Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28 Antes de casarnos

Francesca cómo la neurótica y controladora que es, se pasa los últimos días ajustando detalles de la boda coordinando y viendo que todo esté a punto para el gran día, finalmente va a cumplir uno de sus sueños y se va a casar con una persona que ama, y la ama de vuelta. Bianca por su parte se asegura de no ser un estorbo y de que a ella no se le olvide comer, tomar agua y descansar. 

   —Necesitas un descanso —la abraza por la espalda mientras ella se cepilla los dientes, ambas se ven en el espejo—. Va a salir todo bien, ya has llamado a todos, y hemos pasado por todos lados rectificando que va a estar todo, nos medimos los vestidos dos veces —la besa en el cuello.

   —Lo sé, es que es nuestra boda. Finalmente si terminó siendo algo real y voy a casarme con alguien que quiero.

  Voltea a ver a Bianca y se besan, luego la abraza colocando su rostro en su pecho, le encanta cómo se escuchan sus latidos, respira y se queda así un momento. Ha estado pensado en algo hace un tiempo y necesita hablar con ella sobre eso, no quiere que haya secretos entre ellas, quiere empezar un matrimonio siendo transparente con su esposa.

   —Hay algo que debo decirte —se separa para verla a los ojos— es importante. Te dejo cambiar y te espero abajo con el desayuno así hablamos, cariño —besa el hoyuelo de su mentón, Bianca la mira algo preocupada.

   —Ya bajo.

   La pelinegra sale del baño y baja para esperar a la castaña con el desayuno servido y la mesa puesta, la ve bajar y sonríe mientras le sirve una taza de café, la besa dándole la taza y se sienta a su lado. Pero la ansiedad de Bianca no se hace esperar, la mira y si fuese un perro seguramente estaría moviendo la cola, esperando que ella le diga lo que tiene que decirle.

   —¿Y bien? —le pregunta y Francesca se ríe mientras le da un trago a su café.

   —La paciencia no es tu mejor virtud cariño —Bianca se ríe y niega con la cabeza—. Quería contarte la verdad sobre la fusión, honestamente mi estrategia era entrar en la empresa de tu familia cómo tu esposa y socia. Hacerte la vida imposible, lograr que me pidieras el divorcio, quedarme con la parte de las acciones que me quedarían y venderlas para salvar la empresa de mi familia —habla rápido.

   —Ah era eso —la castaña no luce sorprendida—. Pensé que me podría ser algo más grave —la empresaria la mira extrañada—. La idea era hacerme la vida imposible despúes de casarnos Lockwood ¿no te adelantaste unos pasos? —ambas ríen—. No me sorprende porque aunque hayas hecho un esfuerzo por ocultar tus números, mis hermanos consiguieron información y saben cómo realmente está tu empresa. La verdad es que ellos pensaban hacer lo mismo conmigo. No contaban con que al final termináramos queriéndonos.

   —No voy a llevar a cabo el acuerdo al que habíamos llegado con mi familia.

   —Yo tampoco. De hecho no iba a hacerlo desde el comienzo.

   Se acerca y besa a la pelinegra, ella la mira y la admira. Su futura esposa es una buena persona, una buena hija, y una buena amiga, sin saberlo al principio le tocó la persona correcta, quién la cuida, la comprende, la escucha, la mima y la hace feliz.

   —¿Qué pasa? Te me has quedado viendo.

   —Pensaba que al final me quedé con la mejor de los Rossi.

   —Yo también soy afortunada de que me haya tocado la mejor de los Lockwood. Hay algo que no hemos hablado y es importante saberlo ¿Quieres tener hijos? —la pregunta la pilla desprevenida, pero claro que sabe la respuesta.

   —Sí, me encantaría ¿a ti?

   —No es una plan que quisiera tener ahora, no es algo en mi futuro inmediato. Siendo justas ni siquiera pensaba casarme. Quizás más adelante, aparte mi trabajo me mantiene lejos muchos días al mes.

   —Entiendo.

   Francesca siempre había soñado con la boda, la casa, y la familia, con todo el combo que te vendía la sociedad desde que tenía uso de razón, todo el mandato familiar que le habían impuesto desde que era tan solo una niña. Sus padres la habían inculcado y educado para ser una esposa que acompaña a su marido en la toma de decisiones, no para que ella llevara el mando de la relación, del matrimonio o la empresa. Tuvo que acomodarse y tomar lo que era suyo siendo una buena estratega, estudió en la universidad y la dejaron hacerlo para asesorar bien a su futuro esposo, claro que luego no se esperaban que la propuesta de negocios en la fusión con los Rossi, fuese una Rossi quién la llevaría a cabo y no un Rossi y honestamente Francesca tampoco se lo esperaba. Pero el destino es caprichoso y lo que ellas no esperaban, era justamente lo que el destino tenía planeado para ellas, un plan que había orquestado con paciencia desde hacía tiempo y ahora era el momento para llevarlo a cabo.

   —No me cierro a la idea de tener una familia juntas —le toma la mano al ver su expresión cabizbaja—. Solo que no ahora. Aparte me gustaría pasar tiempo contigo y conocernos más sin odiarnos o hacernos la vida imposible, y ahora que dimos otro paso en nuestra relación —le aprieta la pierna por debajo de la mesa y la otra sonríe—. Creo que parte del tiempo que pasemos juntas definitivamente vamos a estar algo ocupadas una encima de la otra.

   —Tienes razón, me gusta verte agitada y gimiendo debajo de mí.

   —No te parece que está siendo demasiado gay tu confesión.

   —No, porque no me gustan todas, algunas o cualquier mujer, solo me gustas tú y tu lenguaje rural, cariño —le aprieta le mejilla.

   —Okay es suficiente —corre si silla hacía atrás y a la de ojos claros a su lado la mira—. Párate por favor —ella le hace caso— ahora vas a ver lo que puede hacer esta rural entre tus piernas.

   Francesca se ríe y se le sube encima, enroscando sus piernas al rededor de su cintura para agarrarse fuerte mientras va subiendo con ella montada encima las escaleras. Le besa el cuello aprovechando que la castaña va ocupada viendo por dónde pisa y le quita la camiseta que tira mientras es cargada, deshaciéndose del brasier en el camino y tocando la zona sensible que tiene al alcance de su mano.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro