bamos ah iorar ahre.
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—Okay, necesito saber el porqué me estás mirando como si quisieras asesinarme. —JungKook repentinamente comenzó a ponerse nervioso, la mirada de su padre era muy penetrante y un escalofrío recorrió su columna dorsal cuando notó que este comenzaba a acercarse.

Intentó pensar en las cosas que había hecho últimamente, y por más que quería, no logró recordar algo que pudiera considerarse como "malo", así que sencillamente no entendía su comportamiento inusual.

"¿Será que le levanté la voz o fui grosero sin darme cuenta?" JungKook pensó en aquella posibilidad, pero rápidamente la descartó. Todos sabían que él no tenía la mejor paciencia del mundo, que solía ser excesivamente gruñón y que le daba igual lo que el resto pensara de él, y con su padre no era la excepción. Había ocasiones en las que discutían muy fuerte debido a que sus distintas —y al mismo tiempo similares — personalidades chocaban, pero a pesar de eso, su padre nunca dio indicios de querer castigarlo o algo.

—No te miro así. —dijo sencillamente su padre haciendo que JungKook se sintiera frustrado.

—¿Ah no? Entonces deberías verte en un espejo, papá. Tu cara es peor que la de un ogro, y eso puedo asegurarlo a pesar de nunca haber visto uno. —JungKook comenzaba a enfadarse, no le gustaba los dramas innecesarios; comenzaba a pensar que su padre solo estaba actuando así por mero gusto de hacerlo preocupar. Él siempre era tan exagerado.

—¿Por qué estás preocupado, JungKook? ¿Acaso has hecho algo que no debes y ahora te pesa la conciencia? —el nombrado frunció el ceño ahora sintiéndose más confundido.

"¿Fue porque el otro día me comí su ración de postre?"

—¿De qué carajo estás hablando ahora? —el padre negó con la cabeza, como quien disfrutaba ver el rostro confuso de su hijo.

—¿Crees que tienes el derecho de faltarme el respeto? Recuerda que soy tu padre y no debes hablarme de esa manera. —JungKook no entendía nada.

—Siempre hemos tenido ese trato y no te has quejado. No me vengas con mierdas ahora. —ChanYeol asintió comprendiendo las palabras de su hijo y soltó una risita que logró inmediatamente que JungKook se tensara en su sitio y solo pensara en huir lo más pronto posible.

¿Por qué una leve voz le decía que algo malo saldría de todo esto?

—Tal vez ese es el problema. Te he dado demasiada libertad para que hicieras lo que se te pegara la regalada gana; no te he educado como se supone que un padre debe educar a su hijo. Tu madre siempre tan dócil sin darse cuenta de lo que pasa alrededor, no sabe otra cosa más que tratarte bonito, sin notar que te estás convirtiendo en una persona muy malcriada y desobediente. Y todavía se atrevió a dejarte solo para irse dizque a trabajar. Ja, sí claro.

—¡Oye! —JungKook sintió que esa fue la gota que derramó el vaso. —No creo que tengas el derecho de decir todo eso. Entre tú y mamá, es ella quien siempre estuvo a mi lado en todo lo que necesitaba mientras que tú solo te excusabas diciendo que tenías mucho trabajo. ¡No toleraré que te expreses así de ella cuando ha hecho un trabajo mil veces mejor como madre de lo que tú lo has hecho como padre!

JungKook sentía que su paciencia se acababa. Ahora mismo solo quería acabar con esta charla absurda, irse a su habitación, llamar a TaeHyung, invitarlo a comer unos jodidos helados, y largarse de ese lugar lo más pronto posible.

—Oh, así que ahora soy un mal padre. Eso es nuevo. —ChanYeol rió como si hubiera escuchado el mejor chiste de la vida. Para él, lo era. —¿Entonces, por qué siempre decías que de grande querías ser como yo? —JungKook tenía la respuesta a esa pregunta.

—Porque tú siempre lucías como alguien fuerte, imponente, más influyente que mamá, y yo quería protegerla. Así que mi estúpida mente pensaba que si era igual que tú, yo sería apto de muchas cosas y que ella estaría orgullosa de mí. Pero no, eres una completa basura si estás hablando así de tu propia esposa. —ChanYeol soltó una gran carcajada, realmente divertido con las palabras que JungKook acababa de darle.

—¡Ja! No me vengas ahora con mierdas gays ahora... que por cierto, es exactamente eso de qué quiero hablarte. —Su sonrisa se borró dando paso a un aspecto sumamente serio. JungKook sintió su corazón latir fuertemente debido a los nervios del momento.

¿Mierdas gays? Se puso a pensar en aquellas palabras y cuando por fin algo cobró sentido dentro de su mente, sintió miedo.

