Lucho por mantener mis palabras dentro mientras Akira se encarga de ponerme el lápiz labial.

No hemos hablado en absoluto, cuando fui a buscarla luego de esa reunión no la encontré por ningún lado y cuando quise hablar con ella en el camarote ya estaba profundamente dormida o era al menos lo que ella quería que yo creyera.

No podía entender porque no me había estado evitando, él porque de no querer hablar conmigo si creía no haber hecho nada malo desde que llegue aquí. Todas mis teorías seguían llevándome a mi conversación con el capitán, una pequeña muy pequeña parte de mí quería disculparse para arreglar las cosas pero la otra, la parte que me dominaba sabía que no tenía nada por lo que pedir perdón, no había hecho nada malo y no era para nada responsable de lo que estuviera pasando entre ella y el capitán.

Si estaba celosa, molesta o algo por el estilo por una simple conversación eso no era algo que yo pudiera arreglar.

Tocan la puerta del camarote y se escucha la voz de Jongho.

-¿Chicas ya están listas?

-Si, puedes pasar si quieres -Responde Akira y la puerta del camarote se abre-

-Vaya -Dice una vez nos ve- Se ven bien -Dice asintiendo y yo me guardo mi bufido-

Por supuesto últimamente estaba utilizando el vestido lila que me prestó Akira, pero lo que usaba hoy era un poco excesivo.

Estaba maquillada por completo, Akira había puesto una tela en mi cabello en la mañana y una vez la soltó hace una media hora mi cabello contaba con hermosas ondas.

Estaba utilizando un corsé que no me permitía respirar profundamente pero me daba una linda figura y una falda larga que según dijo Yunho cuando las trajo nos iban a hacer parecer de la alta sociedad.

-Vamos, estamos a punto de bajar anclas, el capitán quiere reunirnos antes de eso.

Le doy una mirada a Akira y dejo que Jongho siga adelante sin nosotras.

-¿Podemos hablar? -Le pregunto sin poder evitarlo, ella suspira-

-¿Sobre que tenemos que hablar?

Ignoro las palabras duras de mi loba ante su tono desagradable.

-Sobre porque te estás comportando de esta manera -Suspiro- Akira, juro que he tratado de entenderte pero no puedo y no tengo cabeza para lidiar con este tipo de problemas.

Los problemas de chicas eran como mucho lo último a lo que pensaba enfrentarme en este mundo, considerando que estaba escondiendo una doble identidad y que ahora vivía en una situación de peligro constante, los problemas de chicas ni siquiera están en mi mente.

-¿Por qué me estoy comportando de esta manera? -Pregunta con tono molesto- Ya deberías saberlo Liah -Gruño sin quererlo-

-Claro que lo sé ¡Eres demasiado obvia! Pero al menos si vas a enojarte conmigo deberías hacerlo por algo que tenga sentido -Digo alzando la voz sin poder evitarlo-

-¿Algo que tenga sentido? ¡Que no sea parte de lo que te importa a ti no significa que no tenga sentido!

-¡Pues no tiene sentido para mi, yo no hice nada malo! -Grito molesta, esta no era mi idea de hablar-

-Claro, eres perfecta y no haces nada malo -Entrecierra los ojos- Eres tan perfecta.

-¡No es mi culpa que no le gustes!

Las palabras salen de mi boca sin que siquiera las piense y solo un segundo después de ver la reacción de Akira me doy cuenta de que tal vez hable de más.

Ni siquiera estoy segura de lo que dije, yo menos que nadie podría hablar sobre lo que siente el capitán, pero sé que no hay vuelta atrás una vez veo el dolor en la mirada de Akira y como se apresura a salir de la habitación.

Supongo que era algo que terminaría pasando tarde o temprano; Yo arruinando las cosas.

Ahora me siento culpable, aunque una parte de mí trata de decirme que no tengo la culpa, que es ella quien actuaba herida cuando en realidad yo no había hecho nada malo hasta que lo hice, porque aunque no seamos realmente amigas no se supone que sea yo quien deba bajarle los ánimos y arruinar sus ilusiones.

No es culpa tuya, me consola mi loba con voz comprensiva, sin embargo no puedo confiar en que ella sea objetiva y al igual que yo no esté tratando de quitar el peso de la culpa de mis hombros.

Tomo una gran bocanada de aire antes de salir del camarote, afuera cada uno parece estar en su propio mundo, Wooyoung recita cosas en voz baja, cuando escucho con más atención me doy cuenta de que está recitando información de viejas embarcaciones, con años de los atracos y con sumos detalles.

Simplemente me quedo en la popa del barco y respiro, repaso el plan en la mente, me guste o no Akira y yo tendremos que dejar atrás nuestras diferencias para cumplir con nuestra parte.

-Te ves bonita -Dice San junto a mi, me sorprende no haberlo notado antes- ¿Estás lista?

Asiento con la cabeza a pesar de estar nerviosa.

-Wooyoung y yo las escoltaremos hasta el bar, estaremos afuera en caso de que las cosas no funcionen.

No le digo que si las cosas no funcionan intervendría a mi manera, solo asiento.

-¡Muy bien, todos al centro! -Vocifera el capitán y todos nos acercamos- Ya conocen el plan -Dice pasando su vista por todos- Seonghwa terminó las modificaciones del polvo, no cambiará su apariencia pero hará que ellos olviden que alguna vez las vieron.

Akira ni siquiera lo mira, a veces observa a Seoghwa y a veces me observa a mi.

Seonghwa nos da una bolsa a cada una.

-Deben espolvorear esto sobre ustedes antes de entrar al bar, tiene dos horas de efecto, será más que suficiente para que les den el somnífero en sus bebidas.

-Entonces... -Digo yo repasando lo que tenemos que hacer- Lo único que tenemos que hacer es dormirlos y ustedes harán el resto, lo que aún en este punto no tenemos idea de que es.

Podía fingir que no estaba resentida, pero en realidad no quería hacerlo.

-La tripulación del capitán Wong son en su mayoría solo cobardes que huyen de las peleas, la única razón por la que son conocidos es porque son buenos ladrones -Informa el capitán mirándome- Tienen un catalogo de joyas bastante interesante.

-¿Y ustedes van a robárselas? -Pregunto interesada y el capitán sonríe-

-Si ladrones tan conocidos son robados eso dejaría mucho de que hablar de ellos -Dice Mingi encogiéndose de hombros-

Tal como habría dado de que hablar de piratas con reputación peligrosa ser abarcados por una simple tripulación de ladrones, en esencia era un ataque al orgullo y la reputación.

-¿Van por alguna joya en específico o solo cualquier cosa que pueda demostrar que se lo robaron? -Pregunta Akira pareciendo interesada por primera vez en la noche-

-Hay muchas joyas valiosas, aún no estamos seguros que cual o en tal caso cuales traeríamos con nosotros -Dice Wooyoung encogiéndose de hombros- Cada uno tiene su favorita, yo mataría por tener el rubí de sangre en mis manos.

Enarco una ceja pareciendo interesada por el inusual nombre, junto a mi San se acerca a mi oído para susurrar.

-Dicen que es un rubí creado con la intención de cortar cualquier material existente, se gano ese nombre luego de haber sido utilizado para matar a las criaturas más peligrosas de todos los siete mares y absorber su sangre, al parecer se hace más rojo y brillante con cada gota de sangre que derrama. -Dice antes de alejarse dejando el cosquilleo en mi cuello-

Era bastante interesante, no podía creer que una joya tuviera la capacidad de hacer algo así.

-Me da curiosidad saber si es cierto que poseen la esmeralda de la verdad -Dice el capitán, por primera vez parece tan normal como cualquiera de la tripulación, sin ningún tipo de cargo y responsabilidad extra- Entonces tendría sentido el como nos encontraron tan fácilmente. 

Miro a San esperando una nueva explicación, el sonríe y se acerca de nuevo, ignoro el correteo emocionado de mi loba en mi interior y trago saliva antes de que su voz me cause aquel cosquilleo de nuevo.

-Aparte de su nombre tan obvio que obliga a los demás a responder con sinceridad a todo lo que pregunte quien la posea, se dice que la esmeralda te muestra la ubicación de todo lo que quieras buscar mientras tengas un mapa junto a ti -El suspira y el aire se atasca en mi garganta- Encontraríamos muchas cosas interesantes si estuvieran en nuestro poder.

Ahora no estaba segura  de cual me gustaba más, eran bastante útiles las dos si me lo preguntaban a mi, por lo que no estaba segura de ser capaz de tomar una decisión, me preguntaba como lo decidirían ellos.

Cuando San se separa suspiro antes de mirarlo.

-¿Y tú tienes preferencia por alguna joya en específico?

No lo piensa ni un segundo antes de responder.

-Tengo un gusto especial por el zafiro del mar azul -Lo miro expectante esperando una explicación pero el solo me mira de vuelta-

-¿Por qué? ¿Qué tiene este de especial en comparación de los otros? 

Si era su favorito no podía imaginar las cosas grandiosas que podía hacer ¿Controlar la marea? ¿Espantar a las criaturas marinas? Había un sin fin de posibilidades ahora que había escuchado de las dos primeras.

El se encoge de hombros con una sonrisa encantadora.

-Es bastante bonita, sería un regalo perfecto de cumpleaños.

Lo miro con incredulidad pero a el solo parece divertirle mi expresión.

-¿No tiene ningún poder importante?

-El zafiro es tan viejo que es casi imposible saber si tiene alguna habilidad, sé que Wong lo posee porque lo lleva en su cuello como su posesión personal, supongo que me gusta por lo que significaría quitarselo -Se encoge de hombros- Es más que todo el reto que supone y la victoria a la que llevaría.

Entonces era más algo significativo, lo entendía por completo.

-Pero si es su posesión más personal teniendo joyas como el rubí y la esmeralda mágicas El zafiro debe ser bastante especial.

-Así es, sobre todo si un fanfarrón como el no ha presumido de las habilidades de la joya, a decir verdad me causa curiosidad, pero como es tan difícil obtenerlo simplemente voy a desearlo en mis fantasías.

Asiento y miro hacia el frente aparentando que he seguido la conversación de los demás, a pesar de que hace unos segundos San estaba susurrando sin acercarse a mi vuelve su boca a la cercanía de mi oído.

-Veo que Akira y tu llegaron a las peleas inevitables.

Suspiro, si el se había dado cuenta para lo demás también debía ser bastante evidente.

-No te preocupes, podrán arreglarlo una vez vuelvan de la misión, creo que esto les ayudara a comprender que no importa cuantas veces peleen, siempre serán valiosas la una para la otra.

-En realidad me gustaría no tener que aprender una lección, simplemente no quiero discutir con nadie, mejor si nadie sale herido para demostrar tu punto -Le susurro yo de vuelta y el asiente-

-También me gustaría que fuera de esa forma.

Esta vez el mira hacia el frente sin decir más nada y me obligo a hacer lo mismo, a concentrarme en el plan que traza el capitán aunque este ya no nos involucre a Akira y a mi de ninguna forma y a pensar como arreglar las cosas con ella, después de todo San tenía razón en una cosa, Akira es de alguna manera valiosa para mi, pero no estoy segura de significar lo mismo para ella.