Querida Luna

Soy YoonGi, un Alfa, tengo siete años y al fin puedo escribir una verdadera carta.

Quiero que sepas que lo único que deseo es tener a mi Omega, así como papá tiene a mamá, que sea esponjoso y bonito...

- ¿Sigues leyendo mis cartas?- preguntó una voz a sus espaldas. El Omega sonrió.

- Es lindo... yo ocupaba tus pensamientos desde pequeño- sonríe el Omega.- Me gusta saber que pensabas cuidarme...

- Quise ser como mi padre... él hacía tan feliz a mi madre que yo quería hacer lo mismo con mi Omega- le abraza por la espalda, descansando sus manos en el vientre de siete meses y medio de su Omega.

- Yo no pude pedir mejor Alfa...- el Omega sonríe. Ambos sienten a su cachorrita moverse.- ¿Dónde está Kookie?- pregunta al no ver a su pequeño de año y medio junto a su Alfa.

- Después del baño, se quedó dormido- le dice con voz tranquila y cariñosa, disfrutando del aroma a mandarinas y leche que su pareja despide.- Quiso mantenerse despierto pero una vez cambiado y luego de tomar su jugo, se durmió en medio de la sala...

- Mi bebé...- dice el Omega con un puchero.

- JungKookie entiende que no puedes salir tanto, que un nido es importante...- el Alfa le susurra con cariño.

- ¿Puedes traerlo conmigo?- pregunta mirando a su pareja- Mi lobo y yo queremos estar con nuestros cachorritos...

- JungKook sentirá tu aroma a leche y aun es un cachorro...- expresó el Alfa. Haciendo referencia a que posiblemente el cachorro quisiera de la leche de su Omega.

- Esta bien...- murmura el Omega con una sonrisa.
Sabiendo que su Omega tiene un caracter muy familiar y sobreprotector con su cachorro, el Alfa sale de la habitación para dirgirse al cuarto de su hijo, al entrar mira a JungKook durmiendo y abrazando una manta que tiene el aroma de su Omega. Despacio lo levanta y lo lleva hasta la habitación, donde el cachorrito se remueve y abre sus ojos miel de inmediato.

- Papi...- murmura y mira a su papá Alfa para luego mirar a su papá Omega quien extiende sus brazos para recibirlo. Se remueve para llegar al lugar seguro con su papá Omega.

- Mi bebé...- susurra el Omega, acercando al cachorrito a su cuerpo, sintiendo como el pequeño se sujeta fuerte de él- Papá me dijo que estabas durmiendo...- sonríe y JungKook asiente riendo, su pequeño bebé estaba muy acostumbrado a estar con él. Padre e hijo se acuestan, teniendo cuidado con el vientre del Omega.

El Alfa se acerca y entra con cuidado al nido que su pareja ha hecho para recibir a su cachorrita.
Y lo que el Alfa pensaba, sucede, su cachorro ha comenzado a olfatear el pecho de su Omega, enterrando su carita y restregando su nariz sobre la tela. Su Omega sonríe acariciando el cabello oscuro de su pequeño, desabotona su camisa y el cachorro pega sus labios al pezón de su papá, succionando adormilado.

- Te traeré la cena, no quiero que te enfermes... menos ahora- dice el Alfa, sintiendo a su lobo orgulloso por ser quien cuide de su pequeña y bonita familia, que su Omega este seguro y sus cachorritos sean arropados con el aroma de su Omega.

El Omega asiente y vuelve su vista a su cachorro que sigue succionando y una de sus manitas descansa sobre la parte descubierta de su pecho, ríe bajito al saber que su pequeño es igual a su padre. Protector.

Cuando su Alfa entra, su pequeño ya ha soltado su pecho y está dormido, el Omega se endereza un poco para cenar junto a su Alfa dentro del nido que ha hecho para su cachorrita.

- JungKookie duerme de nuevo- susurró mirando a su bonito cachorro.

- Quizás necesitaba tu aroma, después de todo, mientras yo hago mi trabajo como líder, siempre estás con él...- el Alfa dice pensativo.- NamJoon me contó que gruñó cuando se acercó a ti y sus ojos cambiaron al de su lobito...

- Es tan territorial como tú, Alfa- el Omega sonríe, recordando con ternura ese día donde había comenzado a sospechar de su segundo cachorro.

- Me enorgulloce- el Alfa admite con una sonrisa- Mis deseos se hicieron realidad, el Omega mas esponjoso y bonito me hizo caso...

El Omega se pone tímido ante la declaración de su Alfa.

- Alfa...