"Ay no... Tae"

—Vaya, nombré eso y enseguida te quedaste callado. ¿Hay algo que debas contarme, JungKook? —El nombrado no respondió, y su padre pensó que ya era el momento de ser directo. —Quiero que me digas quién es el chico con el que pasas siempre después de clases.

JungKook quiso morir en ese momento.

—¿C-Cuál chico? —sabía que estaba quedando como un completo estúpido, pero no podía evitarlo, no cuando su padre soltó aquellas palabras tan de repente.

¿Qué tanto sabía? ¿Quién había sido la persona chismosa capaz de contarle a su padre lo que se suponía, era su vida privada?

—¿Por qué no respondes? —JungKook sintió ganas de correr lejos cuando notó que su padre se acercaba a él de manera lenta, mirándolo fijamente, casi analizando todos sus movimientos.

—¿Quién te dijo eso? —El padre apenas rió.

—¿Importa acaso?

—Es un amigo. —por fin contestó. —Hicimos un trabajo juntos y nos llevamos muy bien. No le veo nada de raro a eso. No entiendo tu estúpido drama. —JungKook supo que su papá no estaba creyendo en sus palabras y no supo qué hacer con respecto a eso. Él no quería que su padre supiera de la existencia de TaeHyung, y aún seguía desconcertado al notar que este ya conocía eso y quién sabe cuánto más.

—¿Solo un amigo? —JungKook asintió —¿Y por qué demonios siempre están juntos comiendo putos heladitos como si estuvieran en citas rositas? —su hijo no contestó. —¡Maldita sea! ¡Responde, JungKook!

—¡No es lo que crees! —JungKook sabía que si su padre gritaba, era porque ya estaba hasta el límite. Lo conocía y temía por lo que este era capaz de hacer. —¡Nos llevamos bien, es todo!

— Dime algo, JungKook. ¿Tu amigo es gay? — JungKook no supo qué responder.

No sabía qué tan grato sería para su padre enterarse que TaeHyung era homosexual.

"Perdón, Tae..."

—No, no lo es. —soltó. —No debes preocuparte por eso.

—¿Y tú? —JungKook abrió la boca sorprendido. ¿En serio su papá había preguntado eso?

—¿Me estás jodiendo?

—¡Responde!

—¡No, no lo soy! ¡Jamás lo sería! —gritó, esperando que con esta respuesta su padre por fin pudiera dejarlo tranquilo.

—¿Por qué? —JungKook lo entendió.

"Lo siento... de verdad."

—Porque es enfermo, antinatural y asqueroso. —JungKook fingió una mueca de asco. —El ver a dos hombres juntos me genera mucha repulsión y lo sabes. No entiendo tu actitud si estás al tanto de que pienso lo mismo. Los homosexuales son solo personas enfermas que no deberían existir. Son la razón por la que este mundo está así de podrido.

"Perdón, Tae... lo siento, lo siento tanto."

—Muy bien. —El hombre sonrió, pero su sonrisa no duró mucho. —Pero no me quedaré conforme con esto. Tengo que asegurarme que tú no andas con esas pendejadas.

JungKook sintió terror total al ver que su padre se quitaba el cinturón y lo observaba con decisión. Recordó toda su infancia, las veces en las que su padre lo golpeaba por haberse equivocado en mínimas cosas, recordó que lo golpeaba tanto, que si no fuera por su madre, este lo habría dejado inconsciente.

Pero Mina no estaba ahora.

—E-Espera p-papá... ¿no crees que y-ya estoy grandecito para q-que quieras pegarme con tu cinturón? —La seguridad del muchacho se fue al piso, y supo que no tenía escapatoria.

Nunca la tenía si de trataba de su padre.

—¿Ahora sí tienes miedo?— el cinturón de aspecto grueso y doloroso se encontraba en sus manos, y lo portaba como si de algo maravilloso se tratase. —Te demostraré quién manda.

—P-Por favor... por favor no lo hagas. Eso duele... mucho. —La voz de JungKook sonó casi suplicante, sin embargo, fue totalmente ignorado.

—¡Yo no voy a tener a un puto marica como hijo! ¡Eso jamás! ¡Prefiero morir antes de que que alguien defectuoso sea parte de mi familia! ¡¿Lo entiendes?! —gritó antes de dar el primer golpe con cinturón, justo en la pierna de JungKook, sacándole un gemido de dolor.

—¡Agh! —se quejó. —L-Lo entiendo, p-papá... pero para. —nuevamente, parecía que sus palabras no valían.

—¡Tú no vas a ser un puto gay!— el segundo golpe.

—¡No! ¡Jamás lo sería! ¡Para!

Y nuevamente el castigo continuó, los golpes prosiguieron de manera sumamente tortuosa, tanto así que JungKook ya ni siquiera tuvo fuerza para replicar.

Solo se dejó castigar, a pesar de saber que no lo merecía.

"Perdóname, TaeTae."