Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13

Jamás hubiera pensando que las cosas entre Bianca y yo acabarían algún día de esta manera.
Tantos años de amistad, llenando mi corazón de ilusiones por poder estar juntos y ahora por temor a perderla me entristece saber que se haya desvinculado de mí.

Mis pensamientos van dirigidos a ella, a la mujer que llena mi corazón con su cariño.
Ella es todo para mí y en estos momentos Bianca a preferido irse con Alois.
Aprieto mis manos fuerte formando un puño, la ira fluye como un veneno por mis venas, con el alcohol trato de sanar la herida de haber perdido para siempre a mi amada.

Héctor qué bien que te encuentro aquí. -— No me atrevo a mirar a Laura, siento vergüenza de que me vea con mis ojos rojos del sufrimiento por haber perdido en cierto modo a Bianca.

-— Héctor, el alcohol no te va delvolver a Bianca.

-— Al menos así me alivia este dolor que me mata ligeramente.

-— Si no fueras tan estúpido, estarías tú a su lado, Bianca te quiere a ti, te necesita a ti, no Alois.

-— Laura ¿porqué me dices todo esto? ¿Acaso estás interesada en Alois y no puedes soportar verlo con otra?

-— Tú lo flipas chiquitín. Yo y Alois juntos... ¡ni en sueños!
En verdad Héctor, te estoy dando un consejo como amiga, me caes bien y quiero ayudarte.

- ¿Cómo piensas hacerlo? Yo jamás te diré nada sobre mí.

-— Deja tus egoísmo y céntrate en recuperar a Bianca y por lo que puedo comprobar pedazo de ceporro, necesitas ayuda.

-— Ahora mismo necesito ir a casa. ¿Me llevas?

- Yo...yo no tengo carnet de conducir.

-— Vamos, ¿no me digas que a tu edad no dispones de carnet de conducir?

- Pues no tengo. Venga vamos llamaremos a un taxi so' borracho.

Laura me hace de reír y comprender lo mal que me estoy portando con Bianca. Si lo pienso bien, Laura lleva razón, ¿quién mejor que una mujer para ayudarme a recuperar el amor de Bianca?

Llegamos a casa, Laura saca mi billetera del bolsillo para pagar al taxista.
Seguidamente Laura me acompaña hasta mi habitación.

-— Pasa por favor no hay nada que no puedas ver.

-— No sé si pasar, no lo veo correcto.

Laura hermosa que somos dos personas adultas. Ven pasa y siéntate en la cama.

Echo un vistazo a Laura comenzando a reírme por la manera de ponerse roja y sentarse en la alfombra.
La imito y me siento con ella después de haberme duchado, cambiado de ropa y haber ido a por unas cervezas.
Tomo asiento a su lado, permanecemos en silencio un rato hasta que por fin decido contarle lo que por tantos años me está matando y a la vez voy alejando a Bianca por miedo a ver su reacción.

—- Héctor, ten confianza en mí y saca esa espina que te impide dar el paso para pedirle matrimonio a Bianca. ¿Porqué la quieres? ¿No?

-— Estoy perdidamente enamorado de ella.

-— Joder, pues colega ya te vale dejar que se vaya con tu primo queriéndola tú. Entonces eres más cobarde de lo que imaginé.

- No es fácil Laura.
Desde niños, siempre hemos jugado juntos, estudiamos en el mismo colegio. Hemos compartido muchas cosas juntos.

- Por lo que veo vuestro amor se fue formando con el transcurso de los años
Pues...¿no veo donde está el problema?

-— Resulta que Matías, el hermano de Bianca era mi mejor amigo. Siempre me reñía por estar cerca de su hermana, por eso salíamos a escondidas.
Me acuerdo cómo fue mi primer beso con ella, nuestra vez cuando nos graduamos.
A pesar de mi carrera, nunca me fijado en otra mujer que no sea Bianca, de hecho le regalé un anillo de manera que creyese en mi amor incondicional.
Pero aquel día, esa maldita noche, habíamos firmado Matías y yo un contrato para una exitosa serie televisiva. Íbamos hacer nuestro primer papel como actores principales, estamos realmente muy felices.
Para celebrarlo, nos fuimos a un pub donde fumemos hierba y bebimos demasiado.
Después, con la adrenalina a tope empecemos a manejar yo mi coche y el al lado mío con su moto.
Le quité el casco, le dije que se agarrase al lado de la puerta conduciendo a gran velocidad hasta que un camión salió de la nada y tuvimos un accidente donde Matías murió por mi culpa.

-— Héctor pienso que estás siendo un poco duro contigo mismo, fue un accidente. Aunque bueno...quitando de que íbais hebrios y drogados.

- Laura yo le quité el casco, yo le propuse manejar su moto a gran velocidad...Matías murió por mi culpa. Tuve que hacer las cosas bien. Y no convencerlo para llevarlo hasta la muerte. Mi coche golpeó su moto y eso hizo que no se hiciera con el control de la moto. Todo fue por mi culpa Laura. Y tengo miedo de que Bianca se entere y me odie.

Veo como Laura se queda callada.
Hecho mi cabeza hacia atrás apoyándola en el borde de la cama, notando un pequeño escozor formándose en mi pecho, el cual sube despacio hacia mí garganta formando un pequeña bola impidiéndome hablar con claridad, tan sólo siento como los ojos me escuecen dejando que una gota resbale cuidadosamente por mi mejilla.
Noto la mano de Laura, la miro, sus ojos reflejan la compasión y ternura.
Me abraza dándome ánimos.

