Durante su vida mortal, Alastor recibió incontables...Restricciones.

No salgas de casa.

No salgas vestido así.

Cubrete.

No hables.

Sonríe.

Camina, recto.

¿Enserio piensas conseguir un alfa con esa actitud?

Modales.

Solo sirves para complacer a un Alfa.

Siempre amable.
.
.
.
Y aunque ahora los Omegas hombres son más aceptados, en los años de 1900 no era un caso bien visto. A diferencia de las damas, las cuales les llovía pretendientes, a los de su "clase" se les evitaba más, o eso era hasta el año de 1922, en dónde cumplió sus 19 años de edad y se descubrió algo inquietante respecto a los de su casta.

"¿Ésto es verdad?" -el hombre blanco miró con sospecha el periódico, leyendo una y otra vez la sección de noticias y descubrimientos hechos en la reciente fecha.

"No lo sé querido..." -contesto una mujer morena mientras servía una taza de té con tostadas- "Pero... Si es verdad, deberían transmitirlo en la emisora del gobierno, y no ha ocurrido hasta ahora..."

La mujer estaba nerviosa, esperando con todas sus ansias que aquella noticia sea falsa, y aunque para algunos sería una oportunidad de oro, para los involucrados sería horrible, ella lo sabe, después de todo paso por lo mismo cuando fue un niña, y no quiere que su cachorro sufra lo mismo.

Ella recuerda perfectamente el día en que la arrebataron de los brazos de sus padres, a quienes los vió morir frente a sus ojos, solo por ser Omegas, solo porque ella era una Omega pura.

Ella recuerda ese anuncio "Se ha descubierto una nueva ramificación de las castas "Los Puros" resultado de la unión de un macho y una hembra de la misma casta, estos hacen que los que engendren hijos con ellos tengan más probabilidades de tener un Alfa con las mejores características..."

Y así inicio la masacré.

No quería eso para su bebé, no quería, debía ser falso, tenía que serlo.

"¿Madre?" -y allí estaba su lindo cachorro- "¿Estás bien?"

"Por supuesto mi bebé" -la mujer sonrió con cariño mientras tomaba la mejilla de su único hijo, mirándolo con amor y ternura, aunque fue el resultado de un amor comprado, ella lo amaba.

"Madre... Ya no soy un bebé" -el joven adulto dió una sonrisa, ya acostumbrado a los comentarios llenos de amor de su madre- "Pero enserio... ¿Todo bien?"

"Por supuesto..." -está vez se unió el padre, quien seguía sin apartar la mirada del periódico, pero está vez estaba dando un sorbo a su taza de té, pero se podía ver la sonrisa maliciosa que se formaba- "Todo estará bien... Ahora"

Al joven le recorrió un escalofrío por la espalda y entonces la radio sonó.

"Muy buenos días damas y caballeros, hoy es un buen día en Nueva Orleans, pues traemos un descubrimiento reciente, que supera al de ya 40 años atrás..."

La mujer vió como su cachorro inclino la cabeza curioso hacia la radio, y entonces la mujer volteó lentamente con pánico a ver a su esposo, este sonreía de manera psicópata.

No podía ser real.
No podía ser real.
No podía ser real.

"Muchos se percataron que tras la unión de "Los Puros" hubo un aumento de Alfas significativo, pero no del que estemos acostumbrados, pues las damas Alfas también empezaron a incrementar... Por otro lado, los Omegas han descendido en número, y han aumentado en otro, y es que antes ni se hubiera imaginado que existieran los Omegas Machos"

La mujer miró con horror como su esposo se ponía de pie mientras dejaba la taza con cuidado y se acercaba a su lado abrazandola por la cintura con una sonrisa tan enfermizamente dulce.

"Gracias a este insólito aumento de Caballeros Omegas, se realizaron diversos estudios, y a diferencia de lo que muchos pensaban que era una maldición y deshonra, ahora será considerado un privilegio..."

No, ella no quería eso...
No quería eso para su cachorro.

