces de hace rato...
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