-— Eres hombre, pero si necesitas llorar hazlo.

-— Laura gracias. -— Debería olvidar el pasado, dejar que las penas se vayan como las hojas en otoño.
Entiendo que mi mayor problema es callarme, deberé hablar con Bianca.

-— ¿ Laura, crees deba de contarle todo a Bianca?

-— Pienso que sí. Pero cuando estés preparado.
Ahora déjame ayudarte, hablaré con ella para que recapacite. Verás como todo sale bien.

Las palabras alentadoras de Laura me avivan de alguna manera, teniendo más esperanza en volver a estar junto a Bianca.

Nada más levantarme voy hacia a la habitación de Alois.
Abro la puerta y veo que no está cerrada y tampoco hay rastro de él.
La furia empieza a transportarse por mis células llegando a comprender que habrá pasado la noche con Bianca.
Detrás mío escucho que me llama Julen para desayunar.
Nos sentamos los tres en la mesa, Laura hace lo posible para animarme, la pobre no tiene culpa de nada, es tan buena y tan generosa, hace que todas mis penas se vayan como un trozo de papel en una ventisca.
Aún así, no puedo sacar de mente la idea de que Alois haya pasado la noche con Bianca. Ese pensamiento me enfurece aún más.

Después de llevar a Laura hasta la oficina de mi abuelo, me marché para reunirme con mi manager.
Estuvimos hablando referente a mis contratos y los directores que estaban interesados en que protagonice una telenovela.

Tras haber terminado de comer, fui a buscar a Laura a la oficina.
La fui a buscar a su oficina, un poco antes de llegar me topé con Alois.
Nada más vernos nuestra antipatía fue creciendo a tal punto que parados uno enfrente del otro nuestros ojos echaban chispas.
Sus labios esbozaron una sonrisita haciendo que sin dudarlo lo agarrase por la solapa de su traje.
Con palabras irascibles fui pronunciando despacio haciéndole entender que me daba igual lo que tratase de hacer para acercarse a Bianca, no iba a permitirle  que se saliera con la suya.

- No me toques imbécil y mucho menos tengo la cabeza para soportar tus comentarios. Si en verdad quieres a Bianca a ver la cuidado cuando tuviste tú oportunidad.

-— Eres un desgraciado. -— Cuando estaba preparado para atizar Alois, Laura se interpuso entre nosotros recibiendo ella el golpe.

-— Sois unos animales. De personas no tenéis nada. -— Por suerte le di en su brazo y no en la cara.

-— Laura perdóname, es este inútil que me saca de mis casillas.

- Animal, le has echo daño a Laura, ¿Cómo te atreves? — Alois me dió un empujón seguido de puñetazo.

Parad de una vez animales. ¿No les da vergüenza pelearos como primitivos? Alois discúlpate con tú primo, no debiste de golpearle. ¿Qué les pasa a vosotros dos, cabezas huecas?

Tanto Alois como yo, permanecemos en silencio sin apartar la vista de Laura.
Ella restregándose su brazo nos sigue regañando como si dos niños pequeños fuéramos.

Acto seguido, se me ocurre la ingeniosa idea de preguntarle si la llevo a la universidad. Alois como siempre hace cualquier cosa para provocar mi ira y se apunta también.

En el aparcamiento, de nuevo discutimos para quien maneja su coche.
Después de volver a reprendernos, Laura nos hace de elegir o viajar en bus o la dejamos en paz.
Rendido, acabo cediendo en ir en el coche de Alois. No me gusta mucho la manera de conducir que tiene, aún así no me queda de otra que montarme y hacer de copiloto.

Para mí sorpresa, Alois conduce suave, y con precaución dándome la sensación que se preocupa por Laura demasiado. Siempre ha conducido de manera extravagante para lucirse ante las mujeres. Y ahora hace lo contrario.
A rabillo de ojo veo como de vez en cuando sus ojos buscan a Laura cambiando el semblante de su rostro cuando ella le dedica una gentil sonrisa.

- ¿Alois has visto al abuelo?- —Le pregunto para romper de algún modo el hielo. Aunque mucho no me importa como se encuentre mi abuelo.

- ¿Cariño como te ha ido el día? -— Alois como siempre haciéndose el gracioso. Pero esta vez pienso seguirle la corriente.

-— Extrañándote mucho mi amor. Te echo tanto de menos que no veo que llegue el momento de besarte.—- Alois pone una mano en mi rodilla, me guiña el ojo tirando un beso al aire.
Después de la tormenta llega la calma. Y poder bromear con Alois es toda una satisfacción, y todo es gracias a Laura.

-— Laura ¿quieres que salgamos esta noche a cenar y después a bailar? —No se, de pronto se me ocurre algo para agradecer lo que hace por mí.

- Héctor, soy muy celoso, por lo cual vamos los tres. Te tengo que tener vigilado.

-— Alois no empieces, no estás invitado.

-—¿Porqué no? Sería genial poder ir todos a cenar. Venga chicos quedamos a las siete en "Liebe"

-— Si no me queda de otra...-—Al final tendré que cargar con Alois a mi pesar.

-— Cariño, verás como nos vamos a divertir. —- Alois y su arte de enfadarme.

A pesar de todo, no creo que sería tan mala idea salir a cenar todos en familia, el como acabemos la noche, eso se verá después.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro