Querida Barcelona:

Hay algo que necesito compartir contigo y espero que puedas entenderme, como siempre lo has hecho.
Recuerdo cuando era niña, tenía como 7 años cuando en una ocasión una niña me robó mis crayones favoritos en el colegio. Fue un momento frustrante y doloroso para mí. Sabía que si le decía a mis padres, me regañarían por dejar mis crayones en el escritorio en lugar de guardarlos adecuadamente. Así que decidí no decirles nada y me propuse ahorrar dinero para comprar nuevos crayones.

Fue una lección temprana para mí, aprendí a ingeniármelas y ahorrar para reemplazar lo que había perdido. Aunque era solo un incidente de crayones, creo que esa experiencia moldeó mi forma de enfrentar los problemas y las dificultades en mi vida.

Hoy, me encuentro en una situación complicada y no puedo evitar relacionarla con aquella historia de los crayones. Por poco, Pablo iba a descubrir algo que seguramente lo lastimaría. No puedo evitar sentirme atrapada entre la posibilidad de decirle la verdad y enfrentar las consecuencias, o guardar silencio y protegerlo de un dolor innecesario.

Al igual que en aquel entonces, siento el impulso de encontrar una solución por mi cuenta, de ahorrar y enfrentar las consecuencias por mis propios actos. Pero también sé que, como mi confidente, estás aquí para ayudarme y darme consejos cuando más los necesito.

Barcelona, necesito tu apoyo en este momento. No quiero arruinar nada de lo que pueda pasar en este camino. Aprecio tus palabras sabias y tu perspectiva única. Por favor, dame tu guía mientras trato de tomar la mejor decisión para todos los involucrados.

Se despide la señorita crayones robados:

Jude B

Jude

Me encontraba en la sala de prensa del Real Madrid, el clásico había terminado y ahora todos estaban marchándose del estadio, y yo aún estaba terminando de editar el resumen del partido, ya que ahora me agregaron ese requisito al trabajo "editar los textos" así que mientras terminaba lo último, escuché que ingreso alguien a la sala, medio gire y note quién era.

-Pedri, ¿eres tú?, ¿Qué haces aquí?- le pregunte con curiosidad ya que me sorprendía que estuviese aquí.

-Sí, soy yo- expresa con cierta gracia- solo venía a pasar un rato contigo, todos andan atrasados, así que aquí me tienes- explica mientras se sienta en la silla que tengo al lado mío, yo terminé de enviar el documento y me levanté de mi asiento, Pedri movió la silla para atrás y me tomó por las caderas para sentarme en su regazo.

-Pedri, esto es inesperado. No sé si deberíamos...- le expresé para intentar levantarme de sus piernas.

-Jude, entiendo que esto sea arriesgado, pero no puedo negar lo que siento por ti, quiero descubrir dónde nos lleva esta conexión, incluso si es en un lugar inusual como este.- me contesta sincero y lo vi con cierta gracia.

- Está bien Pedri, si ambos estamos de acuerdo y estamos dispuestos a tomar este riesgo juntos, entonces sigamos adelante.- le contesté para después verle a los ojos.

Pedri comenzó a acariciar mi cintura para acercarme a él y comenzar a besarnos al inicio con cierta lentitud pero después el beso de convirtió en uno apasionado y aumentamos el movimiento de nuestros labios, el mientras tanto exploraba mi cuerpo con sus manos, yo mientras tanto acariciaba su pecho y sus brazos

-Jude, eh de confesar que jamás eh echo algo como esto, pero me alegra saber que lo hago contigo- me comenta entre besos.

-Pedri,no eres él único, pero también estoy ciertamente emocionada y alegre saber que lo hago contigo- le respondí para después seguir besándonos.

Pedri y Jude se adentran en un torbellino de deseo y placer, encontrando formas creativas de aprovechar el entorno de la sala de prensa, entre risas y suspiros, experimentan el éxtasis y la conexión profunda que comparten, enmarcados por la atmósfera del deporte y la pasión que los une, a pesar no de no estar desnudos, encontraban la manera de sentir placer y pasión.

-Joder.., Pedri, eso fue increíble,nunca imaginé que estaríamos aquí, compartiendo este momento en la sala de prensa.- expresé jadeando un poco mientras me levantaba de sus piernas y arreglaba mi cabello y blusa.

- Ni yo, realmente fue interesante y excitante- me responde para el también levantarse de la silla y acomodar su cabello.

-Creo que ya deberíamos irnos- le expresé mientras guardaba mis cosas de manera rápida.

-Si, ya vamos- contesta y tome mi maleta para salir de la sala de prensa, nos dirigimos hacia la salida y allí nos subimos al autobús donde esperaban a los jugadores.

-¡Aquí aparte tu lugar!- me indica Frenkie y me acerque a él para sentarme a su lado.

