Día 12 | Primera parte
Ese día parecía haber comenzado tranquilo, pero Steve seguía buscando al culpable de aquellas notas y estaba seguro de que lo iba a encontrar.
Jason casualmente caminaba por las taquillas, Robin le había pedido que mirase si veía a Nancy cerca para poder dejar la nota, él había aceptado.
Steve no se lo pensó dos veces, al ver al castaño estar tan cerca de la taquilla de Nancy por más de dos minutos se dirigió en su dirección.
—¿Steve?
Este no dijo nada, simplemente le pegó un puñetazo al chico.
Jason cayó al suelo por el golpe. Ni siquiera le dio tiempo a reaccionar o a molestarse en esquivarlo.
—Pero que...— susurró confundido.
—¡Imbécil! ¿Quién te crees para mandarle notas a mi novia?
Steve le dedicó una sonrisa amarga. Jason le miró con confusión, intentando esconder su apuro.
—¿De qué me estás hablando?
Jason tuvo que disimular. No pensaba delatar a Robin ni aunque le torturasen.
—No te hagas el idiota.
Steve cogió a Jason de la camiseta levantándolo del suelo. Este le miró a los ojos con rabia.
—¡Yo no he hecho nada! ¿De qué notas hablas?— preguntó abatido.
—Que esto te sirva como advertencia para que no vuelva a ver otra de esas notas— gruñó.
Steve le soltó haciendo que este se diera un golpe contra el suelo.
El de ojos marrones iba a volver a pegarle, cuando Robin le cogió del brazo antes de que este pudiera hacerlo. Steve con facilidad la apartó de él tirándola al suelo y cuando volvió a girarse era Evelyn la que estaba delante de Jason.
—Apartad chicas, no me gustaría pegaros. En serio.
—Si quieres pegar a Jason, pégame a mí— Evelyn le miró con decisión.
Jason y Robin observaban la escena, todo había pasado demasiado rápido.
Evelyn tenía el ceño fruncido manteniendo su posición. Steve apretó la mandíbula e hizo ademán de golpearla. Estaba demasiado furioso.
—Ni se te ocurra pegar a Evelyn, Stevie.
El castaño se giró hacia Jennifer, la cual había estado observando aquello.
—Jennifer, no te metas— gruñó.
Steve estaba realmente enfadado, ni siquiera estaba pensando las cosas con suficiente claridad.
—Esta no es la manera de solucionar las cosas.
—¿Hablas tú? Maldita zorra— masculló el chico.
Jennifer frunció el ceño. No iba a permitir que él le hablara así.
La ojiverde le soltó una bofetada al chico. Todos miraban la escena sin saber qué hacer. Evelyn avanzó unos pasos, preocupada por Jennifer y Robin fue a ayudar a Jason.
—Eres una chica, no quiero pegarte.
—¿Ahora no eres tan duro, no? ¡Ibas a pegar a Evelyn, pégame a mí!
Jennifer empujó al chico. Ella aprovechó ese momento para soltarlo todo, para soltar todo lo que sentía. Steve mantuvo el equilibrio.
—Pégamos, vamos— sonrió de forma provocadora—¿O te da miedo, Stevie? ¿Te da miedo pegarme? ¿Pero a Jason no? Oh, menudo cobarde.
—¡Cállate!
La chica recibió un puñetazo en el ojo. Un silencio infernal se hizo presente. Steve tenía la respiración agitada.
—¡Jen!
Evelyn corrió en dirección a Jennifer mirando que se encontrara bien. Esta, adolorida, solo tapaba su ojo.
Cuando escucharon el tintineo de unas llaves, todos se alarmaron.
Steve se fue corriendo, no podía ser expulsado otra vez. El profesor les miró a todos confundido, Robin estaba en el suelo junto a Jason, Evelyn estaba junto a Jennifer, la cual cada vez tenía el ojo en peor estado.
—¿Qué ha pasado?— preguntó buscando respuestas.
Todos se miraron entre ellos y cuando Jason iba a hablar, Jennifer le interrumpió.
—He empujado a Jason porque estaba molestándome y me he caído— mintió.
El hombre suspiró molesto acercándose a Jennifer.
Jason la miró confundido, y Robin todavía más ¿Por qué ella les había ayudado?
—Los dos a la enfermería. Reyes, te quiero ver en el despacho de la directora más tarde, que sea la última vez.
Tras sus palabras desapareció por el pasillo.
—¿Por qué has hecho eso?— preguntó Jason.
—Estaba de buen humor, supongo— respondió alejándose de ellos.
Había dos enfermerías en el instituto, así que Evelyn siguió a la de ojos verdes y Jason se fue a la otra junto con Robin.
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