"Se ha determinado que los Omegas Machos, son un recurso sorprendentemente escaso aún, pero con grandes propiedades, parecidas a "Los Puros" pero, con la diferencia de que solo ellos pueden lograr dar a luz a la casta Delta... ¡La Casta Superior a los demás!"

La mujer empezó a soltar lágrimas mientras su esposo empezó a soltar su aroma a rosas de la alegría, vió como su hijo, su hermoso hijo, la miraba en busca de una respuesta, él entendía que significaba ese anuncio.

Y al igual que ella no quería eso.

Alastor se despertó con un ligero dolor de cabeza, a su lado estaba la pequeña Nifthy que últimamente había dormido junto a él debido a los múltiples "incidentes" que había pasado en las últimas semanas que se había hospedado en el hotel, y es que toda está situación le traía recuerdos de su vida mortal.

Y lo odiaba.

Se dió un ducha rápida, pues su propio olor ha estado demasiado inestable, y una ducha siempre lo ayudaba a ocultarlo, junto con el olor a putrefacción de su desayuno.

Se vistió, y se arregló, además de inyectarse un supresor como lo había estado haciendo de manera diaria desde que llegó.

Nifthy se levantó y lo vió con preocupación, los dos sabían que eso era demasiado malo para su cuerpo, pero no había otra manera de controlar su estúpido cuerpo.

Odiaba ser Omega.

Salió de su habitación junto con la pequeña pecadora con su típica sonrisa y su bastón en mano, dirigiéndose a la cocina, prendió las luces como siempre para empezar a preparar el desayuno para el resto.

"¡Buen día!"

Alastor hizo sonar un sonido de interferencia por el susto y Nifthy saco su aguja lista para masacrar a cualquiera, allí frente a ellos, estaba Charlotte con su sonrisa radiante y sus lindos ojos llenos de vida que últimamente le han estado quitando el sueño.

"Buen día princesa" -No quiere mostrarse alegré, después de todo es la primera vez que la alfa le vuelve a hablar después de días evitándolo, y no es que le importa, solo que no quiere perder su fuente de entretenimiento, pero que estuviera ahí tan temprano era demasiado extraño- "Disculpe mi atrevimiento... ¿Pero que hace aquí tan temprano?"

La rubia solo río un poco y se puso algo nerviosa, recién el pelirrojo noto que escondía algo tras su espalda.

"¡Alejate del jefe!" -Nifthy exigió colocándose entre los dos, mientras usaba su aguja para amenazar y marcar distancia- "¡No lo tomarás!"

Alastor suspiró, había sido así desde hace unos días, la pequeña alma no lo dejaba solo y mucho menos cuando Charlie se le acercaba, una de las razones por las cuales pensó que Charlie lo estaba evitando, y es que el pecador rojizo piensa que Nifthy solo aleja a Charlie por como le afecta su olor.

Charlie se sonrojo notablemente y dejó salir un poco de su olor a pay de manzana, que suerte que Alastor ya había tomado supresores , sino hubiera estado en una situación completamente distinta, pero su olor también reaccionó un poco "maldito cuerpo" pensó, antes de frenar el olor y ocultarlo.

El lobo interior del pecador rojizo empezó a chillar de alegría por ver cómo la alfa correspondía momentáneamente a su olor y como parecía disfrutarlo, incluso sentía como su pequeña cola de venado se movía bajo su traje, pero él sabía que era imposible, después de todo, a pesar de todo los desastres, NUNCA nadie había logrado olfatear su aroma.

"Pensaba llevártelo a tu habitación..." -La rubia trató de aminorar su sonrojo y su aroma para no incomodar al contrario, acción que Alastor aprecio y le causo ternura, pero nuevamente, estaba lleno de dudas- "...Eres un madrugador ¿No?"

Alastor parpadeó por un momento, y su sonrisa tembló, extendió sus manos con cuidado y con miedo de dañar lo que tenía delante de él.

Iris de Luisiana.

Un ramo bien arreglado, y decorado frente a él, sus ojos se cristalizaron y brillaron, se quedó sin palabras, jamás pensó volver a ver esas flores en su existencia.

"Son para tí" -Charlie desvío la mirada levemente nerviosa al no recibir ni un solo comentario del venado y ver cómo dudaba en tomar las flores- "Me enteré de donde vivías en vida... Y quise darte este ramo"

Alastor reaccionó y tomo las flores con cuidado, las abrazo contra su pecho, como si tuviera miedo de que se fueran, olfateó aquel aroma tan dulce que le encantaba en cada primavera cuando jugaba con su madre.

Pero definitivamente se confundió, cuando Charlie se alejó un poco para tomar un bandeja cubierta para luego dar un suspiro y poner una mirada determinada.

Alastor solo la siguió con la mirada cuando volvió a apartarse para acercarse a una Radio y colocar un jazz suave, de esos que le encantaban al pecador.

Charlie lo miró a los ojos con ese brillo que lo había empezado a enloquecer, junto con ese dulce olor a pay de manzana, pero lo que definitivamente no esperaba fue escuchar a la princesa.

"En un baile de jazz, bajo la luna plateada,
Te vi por primera vez, y mi corazón se desmayó.
Tu sonrisa encantadora, tus ojos brillantes como estrellas.

Pero luego, en un salón de máscaras, te vi de nuevo,
Con tu sonrisa letal, mi corazón se rindió.
Eres un enigma, un misterio, un hombre de sombras y luces.

Me gustaría conocerte mejor, y compartir contigo,
Un vals lento, bajo la luz de la luna, con el ritmo del jazz.
Pero también quiero descubrir, el misterio que se esconde detrás,
De tus ojos, que brillan como estrellas, pero también pueden ser letales.

¿Quieres ser mi acompañante, en este baile de la vida?
¿Quieres ser mi amor, mi corazón, mi todo?
¿Quieres ser mi sombra, mi compañero en la noche?
¿Quieres ser mi pasión, mi pecado, mi todo?"

El rostro del demonio radio se enrojeció a tal punto de parecerse a su cabello, su olor aumentó y solo fue detenido por el poco autocontrol que le quedaba.

¿Qué estaba pasando?

Él definitivamente no entendía.

Literalmente el día de ayer vió a Charlie evitándolo todo el día y cuando por fin pudieron dirigirse la palabra, fue cuando la rubia estaba borracha y alardeando del cuerpo de un Omega que le había parecido interesante.

El pecador rojizo solo se dejó guiar por Charlie hacia una silla del comedor, bajo la atenta mirada de Nifthy claro. La princesa todavía lucía nerviosa, aunque, ahora parecía aún más encantada con la expresión sonrojada de Alastor.

Una vez la Alfa sentó delicadamente al Omega en la silla, por fin mostró el contenido de la bandeja, era un ciervo crudo, como los que suele comer el demonio, pero la diferencia es que este estaba trotazo y arreglado, se veía limpio y tenía múltiples hierbas aromáticas sobre él, al lado de este había un pequeño tazón con dedos humanos con sal espolvoreada y las mismas hierbas, sin olvidar la botella que muchos confundirían con vino, pero que para la nariz de Alastor siempre reconocería el olor sangre humana.

"¿Qué significa esto princesa?" -Apenas puedo formar una pregunta, porque entre todos estos detalles y la sonrisa radiante de su acompañamiento era difícil pensar.

"¿No te gusta?" -Charlie dejo de sonreír y Alastor se dió un golpe mental.

"¡Por supuesto que me encanta!" -se apresuró a decir rápidamente- "Solo es inesperado... ¿Es una de tus actividades para la Redención?"

Y es que no podía ser nada más, sin duda fue inesperado, si él reaccionó así; sería sublime ver al resto con la misma expresión.

"No... Es una ocasión especial" -la voz de Charlie titubeó un poco mientras empezaba a servir un tazón de carne al pecador- "Que solo tiene que ver contigo..."

Otra vez lo tomo desprevenido, ¿Una ocasión especial? ¿Y solo con él?

"No es mi cumpleaños, princesa" -y es que seguro la persona que le dió las flores debía haberle dado una información errada.

"Lo sé"

"Ni el aniversario de mi muerte"

"Lo sé"

Ahora, el Demonio De La Radio miró con sospecha a la heredera del infierno.

Hubo un silencio algo prolongado, en dónde la princesa sirvió la sangre en dos copas, y empezó a comer parte del platillo, al ver eso, Alastor también empezó a comer, fue delicioso.

El ambiente era hermoso y tranquilo, casi baja la guardia, con el desayuno y los detalles acompañado con la música de jazz suave, el ambiente solo pesaba un poco por la mirada asesina que le daba Nifthy a la princesa.

Pero el momento llegó a su fin cuando la princesa, se puso de pie con un estruendo de su silla, eso espanto un poco al ciervo, sobre todo cuando a Charlie le surgió su cola, la cuál empezó a moverse con un velocidad increíble.

"¿Princesa?" -Alastor retrocedió todo lo que pudo cuando la princesa invadió su espacio personal, eso definitivamente lo incómodo, pero no pudo evitar sonrojarse de sobremanera, pero no podía apartar la mirada de la mirada llena de luz de Charlie, sus ojos parecían mirarlo como lo más importante del mundo- "¿P-princesa?"

Y de la nada la rubia se alejó bruscamente cubriéndose el rostro, solo para azotar su cabeza con el muro.

"¡¿Charlie?!" -Alastor se puso de pie rápidamente al ver la cabeza de la chica sangrar, la pared se agrietó por el impacto- "¡¿Por qué hizo eso?!"

"Lo siento..." -la alfa sonrió algo avergonzada, y ahí el pecador se dió cuenta que la pequeña Nifthy estaba atrapada por la cola de la princesa- "Pero... No puedo controlarme... Así que ¡Toma!"

Y sin más la rubia se alejó rápidamente, dejando al demonio ciervo solo y con una carta en mano.

Alastor parpadeó y abrió la carta.

"Comme une Alpha en mission.

Je demande votre permission pour commencer une cour, dans laquelle vous acceptez de faire partie de ma vie.

Sois mon Omega"

Sus ojos se volvieron diales y arrugó el papel entre sus manos, estaba a punto de incendiar la carta, hasta que se percató que en sus manos todavía tenía el ramo.

Suspiro.

No podía ser verdad.

Charlie Morningstar había iniciado un cortejó hacía su persona, tal vez hubiera reído o tal vez negado amablemente la petición, incluso aprovechar la situación, pero en esa carta la princesa daba a relucir un detalle que NADIE había sabido de él.

"Sois Mon Omega" -repitió en voz alta, la princesa sabía su casta.

------------------------------------------------------------------------
(2380 palabras)

Holaaa personitas del futuro!!!

¡Inició el cortejo!✨

Cómo dije antes, ahora estoy investigando mucho de los detalles de este universo, y aunque según lo que leí cada autor puede modificar sus jerarquías, el Alfa siempre va ser de entre la clase alta jaja

Además!!!
Me investigue el protocolo de cortejo de el siglo 18, año dónde vivió nuestro venado jajaja.

Pobre Nifthy XD

Porfaaaaaa Comenten que les pareció el capítulo, sus comentarios me inspiran a seguir!!!

Me gusta poner un poco del lore de la historia, si no les gusta, trataré de corregirlo no se preocupen♥️

Se que dije que en este episodio comenzaría la serie, pero se me hizo muy largo, para el próximo si, no se preocupen.

¡Feliz Navidad atrasadas! 🌲

Iris de Luisiana, el ramo que le dieron a Alastor:

Recuerda, ¡si estás en 2070 cuídate de los zombies! Randi mikU 🐺 se despide!!