-Gracias rubio- le agradecí con una sonrisa al final.

-¿En donde estabas?- me pregunta con cierta duda.

-¿Tu donde crees?- le respondí mientras subía y bajaba las cejas, el negó riendo.

-¿Lo hicieron en la sala de prensa?- me pregunta en susurro y yo negué de manera frenètica.

-No, no pasamos a ese nivel- le respondí también en susurro y el ascendió con la cabeza en forma de que entendía.

Después de espera al resto finalmente nos fuimos del Santiago Bernabéu, para dirigirnos al hotel, pasaron los minutos y después de charlar con Frenkie en todo el camino, llegamos al hotel, todos nos bajamos y con destino para ir a cenar, así que ahora nos encontrábamos en el restaurante del hotel cenando.

-Segun Pedri, ser Team Iron Man es mejor, sus justificaciones tienen lógica, pero el Cap tiene mejores valores- explicaba en la mesa que se componía de nuestro grupo "Los cinco fantásticos".

-Oye Pedri, ¿Pero a ti si te botaron cuando eras pequeño verdad?- pregunta Gavi con cierto sarcasmo.

-Idiota- susurra Pedri mientras rueda los ojos.

-Es que todos somos Team Cap, bueno, todos menos tu- expresa Eric mientras lo fulmina con la mirada.

-Simpre habrá una oveja negra en el grupo- explica Frenkie y todos negamos riendo.

Después de una pequeña charla de porque ser Team Cap es mejor, terminamos de cenar y todos comenzaron a levantarse de sus lugares, sentí como me tomaron del brazo y giré, era Pedri.

-Te espero en mi habitación- me susurra y ascendí con la cabeza, el canario se marchó y después de un rato me dirigí hacia mi habitación, me coloque mi ropa de dormir y me acosté en mi cama mientras miraba mi teléfono.

"Ya puedes venir guapa"

Me llegó ese mensaje de Pedri, así que tome la llave de mi habitación y mi teléfono y sali de mi habitación para ir a la de Pedri, luego de unos minutos toque su puerta, el me abrió segundos después y me dio paso para ingresar al lugar, ingresamos en el y me senté en su cama.

-Creo que en la sala de prensa dejamos una cosa pendiente- comenta mientras se sienta a mi lado y me toca el muslo, yo lo vi con cierto interés.

-¿Así?, ¿Que dejamos pendiente?- le pregunte en susurro cerca de su oído.

-¿Necesitas ejemplos?- me pregunta mientras comienza a subir la mano que tiene en mi muslo hasta mi entrepierna.

-Creo que no- le respondí para finalizar con un suspiro.

Minutos después nos encontrábamos besándonos en su habitación, tocando con delicadeza nuestros cuerpos y entre suspiros y deseos finalmente nos entregamos en esa habitación, algo que necesitaba, bueno, necesitábamos.

Mientras que en la habitación de al lado, había cierta molestia y frustración, Pablo estaba molesto de no poder descansar ya que a esas horas de la noche habían ciertos ruidos que no lo dejaban dormir, realmente no sabía si los ruidos provenían de la habitación de al lado o de la habitación de arriba, pero estaba molesto de no poder descansar, así que tomo su teléfono y comenzó a matar el tiempo viendo vídeos o respondiendo mensajes, hasta que luego de un rato terminaron los ruidos y por fin pudo descansar, aunque ya era tarde, pero agradecía que los ruidos pararon y se quedó profundamente dormido.

......................

Comencé a abrir mis ojos lentamente, estaba rodeada de unos brazos y caí en cuenta de que estaba en la habitación de Pedri y el que me tenía abrazada era el, así que como pude me safe de sus brazos y como estaba en ropa interior, me vestí de manera rápida y tome mis cosas para salir de la habitación del canario.

-¿Jude?- pregunto una voz y me gire con cierta dificultad y lentitud, para toparme con el que no quería toparme.

-Hola, buenos días Pablo- lo saludé con cierto nerviosismo.

-¿Que haces por aquí?- me pregunta el cántabro futbolista.

-Vine a prestarle un cargador a Pedri, pero no lo encuentra- le expresé tratando de tranquilizarme.

-Si gustas te puedo prestar el mío- me comenta mientras está por abrir su habitación.

-No, no te preocupes, ya le pregunte a Frenkie y el me prestará el de él, pero gracias- le respondí con una media sonrisa.

-Vale, entonces nos vemos después- me responde sonriendo del lado para después marcharse, mientras que note que el se fue, suspiré con alivio.

-Por poco y todo se iba por la borda- expresé mientras tocaba mi pecho con cierto alivio.

Continuará.......

¡Que intenso el capítulo!, Pensé que los atraparian......

¡Nos leemos prontoooo!