Querida Martina,
Los libros, las películas, los cuentos, las canciones. Todo nos ha hecho imaginar una historia y realidad que no existe, las dos lo sabemos a la perfección. Sabemos que la realidad no es
perfecta, que las promesas no duran por siempre jamás. Que los estereotipos no se rompen y que en general la vida es mucho más gris del que nos gustaría. Y esto nos ha quedado
claro en cada paso que dábamos, en cada inseguridad que adquiríamos, en cada insulto que
nos decían y en cada experiencia vivida.

La vida son errores y más errores, y los momentos de felicidad verdadera son aquellos que están entre la más oscura oscuridad. No me apetecía escribir un poema o un cuento de la felicidad extrema y de como la vida es perfecta, porque a veces la vida real es lo que parece más extraño y fuera de lugar.

Mentiría si dijera que no he querido desaparecer o simplemente olvidar la realidad en la cual estamos viviendo por instantes, y también lo haría si dijo que no lo hago a veces. Bailar sintiendo la canción, leer un libro que me transporte a una realidad paralela o simplemente escuchar tu risa me hacen desconectar de todo, poder ser feliz y sacarme todos los problemas por escasos minutos. Pero después vuelvo a la realidad, donde estoy triste y constantemente llorando.

Cada noche observo las estrellas y la luna, aquella que algún día me prometiste que la bajaríamos juntas mientras escucho Girl in Red y las lágrimas me acarician la cara. En aquellos momentos siento que lo único que me hace compañía es el viento, aquel que me remueve el cabello y me hace dejar de divagar tanto entre los recuerdos que tenemos. Yo sé cómo es la vida real, llevo 17 años viviéndola, he pasado por muchas cosas y me han faltado para vivir otras muchas, pero lo que sí que sé es que a veces es la cosa más amarga que existe. Para mí la vida es cómo si fuera un café con leche montada por encima. Primero piensas que todo es dulce y bonito para después sin casi darte cuenta, ha cambiado drásticamente y ahora es amargo y oscuro.

Amargo como el sentimiento que tuve el 25 de septiembre al ver como te ibas del pueblo por siempre jamás con las mejillas mojadas y los ojos rojos, al ver como te ibas de mi lado, y contigo, se iban todas las promesas e ilusiones que teníamos. ¿Dónde estarás? ¿Qué harás ahora? ¿Por qué me cuesta tanto ser feliz sin ti? Fuiste la persona que más luz me llevó a mi vida, y ahora que no estás no es más que oscuridad y soledad. A veces ni siquiera sé como vivía sin ti. Pero como ya he dicho la vida real no es como un cuento, por lo tanto sé que no te volverás. Sé que este sentimiento de vacío en elcorazón acabará por curarse solo. ¿Una nueva persona? ¿Un nuevo amor? Lo dudo mucho.

A veces las heridas y los sentimientos creados son tan fuertes que si quisiera simplemente estar con otra persona el único que haría sería romperla a ella y ser una egoísta. Aun así, si en algún momento acabo conociendo a alguien que me haga ver la vida algo mejor, por muy poco que sea, tengo claro que nunca te sacará el espacio en mi corazón, porque una cosa es segura. Tú me hiciste ser una persona diferente, y has marcado mi vida de una manera demasiado necesaria para saber quién soy cómo para simplemente olvidarte. No, tú siempre estarás tanto en mi corazón como en mi memoria. Porque puede ser que nuestro amor no haya sido posible en esta vida, pero sé que te seguiré queriendo y que pase lo que pase seguirás divagando por mis sueños entre noches.

De parte de la única persona con la cual podías ser 100% tú,
Elena.