36 (Especial)
TaeHyung caminaba con la cabeza gacha, tenía la mirada perdida y todo su cuerpo dolía como el infierno debido a los golpes recibidos anteriormente. Sentía como un brazo rodeaba sus hombros y lo alentaba a caminar. Joder, sentía sus ojos arder, él realmente estaba cansado de toda esta mierda.
- Ya estamos cerca de la enfermería. - TaeHyung escuchaba la voz de su amigo JungKook , pero no podía responder a nada, actualmente se sentía completamente indispuesto.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarle todo esto a él? ¿Realmente merecía ese mal trato? ¿De verdad? ¿Lo merecía?
¿Todo por ser gay?
TaeHyung ya ni siquiera sabía si el equivocado era él o aquellas personas que siempre se burlaban de su persona. Ahora, lo único que deseaba era refugiarse en sí mismo, quería pensar por un pequeño momento en que todo estaba bien.
Que era una persona correcta, que no había nada malo en él.
Pero no podía. Sencillamente no podía. Dolía, dolía demasiado.
- Oye, ¿por qué lloras? - pero TaeHyung nuevamente no contestó.
Ambos llegaron a la enfermería y torcieron el rostro cuando vieron que no había nadie, JungKook pensó que la enfermera nunca se encontraba cuando realmente se la necesitaba.
TaeHyung se sentó en una de las camas que se encontraban allí, agachó la cabeza y siguió llorando. Por otro lado, JungKook encontró un poco de algodón, comenzó a remojarlo en alcohol y acto después se puso frente a TaeHyung para curarle las heridas que tenía.
El lastimado soltó un gemido de dolor cuando el otro muchacho pasó el algodón mojado por su cara. JungKook no tenía idea de qué hacer para que su amigo se sintiera mejor, realmente se sentía mal al verlo así. Había tenido la oportunidad de mirarlo en ese mismo estado anteriormente, cuando él todavía se comportaba mal, pero ahora, ahora que sabía lo mucho que eso dolía, lo mucho que desesperaba el ser maltratado por razones absurdas, le molestaba. Le molestaba completamente.
JungKook solo quería que TaeHyung viviera una vida normal, que se sintiera tranquilo consigo mismo, y que aprendiera a aceptarse, porque también aprendió a notar que cada vez que alguien se metía con su amigo, este comenzaba a dudar, como si estuviera meditando acerca de su persona.
No se equivocaba, y JungKook sabía eso.
Lo miró una vez más mientras seguía curándolo, y aunque ya no lloraba fuertemente, se encontraba hipando, pareciendo un niño pequeño que estaba triste porque sus padres no le habían comprado un helado.
- TaeHyung - intentó entablar una conversación aunque en ese momento eso sea algo estúpido. - Hay que hablar con las autoridades. Esos hijos de puta deben pagar por lo que nos hicieron, en especial a ti.
Pero TaeHyung no escuchaba, no hasta sintió que la mano de JungKook tomaba su barbilla y lo obligaba a mirarlo. Sintió su corazón latir más fuerte.
- ¿Me estás escuchando? Es por tu bien, no tienen el derecho, deben pagar. - JungKook por alguna razón se sintió jodidamente hipocrita, y no era de esperarse menos, hace poco él también había sido un tremendo cabrón con el otro.
El afectado negó con la cabeza soltándose del agarre, estaba dudando de todo.
Dudando de él.
Dudando de sus creencias.
Dudando de JungKook .
¿De verdad JungKook había cambiado?
- ¿Por qué mejor no me dejas en paz? - el cuestionado parpadeó sin entender muy bien a qué se refería su amigo. - ¡Ándate! ¡Déjame solo! - Volvió a derramar lágrimas.
- ¿Qué mierda te pasa ahora? - JungKook no quería sonar duro, pero la verdad es que estaba desconcertado.
- ¡Estoy cansado! ¡Cansado de toda esta mierda! Cansado de siempre ser el centro de burla de todos. De que crean que puedan pisotearme a su antojo por el simple hecho de que me gusten los chicos. ¡Me gustan los chicos siendo uno! ¿¡Y qué!? ¿¡Cuál es su puto problema!? ¿¡Por qué es tan malo si no es su vida!? ¿¡Por qué tienen que meterse conmigo y decirme miles de crueldades!? Estoy también harto, JungKook, cansado de todo, absolutamente todo.
- TaeHyung...
- ¡Y tú! Sé que somos amigos, pero aún me cuesta creerlo. ¿Por qué mejor no te vas? Déjame en paz, ignórame, recházame, hazme invisible de tu vida. Vuelve a ser el hijo de perra que eras antes de platicar conmigo, estoy completamente seguro de que así eras más feliz.
- Oh, vamos. ¿Realmente estás diciendo eso?
- ¿Me culpas acaso? No me jodas.
- ¿Quién te está culpando, tonto? - JungKook ser acercó a TaeHyung y le dio un golpe en su frente dejando al chico algo molesto.
- ¿Qué te pasa? - pero su molestia se convirtió en confusión cuando sintió la mano de JungKook dando palmaditas en su espalda intentando consolarlo. Era algo ridículo para la mente de JungKook, dando el caso que nunca había consolado a alguien, pero TaeHyung parecía disfrutarlo, pues se calmó enseguida.
- ¿Por qué mejor no te dejas de pendejadas? - JungKook rió un poco. - Escucha, sé lo que sufres, no con seguridad, pero puedo pensar en qué estás pasando, y déjame decirte, TaeHyung, que tienes toda mi ayuda y mi apoyo. Nunca cambiará el hecho de que fui o que probablemente siga siendo una mala persona, pero por ahora, quiero que confíes en mí. Eres mi amigo, y te tengo mucho aprecio, y no dejaré que te sigan haciendo más daño, ¿me entiendes? Lo de hoy fue un error, no debí dejarte solo, debí pensar que si esos sujetos estaban molestando nuevamente, harían algo más elaborado, joder, son tan cobardes que tuvieron que llamar a más personas. Pero el caso es, que no dudes de mí, si en algún momento llego a tener la misma mentalidad estupida de antes, yo me encargaré de decírtelo personalmente, pero no te haría daño de nuevo, ya no.
TaeHyung no pudo más y se soltó a llorar con más intensidad. Estaba muy feliz, las palabras de JungKook habían llegado a lo más profundo de su corazón, haciendo que este latiera muy fuerte, acompañado de cosquillas en su estómago. Joder, ¿por qué ahora tenía que ser tan lindo? ¿Por qué no notaba lo que causaba en él?
Aunque mas bien... ¿Por qué él tuvo que fijarse en JungKook?
- Oye, no mames. Sé que no soy bueno consolando pero no era para que te pusieras a llorar más fuerte. - Y por la risa que soltó TaeHyung, JungKook supo que había hecho un bien trabajo. - Vamos a casa, tus heridas ya están curadas.
Ambos muchachos caminaron a la salida, nadie hablaba, cada uno se encontraba pensando en sus propios asuntos, que casualmente trataban del mismo.
- JungKook, mañana iremos a comprar el regalo de ChaeYoung, ¿verdad? - este asintió - Realmente lamento lo que ocurrió hoy.
- Solo a ti se te ocurre disculparte por esto, tonto. - ambos rieron un poco. - Pero está bien. Nos vemos mañana.
- Hasta mañana. - se despidió TaeHyung con una sonrisa, que obviamente, no era real en su totalidad.
Cada uno tomó su camino pensando en todo lo que había pasado él día de hoy.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro