Hay silencio y oscuridad en su habitación, por momentos solo se escuchan nuestras risas o el viento colándose entre las cortinas.

Nuestras manos tienen un juego que hace mucho dejo de utilizar la fuerza para dominar, y solo quedaban mis brazos relajados con sus manos sujetando mis muñecas contra las sábanas.

Nos vuelve aquel universo dentro del espacio oscuro y silencioso, donde aún sin divisar nuestros rostros, la figura de nuestros cuerpos se aprecia en medio de la oscuridad, ella está sobre mi, solo observándome, y yo aprecio tener la vista más majestuosa del mundo.

Aún sin emitir palabras, sentía que podía entender todo lo que en ese momento pensaba, y sentía que por como me miraba, ella pensaba lo mismo.

"Un beso, solo un beso"

Y como si alguna fuera dado una orden, sus manos me soltaron, las mías la acostaron a mi lado, y sin ni siquiera titubear me acerqué a sus labios.

-"Son tan suaves y cálidos como los recordaba".

Era como si no hubiera pasado un segundo en el tiempo en el que fuéramos estado separadas.

Su mano cálida acariciaba mi espalda baja, mi mano acariciaba su cabello y su nuca en un ir y venir de segundos, y solo nos dejamos sumergir en ese beso.

Se sintió real.

Fue real, hasta que deje de sentir sus manos, el calor de su cuerpo y sus labios de seda.

Fue tan real que pude sentirla, y aún así no la tuve en realidad.

Fue real hasta que en medio de la noche abrí los ojos, y con un vacío en el estómago volví a mi habitación, en oscuridad y silencio, pero sin ella y su figura reflejada por la luz de la luna.

Fue real hasta que descubrí que aún en sueños provoca en mi cuerpo sensaciones placenteras, como si estuviera ahí.

-"¿Qué clase de hechizo es este?"

¿Cómo es que aún puedo sentirte sin tenerte?